El amor de Cheo, más allá de los guarismos

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Tal vez no exista trabajador activo más longevo en la industria azucarera cubana que José Nicolás Álvarez Acevedo, Cheo para los conocidos. Sin embargo, nadie descubre las 80 primaveras encubiertas tras el rostro bonachón de intensa mirada de mar, ojos vivaces que han devorado millones de guarismos a lo largo de 60 años como contador.

La pregunta era obvia y esperada. Entonces, se afinca en los recuerdos mientras se arrellana en la vieja butaca de trabajo, la de tantos años, una suerte de trono imperial de cuentas y cálculos administrativos sobre la salud financiera del hoy central Antonio Sánchez, perteneciente al municipio de Aguada, en la provincia de Cienfuegos.

“Fue el hacendado don Manuel Carreño Martínez quien decide iniciar aquí la  construcción de una fábrica de azúcar en 1903, tras la cesión de cuatro caballeríashecha por Manuel Antón Recio de Morales, marqués de la Real Proclamación. A la postre, así surgió el central Covadonga, cuyo nombre fue en honor a la virgen patrona de la región española de Asturias, lugar de nacimiento del dueño.

“La plantilla de trabajadores en aquellos momentos provenía toda de Matanzas, y para 1926 mi padre, también matancero, llegó aquí para asumir el cargo de capataz de piso de azúcar. Poco tiempo después decidió establecerse en el batey con su familia. A la sazón, yo era un pichoncito de yumurino”.

Por un momento, sus palabras quedan en suspenso, pero flota en el aire la historia de un pasado, en la cual el recuerdo y la añoranza pugnan por cotejar la historia del niño que dejó atrás amigos y una vida más confortable en la bien llamada Atenas de Cuba.

“Pero, figurase, a esa edad no podía opinar. Así que en este lugar transcurrieron los años de infancia, hasta que ya de joven matriculo el Instituto de Segunda Enseñanza en la ciudad de Matanzas. Las irregularidades de las clases, entre otros motivos, me hicieron desistir de los estudios.

“Luego, comencé a trabajar enla plaza de recaudador de los ferrocarriles vinculados al tiro de la caña al ingenio y otras transportaciones de pasajeros y de carga de la zona hacia la Ciénaga de Zapata, por donde también salía al principio el azúcar del ‘Covadonga’”.

De archivo, lo invitamos a leer || Fidel, la invasión y el telefonista del central Covadonga

Como para todos los cubanos, las postrimerías de la década de los años 50 también trajo cambios para la familia Álvarez Acevedo. Con la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista iniciaba una nueva era para los cubanos, y el sector azucarero, considerado el principal renglón económico de la nación, sintió su impacto. Sobre aquella efervescencia revolotean ahora muchas evocaciones en la mente de Cheo.

“Después del triunfo de la Revolución, buena parte de losdirectivos en puestos claves del central se fueron del país; los jóvenes de entonces debimos asumir las plazas vacantes. Las circunstancias me obligaron a desempeñarme, indistintamente, de cajero, jefe de nómina, hasta llegar a especialista principal en Contabilidad.

“Retomé los estudios hasta hacerme economista, por supuesto, alternando el trabajo con la carrera de técnico medio en una escuela abierta en Aguada de Pasajeros. Fuimos un grupo numeroso quienes asistíamos a las clases nocturnas”.

Uno de los pasajes más vívidos de aquellos primeros añosen lo recuerdos del octogenario fue la invasión mercenaria por Playa Girón. Ahora la mirada se ilumina con un brillo distinto, lleva el índice a la sien coronada de la blanca melena, mientras hilvana los pormenores de la anécdota.

El propio Fidel nos pidió que impidiéramos la toma del ingenio por los invasores, y así fue, a pesar de que los paracaidistasenemigos se lanzaron en Jocuma, un sitio a pocos kilómetros del central. En aquellos momentos cada cual ocupó su puesto armado de machete o cualquier utensilioa modo de arma defensiva.

“A mí me tocó acuartelarme en la oficina, lugar escogido, además, para almacenar el armamento ocupado a los enemigos. Recuerdo la llegada aquí del máximo líder de la Revolución; hizo varias llamadas, impartió órdenes a varios comandantes del Ejército Rebelde presentes y luego partió para el frente de combate en Playa Larga.

“Sin lugar a dudas, la presencia del Comandante en Jefe en el lugar fue tremendo estímulo y a la vez compromiso para seguir defendiendo con garras y dientes la fábrica. Como siempre, Fidel estaba al frente de la tropa y en los lugares de mayor peligro.

“Como ve, tengo trayectoria suficiente para hablar con propiedad de las diferentes etapas de este central.A pesar de la diferencia de tecnología, al ‘Covadonga’ lo ha distinguido la producción de azúcar de excelente calidad, pero pienso que lo más importante es la preparación de los obreros y el sentido de pertenencia de los trabadores a lo largo de la historia de esta industria”.

Aunque parezca paradójico, no lo es. José Nicolás es un buen ejemplo para demostrar que en nada riñen las llamadas ciencias puras como la Matemática con el gusto por la literatura, la música y el arte en general.

“Leo mucho. Me gusta cualquier lectura, pero mis preferidas son las biografías de personajes ilustres, aunque también las novelas. Por supuesto, además de un buen libro, siempre me hago acompañar de la buena música, sobre todo la cubana, como hijo de la Atenas de Cuba, al fin, ¿no cree? En cuanto a la televisión, me inclino por los espacios informativos y los documentales de Multivisión”.

¿Se considera un hombre solo?

“Para nada. Me acompaña siempre el afecto de mis amistades, los sueños, la radio y los libros de mi pequeña biblioteca”.

A la pregunta de qué lo ha atado por tanto tiempo a esa silla, no duda en contestar.

El amor… el amor a este sector que aprendí a querer desde muy pequeño por la influencia de mi padre; el amor al oficio de hacer azúcar con los números, y al amor a mis compañeros de trabajo, que en definitiva los considero la única familia que hoy tengo”.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

12 Comentarios en “El amor de Cheo, más allá de los guarismos

  • el 3 junio, 2020 a las 9:45 am
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    Ejemplos como este son dignos de admiraci’on, FELICIDADES PARA CHEO

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  • el 2 junio, 2020 a las 2:06 pm
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    Ese es el cheo de mi central azucarero el que cada dia de su cumple se lo celebramos con mucho amor porque como el dijo somos sus familias sus compañeros de trabajo y a mi en particular que empecé desde muy joven y me gusta investigar me ayuda mucho en mis trabajos es un hombre especial mi cheito

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  • el 1 junio, 2020 a las 9:34 am
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    Cheo un hombre digno de admirar, Felicidades por ser un eterno azucarero, que bello que existan personas en nuestros país con una gran tradición azucarera.

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  • el 30 mayo, 2020 a las 8:09 am
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    La rica historia del sector azucarero se defiende con hombres como Cheo. A los hombres y mujeres del azucar olvidar les esta prohibido. Que lindo es defender por lo que se ha trabajado durante tantos años. Que lindo es sentir en los bateyes el olor a guarapo y miel y como de generacion en generacion las fabricas y los surcos se llenan con hombres de mismos nombres y apellidos. Eso si es historia. Los azucareros nos inspiramos en vidas como las de este octogenario que nunca conocio ni conocera la soledad. Asì se piensa como pais, asi seguros que viviremos y VENCEREMOS. Gracias compatriota. Cuba agradece tu historia.

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  • el 29 mayo, 2020 a las 4:27 pm
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    Es un honor para este sector y para todos los que a el pertenecemos contar con tan abnegados trabajadores

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  • el 29 mayo, 2020 a las 4:24 pm
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    Muchas felicidades a Cheo es un honor poder conocer su exoeriencia y su amor por nuestro sector azucarero. Siempre es reconfortante saber que el sector, el país y la revolución cuentan con trabajadores tan abnegados y enamorados de la labor que realizan

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    • el 31 agosto, 2020 a las 12:07 pm
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      Desde pequeño conosco a Checo pues mi madre trabajó con él .
      Un hombre inteligente , sociable , humano y responsable como pocos ..Gracias Matanzas por regalarnos una familia tan especial y querida como la de Cheo..

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  • el 29 mayo, 2020 a las 11:35 am
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    Una rica historia de vida que refleja el amor por el sector y por el oficio que desempeña. Así son nuestros abnegados trabajadores azucareros. Nuestro Reconocimiento.

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  • el 29 mayo, 2020 a las 11:23 am
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    Felicidades a Cheo, por estar en el equipo de los que amamos al sector azucarero y gracias por compartir sus anécdotas y sus experiencias, para adquirir nuevos conocimientos sobre la vida en los centrales azucareros,

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  • el 29 mayo, 2020 a las 8:20 am
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    Muchas felicidades a este octogenario de la industria azúcarera de Cuba, por compartir sus anécdotas y sus experiencias, para adquirir nuevos conocimientos sobre la vida en los centrales azucareros, felicidades por su sentido de pertenencia.. por hombres como usted que aman, el azúcar corre por sus venas.

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  • el 28 mayo, 2020 a las 3:24 pm
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    Mis respetos a eso octogenario del azúcar de Cuba, muchos como el aún los encontramos atareados en diferentes labores de la industria azucarera cubana mantener un dialogo con ellos significa adquirir nuevos conocimientos sobre el bregar de la vida en los centrales azucareros tan rica en anécdotas, que cuba pueda contar por mucho tiempo por hombres como usted que aman a este sector, porque el azúcar corre por sus venas aunque no nació en un ingenio. Felicidades

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  • el 28 mayo, 2020 a las 2:00 pm
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    Es justo amor lo que se siente por este bello sector, noble con fuerzas con empuje y sacrificio como es el de producir azúcar sobre todo en estos tiempos tan difíciles.Bella historia de vida la acabada de narrar por José Nicolás.

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