Agenda Bicentenario: El plafón del “Terry”, un desafío artístico

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Escrito por Laura Brito Alsina*

El teatro Tomás Terry desde hace algunos meses recibe una restauración capital de dos elementos que lo distinguen: los mosaicos de su fachada y el plafón. Este último, sirve como base a un hermoso complejo pictórico, para muchos la obra cumbre de la pintura cienfueguera y que ubica al coliseo sureño como número uno en el código de valores de la museología del territorio. Las inclemencias del tiempo, el descuido y desconocimiento, junto al constante accionar de insectos que no vivieron fumigaciones en muchos años, ocasionaron que las exquisitas pinturas que adornan el techo del teatro estuvieran en un estado de casi “irrestauración”. Así refiere el grupo de trabajo, integrado por profesores, estudiantes de la Escuela de Arte Benny Moré y artistas de la plástica, que con el apoyo de las autoridades políticas y culturales pertinentes labora sin descanso por devolverle su esplendor.

Pero no fue llegar y trabajar, partieron del estudio de intervenciones anteriores en cuanto a materiales utilizados, herramientas y el estado constructivo del inmueble, lo cual les permitió saber hasta qué punto era necesario renovar. Primero limpiaron todo el reverso de la obra para eliminar las bacterias del plafón, donde retiraron más de una tonelada de polvo y desechos sólidos. Luego cuadricularon los 216 metros cuadrados de la obra y analizaron cada cuadrícula donde existían problemas de orificios dentro de la pintura mural, que ya hoy están reparados. Cuando hablamos del plafón nos referimos a tres tipos de pintura: mural, caballete y marouflage. La primera está directamente sobre el yeso, realizada a través del proceso de escayola. Fue sometida al estudio de limpieza química, uno de los procesos más difíciles en la restauración, que develó el color original del techo, muy diferente al amarillo casi naranja que estábamos acostumbrados a ver producto de la oxidación. Con vistas a solucionarlo, los especialistas emplearon la técnica óleo de retoque al barniz para reintegrar los colores. De igual manera, desmontaron los ocho caballetes para intervenir cada obra, algunas fuertemente dañadas por goteras de más de 20 años, que afectaron la estructura y las tonalidades del lienzo. En estos momentos trabajan en el cuadrifolio, que es el marouflage y centro de toda la composición, que cuenta con la técnica pictórica más compleja. La misma estaba formada por varios lienzos sobre pleibos de madera atacados por termitas, que desagregaron la estructura de 8 milímetros hasta dejarla en nada. Para los especialistas lo complicado es bajar de la base cada elemento y retirar todo vestigio de madera. Es necesario dejar solo el lienzo que debe ser saneado e intervenido y reintegrar los elementos faltantes, para adherirlo luego a un pleibo nuevo que será adosado a la estructura de madera en el centro.

En mi opinión, un desafío artístico para quienes restauran esta monumental obra. Un grupo de jóvenes que nos permitirán disfrutar de un teatro renovado, pero que a la vez nos comprometen a cuidarlo y a velar porque el sueño de Tomás Terry llegue a muchas más generaciones de cienfuegueros.

*Historiadora y periodista de Fernandina Radio, Voz de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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