Adrián Rumbaut expone Peldaños en la Uneac de Cienfuegos

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La galería Mateo Torriente, de la Uneac en Cienfuegos, despide 2016 con la exposición personal de Adrian Rumbaut titulada Peldaños, que se mantendrá en cartelera hasta finales de enero. Reúne las piezas de más reciente factura producidas por el creador, pertenecientes a la serie Símbolos, soportes y peldaños, consecuente prolongación de un estilo personal cada vez más depurado en el oficio pictórico y en las intenciones, aún anclados en la tríada conceptual: imagen, representación y objeto.

Constructos devenidos escaños que se convierten en los soportes reales o metafóricos sobre los cuales se despliega la creación del artista —sea una obra específica, sea su trayectoria como artista visual—, toda ella marcada por la obsesión de aprehender la “impureza” que se aloja en el acto de mirar, en tanto gesto intelectivo cargado de efectos y afectos para interpretar y clasificar la realidad.

En esa compleja interacción entre la construcción ideológica, la visualidad y las prácticas de observación por parte del espectador, Adrián coloca el nodo central de su propuesta. En él trama referencias íntimas y del imaginario colectivo, con las que teje una urdimbre plagada de nociones icónicas y simbólicas de distinta procedencia; y alternan su intensidad perceptiva dentro de la composición en función de los privilegios de la mirada del espectador.

Justo en este corpus palimpséstico y multifacético, resultado de las tensiones que gravitan sobre la imagen mental y su representación factual y objetual, convergen las múltiples densidades que atraviesan la visualidad. Ellas son el resultado de la historicidad, del contexto social, del nexo con el conocimiento, la tradición, etc. y le sirven al artista para potenciar un desplazamiento en la observación; por cuanto ella migra desde lo fisiológico y retiniano —gracias a la pulcritud con que ejecuta la pintura— hasta lo cultural, permitiéndole promover intertextos alusivos a la paradójica relación entre el interior y lo exterior; entre lo real y lo simulado, entre lo superficial y lo profundo.

Estatuto cultural que hace de las obras construcciones visuales autónomas liberadas del acto mimético de la representación, pues al proyectarse en la interpretación del discurso semiótico, histórico y sociocultural de la visualidad, se instituyen en Peldaños que legitiman su valor no solo por sus características inmanentes sino, sobre todo, por su significativo alcance trascendente.

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Massiel Delgado Cabrera

Crítica de Arte. Profesora de Historia del Arte en la Universidad de Cienfuegos.

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