Una ola de repudios a “Las Fuerzas del Norte”

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También Kicillof, Melella, Ziliotto y Quintela rechazaron el intervencionismo de el embajador designado de Estados Unidos. Insólito silencio del resto de los mandatarios

“Queda claro que a Trump, al igual que a Milei y al FMI, lo que les molesta es la DEMOCRACIA ARGENTINA”. Cristina Fernández de Kirchner sintetizó el trasfondo político de las declaraciones de Peter Lamelas, el embajador designado por Estados Unidos para la Argentina, que provocaron una ola de repudios. Sus dichos, en los que pide apoyar a Milei y promete intervenir frente a China, además de referirse a la situación judicial de la exmandataria, significan una injerencia explícita en los asuntos internos del país y vulneran los principios de soberanía nacional y no intervención consagrados por el derecho internacional. CFK lo definió como un “NUEVO FISCAL plenipotenciario desde Mar-a-Lago” y advirtió que “los que verdaderamente mandan en la Argentina de Milei son Las Fuerzas del Norte”.

En sintonía, Axel Kicillof denunció el “sometimiento del gobierno a estas prácticas neocoloniales” y anticipó que “ni se moleste en venir a La Plata: acá nadie lo va a recibir”. Fanatizado con Trump el gobierno guardó silencio, al igual que muchos gobernadores alineados con la Casa Rosada. En el Congreso, diputados y senadores presentaron iniciativas para que Milei no otorgue el placet al embajador propuesto por Donald Trump, mientras que organismos de derechos humanos repudiaron las declaraciones que “pretenden poner de rodillas a las provincias de nuestro país”.

“Ni MONROE se animó a tanto”, escribió la expresidenta en su cuenta de X para describir el grado de intromisión que representan los dichos de Peter Lamelas, amigo del presidente Trump, aportante de la campaña republicana y sin experiencia diplomática. Sus declaraciones parecen una reedición de la Doctrina Monroe, cuya frase célebre —“América para los americanos”— sirvió de base ideológica para justificar las intervenciones estadounidenses en la región a lo largo de los siglos XIX y XX. Una doctrina que luego se profundizó con el financiamiento de golpes de Estado y que marcó una política imperialista y neocolonial sobre “su patio trasero”. En contraste, ni el gobierno nacional ni la Cancillería se pronunciaron sobre las declaraciones de Lamelas. Karina Milei y su armador político, Sebastián Pareja, optaron por concentrarse en responder a los trolls libertarios por el conflicto interno en torno a las listas en la provincia de Buenos Aires.

El gobernador Axel Kicillof se sumó a los repudios que ya habían expresado otros mandatarios provinciales, como Gustavo Melella, Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela. El resto de los gobernadores evitó pronunciarse, incluso después de que el embajador designado afirmara que recorrería las provincias para frenar la “corrupción por parte de los chinos”. “Las expresiones del señor Lamelas evocan las épocas más oscuras de injerencia de los Estados Unidos en la vida democrática de nuestra región”, escribió Kicillof. “Además de bailar en las suntuosas fiestas de Donald Trump, Milei ataca permanentemente a los gobernadores, desfinancia a las provincias, desprecia el federalismo e incluso ha amenazado con intervenir la provincia de Buenos Aires. No es casualidad” dijo el gobernador.

Un límite en el Congreso

Ante un Ejecutivo que eligió el silencio, diputados y senadores presentaron iniciativas. El bloque de senadores Unión por la Patria le exigió al Gobierno que no otorgue el plácet al embajador designado. En un duro comunicado los senadores expresaron: “Lamelas manifestó su propósito de definir con qué países se debería comerciar y con cuáles no. Un claro despropósito y una muestra de total falta de respeto a la soberanía nacional”. Los senadores agregaron: “además se arrogó el derecho de garantizar la persecución judicial a dirigentes opositores como la dos veces presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner”.

En Diputados, Leopoldo Moreau, presentó un proyecto de ley para declarar persona no grata al embajador designado: “Hoy presentamos un proyecto para declarar “Persona No Grata” al vocero de los fondos buitres y la ultraderecha de EEUU que pretende dictar nuestra política exterior, intervenir en el federalismo argentino, y profundizar la persecución contra Cristina Fernandez de Kirchner” escribió Moreau.

Por su parte los socialistas, Mónica Fein y Esteban Paulón, impulsaron un proyecto de resolución para que la Cámara de Diputados solicite al presidente Milei que rechace el placet a Peter Lamelas.

Las declaraciones de Lamelas se inscriben en un contexto de reconfiguración del orden global, en el que Estados Unidos intenta “volverse grande otra vez”. MAGA —Make America Great Again— es el lema con el que Donald Trump construyó su retorno a la política, a pesar de haber dejado el cargo en 2016 tras desconocer su derrota y resistirse a la alternancia democrática. Su política exterior tiene como eje central la guerra comercial con China. En ese marco, ve en Argentina un país clave al que no puede permitirle una profundización de sus vínculos con la República Popular, y encuentra en Javier Milei un aliado funcional a ese objetivo. Lamelas sólo lo puso en palabras.

El intervencionismo anunciado por el embajador designado se da en una situación en la que Brasil y China firmaron un acuerdo para la construcción de un ferrocarril bioceánico desde la ciudad de Bahía hasta el puerto de Chancay, en Perú, que unirá el Pacifico y el Atlántico tras la apertura de ese megapuerto, en noviembre pasado, que será la mayor puerta de entrada de China a América del Sur. Desde el 2013 China anunció la creación de la Ruta de la Seda e intenta crear una nueva geografía que una al mundo de otra manera, con financiamiento para infraestructura en la región, conectividad, tecnología y una nueva narrativa de cooperación sur sur y que pone en jaque la geografía noratlántica internacional del comercio diseñada por los Estados Unidos.

Persona no grata

“El imperio está desbocado, ha perdido la prolijidad y el frac de los buenos modales.”, denunció el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (C.E.C.I.M.) La Plata. En la misma línea, los organismos de derechos humanos —Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos— difundieron un comunicado conjunto en el que advirtieron sobre la gravedad institucional de los dichos del embajador designado. “La Patria dejará de ser colonia o la Bandera flameará sobre sus ruinas”, señalaron al inicio del texto. En el documento denunciaron que el funcionario “pretende poner de rodillas a las provincias de nuestro país”. También repudiaron sus referencias a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Con extrema arrogancia y fuera de su función protocolar, arremete contra una de los mayores referentes de la oposición política”. El comunicado concluye con una demanda concreta: “debe ser declarado PERSONA NO GRATA”.

Desde el colectivo federal El Manifiesto Argentino también se pronunciaron en duros términos: “Repudiamos enfáticamente semejantes pretensiones, las descartamos por atrevidas, ofensivas, inapropiadas y despreciables”. Además, exigieron que “todos los representantes electos por el pueblo expresen su rechazo a la presencia del designado embajador, declarándolo PERSONA NO GRATA”.

Historia de una persecución

En Argentina, la persecución contra Cristina Fernández de Kirchner comenzó en 2014, en el marco del conflicto con los fondos buitre. A partir de ese momento, se desató una intensa campaña internacional contra la expresidenta, a quien identificaban como el principal obstáculo para reabrir la negociación de la deuda externa, que había quedado blindada por leyes sancionadas por el Congreso, e iniciar así un nuevo ciclo de endeudamiento. Figuras del Partido Republicano como Marco Rubio y Ted Cruz participaron activamente de esa ofensiva política y mediática. El capítulo más reciente de esa persecución se selló el día en que el gobierno de Donald Trump le prohibió el ingreso a Estados Unidos. Esa misma jornada, la Cámara de Casación rechazó la apelación de Cristina Kirchner en la causa Vialidad, allanando el camino para que la Corte Suprema dictara sentencia en tiempo récord. Para la expresidenta, “nada es casualidad”.

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