Una cartografía de las artes visuales cienfuegueras, los últimos quince años (III parte)

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Hasta la fecha, la relación que hemos estado publicando sobre los artistas sureños más activos y conmocionantes de los últimos quince años trasluce el predominio de los pintores y escultores, figurando tan solo dos grabadores y un fotógrafo; asimismo, de creadores que exceden las cinco décadas de vida y un espíritu patriarcal en las proporciones. Igual, se manifiesta el equilibrio entre los que poseen formación académica (50 por ciento) y los que no la tienen (50 por ciento). ¿Perseveran estas regularidades? Introduzcamos a los siguientes alistados de la cartografía de marras. Repárese que existen generaciones más diversas y dos instalacionistas, uno de ellos también performer, al tiempo que no crecen los autodidactas.

12- LUIS ALBERTO PÉREZ COPPERI (1973)

Este carismático dibujante, con más de 20 años de carrera, formado en la Escuela Elemental de Artes Plásticas Rolando Escardó y más tarde como arquitecto en la Universidad Central de Las Villas ha detentado un estilo muy singular, de tipo imaginero, que trasluce su dominio composicional de la línea y los valores, particularmente cuando labora con el carboncillo, lápiz o pastel seco. Sus textos frecuentemente acusan cierto lirismo (Conflicto elevado, 2019) cuando no procuran un subrayado crítico (Enjoy people, 2021), una sensualidad sugestiva que jerarquiza la topografía femenina y cierta contextualización a través de los estrados arquitectónicos (I Love Ingeniería, 2021). Los ambientes transparentan su visión nostálgica, connotada a través del surrealismo y el deseo de experimentar con los objetos y la materia cromática. En el año 2010 viaja a Nueva York y es elogiado por la muestra Lenguaje privado, que comparte con su colega Camilo Díaz de Villalvilla. En la séptima edición del Salón de Artes Plásticas Contemporáneas Panorama 42, auspiciado por la galería capitalina Wifredo Lam, recibe el primer lauro por su obra Falso descanso (2021), una de sus creaciones más simbólicas. Es hora de que el pintor sistematice proyectos personales y deje de ser “el artista invitado por sus amigos”. De facto, ya ha probado su talento en ciudades cosmopolitas como New York, Connecticut y California. Su más reciente aparición sucede en la expo colectiva Estado de opinión, inaugurada en la Galería del Boulevard sureño (2022).

11- ELÍAS FEDERICO ACOSTA PÉREZ (1964)

Elías Federico Acosta Pérez ha transitado exitosamente por varias etapas.

Este artista y pedagogo, graduado de la Escuela Nacional de Arte (1983) y licenciado en Educación Plásticas en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (Ciudad Habana, 1991) alcanza notoriedad a fines de la década de los 90, particularmente cuando se suma al taller de creación adjunto al Consejo Provincial de las Artes Plásticas y luego a la Sociedad Gráfica de Cienfuegos (1998).

Elías ha transitado exitosamente por varias etapas, oscilando entre la figuración lírica (Naufragio a la aventura, 1994) y el abstractivismo (Desvarío imagen, 1997; Desnudo de sexo, 2022). Luego de sus campeadas en los años 80, procura encontrarse y toma caminos muy personales. Ha referido la crítico Massiel Delgado a raíz de la muestra Elías F. Acosta: “Los motivos se reiteran y disponen en infinitas posibilidades de combinación, como si el artista quisiera exorcizar en un agotamiento sin fin de las formas las culpas que estas alegorías contienen: resulta una descarga de su propia rebelión contra las ataduras convencionales que condicionan y angustian la existencia…”. Hacia 1996 renuncia a la condición figurativa y jerarquiza la materia y lenguaje expresivo de la pintura y el dibujo, fundamentalmente los entibos abstraccionistas. En esa época articula un nuevo orden de inextricables manchas cromáticas, ajustadas con tino y ritmo casi matemático, de manera que focaliza nuestro interés por las propiedades físicas del color y la línea, por una composición puramente mocional y sensualista. Justamente, es aquí donde reposa su lírica: en la coerción del movimiento y las vibraciones de los colores apastelados, en la tenue suspensión de los trazos, que algunos precian como estructuras sintéticas. Su reservorio es un ciclo intermitente. En 2000 vuelve a la figuración y en 2021 experimenta la neoabstracción. En ambos casos denota su madurez discursiva y unas veladuras de ensueño. Lo único inalterable en sus relatos visuales es el cambio.

11- ADRIÁN RUMBAUT RODRÍGUEZ (1973)

Adrián Rumbaut Rodríguez, el artista más seductivo de su generación.

Asoma entre los más penetrantes de la vanguardia plástica sureña, pese a que suele paralizarse en algunos temas y aparejos discursivos dedicados en lo esencial a cuestionar los vínculos entre la imagen, su representación y los objetos. Este proceso, que transita de la pintura al objeto y del objeto a lo bidimensional, jerarquiza en su obra el valor de la pintura segada, entretejida, horadada y empotrada en precisos espacios, como él mismo ha aseverado: “dejando de ser una superficie de representación solamente, convirtiéndose en un campo de experiencias plásticas donde el espacio y el propio espectador son protagonistas”. Su curadora habitual, Massiel Delgado, afirma que “Para Adrian Rumbaut, la obsesión por la pintura lo conduce a graficar la deconstrucción metodológica del proceso intelectivo de su propia concepción”.

En 1991 se titula como artista visual en la ENA y en lo sucesivo labra una extensa obra como pintor e instalacionista, que alcanza su clímax durante la etapa en el grupo Punto (1994-2021). Sus fabulaciones visuales poseían, en un principio, alguna holgura autorreferencial y pronto se consuman en aquella voluntad de indagar el arte y su tradición. El texto instalativo Escenas acorraladas (Otra ciudad, 2003) es su obra más explosiva y memorable. Adrián, igualmente, es el artista cienfueguero con mayor presencia en las bienales de arte de La Habana, el más importante creador de su generación.

10- ALEJANDRO MUNILLA MADRUGA (1999)

Alejandro Munilla Madruga, un creador que defiende el derecho a la transmutación.

Este graduado de la Academia de Artes Plásticas de Cienfuegos (Escuela de Arte Benny Moré, 2018) y actualmente estudiante del Instituto Superior de Arte (ISA) ha tenido un ascenso vertiginoso. Entre 2014 y 2022 se inserta en 21 muestras colectivas y dos personales, explorando con lucidez el lenguaje de la instalación (Linterna, 2016), (Nubes, 2017), la escultura (Cuando solo tienes un martillo, todos los problemas comienzan a parecer un clavo, 2017), (La historia contada a través de pedestales, 2018) y de la performance (El patriota inmaculado, 2017) (Túmulo, 2018), Tres horas de duración, 2018). En su quehacer persisten los tópicos que intiman con el arte y la existencia, los procesos que atañen a los seres humanos y el impacto social que estos producen, desplegando la realidad desde su propio escenario. Durante el deambular de sus experimentaciones suele utilizar materiales múltiples como el algodón, usual en sus esculturas blandas; objetos encontrados, cemento, grasa animal, etc.; todo lo cual ennoblece la naturaleza conceptualista de sus entelequias. Con frecuencia, este arriesgado creador se fijacomo actanteen sus relatos para convertirse en un sujeto capaz de modificar el objeto, concibe esculturas que insisten en revitalizar la historia, utiliza los símbolos en pos de trascender el pensamiento, sobre todo el ideario martiano, recuperar la identidad local, y se esfuerza en remover el sentido de la transmutación. Junto a Daniel Antón, es una de las figuras promisorias de las artes visuales sureñas. [Continúa]

* Agradecemos a los autores de algunas de las fotografías que ilustran los artículos, como Ildefonso Igorra, Antonio. E. González Rojas, Evelyn Walker y Juan Carlos Dorado, entre otros.

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Jorge Luis Urra Maqueira

Crítico de arte. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

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