Talemos la burocracia y la desidia, no los árboles

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Rosario Molina García se perdió en las ramas. Podemos afirmarlo casi literalmente. Cuando a inicios de octubre llamó por teléfono a la Empresa Municipal de Servicios Comunales para denunciar la tala de un árbol en su vecindario, jamás imaginó el tupido bosque de insensibilidades y absurdos en el cual se adentraba.

El 5 de octubre, alrededor de las 10:00 a.m., en la calle 25, entre 50 y 52 (en el Consejo Popular de Reina, en la ciudad de Cienfuegos), llegó una carreta con tractor, seis hombres y una motosierra. (…) Proceden a la tala indiscriminada del árbol; recogen la basura, las ramas, la madera y se deshacen de todo”.

Según cuenta Rosario en su carta a 5 de Septiembre ―luego de agotar las vías posibles y ser mal atendida—, “ese mismo día hablé por teléfono con el director de Servicios Comunales, formulé la denuncia y él me facilitó el contacto de la Delegación de la Agricultura para que los inspectores del Servicio Estatal Forestal (SEF) acudieran al lugar e investigaran el hecho”.

Apenas pasaron 24 horas cuando “el 6 de octubre —alega esta lectora― la compañera Hortensia fue al sitio de la tala, es decir, al lado de mi vivienda. (…) Ella me explica que estaba autorizada por una guía (forestal) y que, además, se cortarían todos los árboles de la ciudad para sembrar arecas. (…) Dijo que era un proyecto entre Comunales y Patrimonio”.

Rosario no lo confiesa, pero su misiva transpira la indignación tan grande que la embargó en ese momento. “¿Van a quitarle a Cienfuegos sus pulmones? ¿Usted sabe que esta es una de las urbes menos forestadas del país?”, preguntó. La funcionaria afirmó que tal problema solo existía en el reparto Hermanas Giral, del municipio cabecera.

Cuanto ocurrió después es digno de otro clásico de la cinematografía nacional sobre el burocratismo imperante en Cuba, a niveles inconcebibles. Sin todavía perder la paciencia, volvió a Comunales (el 7 de octubre) y el director negó conocer el aludido proyecto. De acuerdo con el testimonio de Rosario, llegó a decir que “está en contra de la tala de árboles, pero si la Forestal da la guía…”.

La última esperanza decidió ponerla en manos del Departamento de Atención a la Población, de la Asamblea Provincial del Poder Popular. Ello ocurrió el martes 11 de octubre y fue citada para el lunes 17, en el horario de la tarde. “Fui ese día, y el 18, 19 y 20, y en todas las ocasiones la persona encargada de atenderme no estaba o se encontraba en una reunión; y aún espero”, sostiene en su carta.

Esta vecina del Consejo Popular de Reina se cuestiona el motivo “especial” que llevó a Comunales ―con el presumible autorizo del SEF— a talar un árbol que, al parecer, por las precisiones suyas, inquietaba a “una ciudadana que no vive en Cuba, sino en Suiza”. Sin embargo, las preocupaciones de este periódico van mucho más allá.

Si bien es cierto que Cienfuegos necesita un análisis integral del arbolado urbano —así dicho por expertos en un reportaje que publicamos hace cinco años (De las ramas a las raíces)―, por los daños que algunas especies ocasionan en aceras, vías, domicilios y tendido eléctrico; cortarlos sin implementar de inmediato una estrategia de reforestación es como asesinarnos poco a poco.

Vivimos en una de las tres provincias con menor índice de boscosidad en Cuba y esto debiera saberlo quien represente al SEF ante cualquier ciudadano para no quedar en ridículo. Por tanto, en vez de talar, sin razón justificada aparente, lo visible tiene que ser la revitalización de las áreas verdes en el entorno citadino.

El relato de Rosario confirma también la persistente negligencia de quienes fungen como servidores públicos, acoplados a guías, orientaciones y reuniones, cuando les toca conectar más con los problemas e intereses del pueblo. Si la evasiva como respuesta emana de una máxima instancia, ¿qué nos aguarda en estructuras inferiores? Este es, desde hace tiempo, otro campo desforestado, donde igual precisa sembrarse una mentalidad renovadora, empática, consciente. Talemos la burocracia y la desidia, no los árboles.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

6 Comentarios en “Talemos la burocracia y la desidia, no los árboles

  • el 18 marzo, 2024 a las 10:27 pm
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    Buenas noches…
    Soy un residente de camaguey donde estoy sufriendo grandes danos debido al arboles que estan levantando mi tapia y parte de mi edificacion, escribo en esta pagina pues no encuentro en camaguey donde me hagan caso ya que fui al abogado y no sabe como proceder, me dirigi a comunale y dice que es suelo privado pues ellos solo actuan cuando es suelo estatal.

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  • el 4 noviembre, 2022 a las 10:29 pm
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    Hay talas y talas. Unas son necesarias para evitar problemas en situaciones de ciclón, por ejemplo, (miren lo que pasó en La Habana, y todo por no haber talado a tiempo a pesar de haber mediado ejercicios Meteoro y más); pero otras, como la que describe la señora que se quejó, son un crimen de lesa ecología. ¿Talar árboles para sembrar arecas en la ciudad? De veras, hay que estar locos para pensar en un proyecto así para Cienfuegos. Del otro asunto, mejor ni hablar. Para eliminarlo debe ser de raíz, porque mientras la burocracia tenga con qué, se aferrará a lo que sea con uñas y dientes. Felicitaciones al periodista.

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    • el 6 noviembre, 2022 a las 2:56 pm
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      El problema es que no se “poda”, que no es lo mismo que talar; los árboles y la burocracia, excelente trabajo, felicitaciobes al periodista y a este sitio web, por compartirlo

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      • el 12 septiembre, 2023 a las 12:31 pm
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        Escribo con desespero porque no existe conciencia alguna con la tala indiscriminada de los árboles, (recarco no es poda) vivo en Marianao, cuando me mude a la cuadra calle 33, se respiraba otro ambiente, habían árboles en toda la cuadra, ya hoy solo quedan dos los que están talando en este momento. Vivimos en una situación medioambiental crítica y se sigue destruyendo. En cambio la cuadra tiene 4 fosas y a pezar que se ha llamado,a los lugares correspondientes no vienen.

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  • el 4 noviembre, 2022 a las 12:40 pm
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    Tiene toda la razón estimado periodista. Uno de los mayores problemas que tenemos y no logramos erradicar es precisamente la burocracia y la desidia. En mi barrio, calle 29, entre 60 y 62, a unas cuadras del gobierno, desde hace unos años había una gran obstrucción. Lo cual hacía que vertieran por la calle de forma permanente agua albañal con todo lo que se podrán imaginar. Las casas tupidas e incluso a una vecina le brotaban heces por la bañadera. Una señora mayor que pasó como dos años bañándose en el pasillo de su casa. Ella propia señora no sejó en su empeño, le escribió incluso al presidente del país, y aunque el equipo de trabajo se comunicó con ella y dieron indicaciones en la provincia nadie del gobierno provincial vino ni siquiera a ver lo que estaba sucediendo. Solo se arregló porque ella logró que el director de acueducto y alcantarillado viniera a ver el problema. Éste lo tuvo que plantear en la reunión que se hace con el gobierno de la ciudad, era como si en el gobierno no supieran nada… es una vergüenza.
    Si me publican quiero aprovechar para felicitar al compañero director de acueducto que es un muchacho jóven. Ejemplo de todo lo que necesitamos en la ciudad. Gente fresca, que se preocupen por las cosas, por los problemas del pueblo y de la ciudad y que tenga de desos de trabajar y hacer.
    No me sé su nombre pero desde todos los vecinos del barrios queremos agradecerle públicamente. Incluso, incluso aún está viniendo a revisar porque aún el trabajo no ha culminado.
    Caso digno para un artículo tanto por la parte mala del problema que no tenía solución como por la parte buena de que gracias a su labor en 3 días se resolvió un problema de años y sin importar nada ni grandes inversiones.

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  • el 4 noviembre, 2022 a las 10:34 am
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    Todos estamos de acuerdo con Rosario, porque este problema peina canas en la ciudad.
    El colectivo ecologista de Cienfuegos Verde, enfrenta sistemáticamente la indolencia y la desidia de muchos ciudadanos con los árboles que con tanto esfuerzo ha sembrado en la zona urbana. Es lamentable que hasta los funcionarios preconicen este comportamiento con la ignorancia.

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