Vivir de los sentidos
Si nos guiamos por las neurociencias, el sexo atrapa a los hombres por los ojos y a las mujeres por las orejas. Según los proverbios, el amor entra por la boca, y la traición se delata porque huele a sospecha. Y si apelamos a culturas antiguas, quien no puede moldear una figura en barro, jamás despertará la maravilla en otra piel.
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