Raíces foráneas en la conservación y desarrollo del patrimonio local

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Tan sólidos como algunos de los majestuosos inmuebles del Centro Histórico Urbano, son los cimientos que sostienen la conservación del patrimonio en la Perla del Sur. Casi quince años después de fundada la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos (OCCC), en diciembre de 2007, la labor de salvaguarda encontró en los proyectos de colaboración extranjera una vía para recuperar viejos y deteriorados edificios, y echar a volar otros sueños.

“Ya en 2008 establecimos relaciones de trabajo con amigos extranjeros, y la primera donación recibida fue de la embajada de Canadá, consistente en un financiamiento para la adquisición de equipos informáticos. A esto se sumó también la Agencia Suiza para la Cooperación Internacional, Cosude, mediante un programa orientado a fortalecer nuestra capacidad de gestión”, apuntó Clara Elena López Pérez, jefa del departamento de Relaciones internacionales y Proyectos de colaboración de la OCCC.

Casi al unísono, otras asociaciones foráneas brindaron su apoyo para consumar ideas de mayor envergadura. Fue así, como Cuba Cooperación Francia devino pilar para la creación de la Escuela de Oficios Joseph Tantete Dubruiller, con el propósito de contribuir a la formación de obreros calificados para la restauración. Además del aporte monetario, este grupo realizó el primer donativo en especie: las herramientas para los talleres de la institución de enseñanza.

“Hasta hoy, Cuba Cooperación Francia siempre ha estado con nosotros. Con su concurso —afirmó López Pérez—, logramos la impresión de libros como El arte de los oficios renace en Cienfuegos, y luego del estimable texto histórico Cienfuegos, la Perla de Cuba, del cual se alista una edición en francés.

“Asimismo, financiaron la restauración de los mosaicos del teatro Tomás Terry, asumieron la compra del vestuario utilizado en la recreación del acto fundacional de la otrora colonia Fernandina de Jagua, y ahora participan en el proyecto del Aula francesa, que contará con un espacio en el Centro Cultural Palacio Leblanc. La intención es poder, igualmente, disponer de su ayuda para la gestación del Centro de Interpretación del Patrimonio, el cual ocupará áreas del Palacio García de la Noceda”, agregó.

En los últimos años, las contribuciones de otras agencias y entidades extranjeras han sido decisivas para el constante desarrollo de la Escuela de Oficios, el rescate de inmuebles y la materialización de iniciativas de aliento cultural. Entre estos actores sobresalen Weitnauer Group of Companies, de Suiza; Ferretería Unceta S.A. y Gonio S.L., ambos de España; y la ciudad estadounidense de Tacoma, todos con donativos que superan los miles de dólares.

“Otro rol protagónico desempeña el Instituto Italo Latinoamericano (ILA), a través del cual creamos un laboratorio de papel para la restauración de libros, y realizamos después un taller de madera. Más adelante, con la asesoría de sus profesores, efectuaremos un curso de restauración en piedra, cuyo ejercicio práctico serán los emblemáticos leones del parque Martí”, dijo López Pérez.

A tales empeños se adicionan las iniciativas del territorio en pos de la conservación del patrimonio cienfueguero. El proyecto de desarrollo local de la OCCC trasciende como la más reciente y de mayor impacto, pues permitirá a la Oficina obtener ingresos propios para llevar a cabo su quehacer.

“En él están involucrados el Palacio Leblanc, con el alquiler de sus espacios, y la realización allí de actividades culturales, peñas y tertulias; los recorridos patrimoniales que ofrecemos por la urbe, y la visita guiada a nuestros dos cementerios, que figuran entre las cuatro necrópolis cubanas con la categoría de Monumento Nacional”, señaló la jefa del departamento de Relaciones internacionales y Proyectos de colaboración.

López Pérez concluyó que cualquier valoración sobre la gestión de la Oficina del Conservador transita por el inestimable aporte de grupos, agencias y sociedades foráneas, partícipes de los esfuerzos por conservar la ciudad que fuimos y abrir nuevos caminos hacia el futuro.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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