Presidencia chilena demerita críticas sobre nueva Constitución
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El ministro de la Presidencia Giorgio Jackson rechazó hoy críticas respecto a que el mandatario Gabriel Boric descuida sus deberes para dedicarse a promover el plebiscito sobre la nueva Constitución.
Nos reclamaban antes de esta consulta que no gobernábamos, y ahora lo interpretan como una campaña por el «Apruebo» de la carta magna, declaró el funcionario a Chilevisión, en alusión al llamado Plebiscito Constitucional de Salida del 4 de septiembre.
“No tienen ningún asidero -precisó- porque la prescindencia que tiene un dictamen de la Contraloría sobre el tema alude a no ocupar recursos ni tiempo laboral para manifestarse por una opción específica. Y el gobierno cumple eso a cabalidad”, dijo.
Jackson recordó que el rol del Presidente es entregar el texto de la nueva Constitución para que la gente opte por el “Apruebo” o el “Rechazo”, según lo establecido en el proceso que condujo a su elaboración por una Convención.
El excandidato presidencial José Antonio Kast “le tiene miedo a que entreguemos la nueva Constitución”, expresó el secretario de la Presidencia en respuesta directa a una denuncia del Partido Republicano.
Uno pensaría –subrayó Jackson- que tanto a las personas que están por el Apruebo como a las del Rechazo les debiera gustar que entreguemos el texto constitucional, porque todos debemos constribuir a la distribución del texto de la nueva Constitución.
Chile afrontará el domingo 4 de septiembre el Plebiscito Constitucional de Salida, durante el que los ciudadanos marcarán una papeleta para votar por una de esas dos opciones opuestas del texto propuesto por la Convención.
La nueva carta magna entregada el 4 de julio al presidente Boric por la Convención constitucional de 154 miembros que la redactó durante un año de trabajo, declara a Chile como “un Estado social, democrático de derecho y plurinacional”.
“Este proyecto de Constitución y el plebiscito del 4 de septiembre no son ni deben ser un juicio al Gobierno, sino el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas cuatro o cinco décadas”, declaró entonces el Presidente.
Más de 15 millones de ciudadanos deberán votar de forma obligatoria el nuevo texto durante un término de dos meses, en una cita electoral coisiderada la de mayor relevancia en la historia reciente del país sudamericano. (Prensa Latina)
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