¿Por qué es el béisbol el deporte nacional? (IV parte y final)

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Los equipos sureños Cuba y Damují hicieron su entrada en el béisbol elitista citadino en 1889. La Habana y Remedios también tuvieron clubes que ostentaron por nombre de Cuba, como muestra de patriotismo. Las visitas de los clubes Bélico y Cárdenas en 1887 y 1889 respectivamente, propiciaron el establecimiento de redes interregionales. Dichas redes, como parte del entretejido sociocultural de la época, fueron promovidas por el asociacionismo deportivo, y beisbolero en particular, muestra de cómo se establecía el ideal moderno a través del juego de pelota. En la realización de aquellos intercambios sociales y culturales promovidos por el béisbol jugaron su rol las excursiones sobre rieles. Los equipos, directivas, comitivas y acompañantes se movían por los caminos de hierro establecidos para el trasiego azucarero. En su mayoría, trenes expresos fletados con precios asequibles de pasajes.

El auge beisbolero hizo retomar la iniciativa social de construir en Cienfuegos un hipódromo inaugurado el 22 de diciembre 1889. La construcción se llevó a cabo en la zona de Marsillán, en la otrora calle de Florida Blanca. La entrada para presenciar los juegos era por la arteria Independencia, también conocida como Malecón. La instalación contaba con gradas y asientos. El hipódromo se conoció también como Marsillán Park. Años más tarde, por causas desconocidas, sucumbió bajo las llamas.

El 27 de diciembre de 1889 se reunieron en la ciudad representantes de Santa Clara, Sagua la Grande y Cienfuegos, con el propósito de organizar el Championship de Las Villas de 1890. Los delegados de Cienfuegos, Santa Clara y Sagua para formar el Championship acordaron que se discutiera en doce juegos, o sea, cuatro series. Cienfuegos y Sagua la Grande abrirían las hostilidades el 5 de enero de 1890. Ambos equipos se enfrentaron según lo planificado. Sin embargo, aspectos organizativos conspiraron con el inicio de aquel campeonato. Lo anterior llevó en un momento a Cienfuegos y Santa Clara a plantear sus salidas del certamen.

Para 1890 ya se encontraban organizados en Cienfuegos varios equipos de béisbol; unos se mantenían y otros eran de nueva creación. Los blancos militarían en El Jabacoa B.B.C., El Colón B.B.C., Jagua B.B.C., y Fe B.B.C. Los negros por su parte, se mantenían en El Progreso B.B.C.

El Cienfuegos. B.B.C. reanudó sus prácticas en 1894. Una de las primeras iniciativas de dicho conjunto fue retar a los clubes de Santa Clara y Trinidad. La rivalidad con Santa Clara prosiguió. Para el día 28 de abril de 1895 se pactó un desafío en Cienfuegos entre los clubes Las Estrellas de Conyedo, de Santa Clara, y el sureño Jagua. Los visitantes le ganaron a los locales nueve anotaciones a cinco.

La Guerra Necesaria hizo mella en la práctica beisbolera regional. No fue hasta 1898 que se reanudaron algunos desafíos protagonizados por novenas del ejército de intervención norteamericano y peloteros locales. Los invasores poseían un campamento en las inmediaciones de Pasacaballos, donde crearon su equipo Columbia. Este se enfrentó a los sureños en partidos de exhibición durante los años de ocupación militar.

No fue hasta 1902 que se creara el club Yara. Nació en el terreno conocido como La Hortaliza, con su bandera roja y blanca, bajo la dirección de Catalino Hidalgo. Los jóvenes de las novenas Yara, Cienfuegos y Jagua acondicionaron otro terreno conocido como la Quinta Abreus. A los jugadores se unieron un grupo de aficionados para acondicionar la quinta. El objetivo de prepararla, era tener un espacio propio donde jugar pelota. Quedaba el béisbol para Cuba y los cubanos como un elemento propio de su identidad, sinónimo de cubanía y símbolo nacionalista forjado durante el siglo XIX y heredado por la subordinada República nacida en 1902.

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