Phantom Liberty, la sobrevida de Cyberpunk 2077

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CD Projekt RED conoce a la perfección el infierno. Concretamente el Cuarto círculo. Si alguien quisiera saber cómo es experimentar en carne propia lo que cuenta Dante Alighieri en La divina comedia, le podría preguntar al estudio polaco: su avaricia los tuvo ahí durante tres largos años. ¿La razón? El lanzamiento en 2020 de Cyberpunk 2077.

Sin entrar en demasiados detalles (contar todo cuanto ocurrió llevaría una edición completa del “5”, o puede que más), CD Projekt no pudo resistir la tentación de llenarse los bolsillos lo antes posible y lanzó al mercado un producto al que le faltaban años para estar listo. Este, el cual es un mal común en la industria, no alcanzó nunca un grado de desfachatez semejante. Tanto fue así que a Cyberpunk 2077 se le comenzó a llamar Cyberbug (el término bug, en informática, se emplea para referirse a cualquier tipo de error de software que hace que en un programa pase algo que no debería).

El lamentable estado en el que se estrenó la obra en cuestión y las revelaciones de crunch (en el mundo del videojuego, son aquellos períodos en los que los desarrolladores trabajan por encima de las horas estipuladas, normalmente para llegar a tiempo a una fecha acordada) por parte de la compañía durante la etapa final del proceso de desarrollo terminaron de enterrar la reputación de CD Projekt.

De la noche a la mañana pasó de ser una de las empresas más queridas y respetadas del medio (fama ganada gracias a la formidable trilogía de The Witcher, y a políticas amigables con el usuario) a convertirse, junto a Cyberpunk 2077, en habitantes del averno.

Es ahí, desde los más bajo, cuando creador y creación inician un arduo camino en pos de alcanzar la redención.  Paso a paso, actualización tras actualización, lo fueron recorriendo. El estreno de Phantom Liberty el pasado 26 de septiembre (unido a la versión 2.0 del juego, lanzada unos días antes) supone el final de ese trayecto y una conclusión feliz para ambos.

A la hora de hablar propiamente del título, es imposible no comenzar por su descomunal apartado gráfico. Con raytracing (técnica que se encarga de mejorar las iluminaciones, sombras y reflejos de los videojuegos) activado ya se vuelve algo inefable, pero es que sin esa tecnología sigue viéndose espectacular. No es solo una potencia gráfica bruta, sino que está puesta en función de una dirección artística magistral, lo cual se comprueba al recorrer los distintos escenarios de Night City (la metrópolis cyberpunk de los Nuevos Estados Unidos de América en la que se desarrolla el juego, en el año 2077).

Uno de esos escenarios se llama Dogtown, y fue creado para Phantom Liberty, única expansión que tendrá Cyberpunk 2077. Este nuevo contenido nos trae una historia de gran calidad (CD Projekt tiene alguna de las mejores plumas del medio y siempre están a la altura de los temas que tratan), llegando incluso a superar a la del juego base, la cual de por sí ya era notable. Además, le añade a esta última nuevos finales para el viaje de V (el jugador) y Johnny Silverhand.

La nueva aventura que viviremos la estelariza Idris Elba (en el papel de Solomon Reed), quien se une a Keanu Reeves (coprotagonista del título, en el rol del citado Silverhand) como las estrellas de Hollywood que prestigian a Cyberpunk 2077. El trabajo de captura de movimiento realizado es buenísimo, y permite apreciar las buenas interpretaciones que realizan, tanto Elba como Reeves.

Los nombres anteriores sirven además para comprobar los elevados valores de producción con los que cuenta esta obra. Ya quisieran muchas películas, series u otros videojuegos, tener en sus filas a John Luther; pero sobre todo al otro John… Wick.

El elevado presupuesto finalmente también se nota en lo jugable. Es una obra que ha mejorado muchísimo en tal aspecto. Todas las novedades que integra la versión 2.0 (nuevo sistema de policía, enfrentamientos con vehículos, cambios en netrunning, mejoras en la IA de los combates, rediseño completo de los árboles de habilidades, del cyberware…) lo hacen una experiencia más satisfactoria y cercana a lo que esperábamos en 2020.

Si bien es cierto que el combate subió de nivel, cuando llega el turno de los jefes finales se queda por debajo de lo esperado. No están mal; pero podrían haber dado más de sí. Mira que la música (el apartado del sonido en general es impecable) intenta que sea una experiencia plena, aunque ni con esas se consigue.

A pesar de unas peleas contra jefes no del todo satisfactorias, lo cierto es que es un juego tremendamente bueno y divertido. ¿Aquel con un hype desmedido que el estudio y la prensa nos vendió como el mejor de la historia, y que los jugadores creíamos que iba a resultar tal? No, jamás será eso. Pero el tiempo, el cual lo cura todo, ya sanó las heridas que provocó su lanzamiento. Lo anterior, sumado a todas las mejoras recibidas, convierten a este Cyberpunk 2077 de 2023 en una joya, que todo amante del videojuego debería probar.

En cuanto a CD Projekt RED, hoy día disfrutan de la segunda oportunidad que obtuvieron luego de su particular viacrucis. En un documental por el estreno de Phantom Liberty afirman haber aprendido la lección, y que en sus próximos proyectos no cometerán los mismos errores. Por el bien de ellos, de nosotros, del videojuego en general, esperemos que sea así. Desperdiciar tanto talento sería una tragedia enorme.

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