Pepino, ensalada para la salud

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Aunque muchos lo prefieren en el verano por sus propiedades hidratantes, el pepino puede ser una ensalada de todo el año. Esta hortaliza tan universal como beneficiosa es considerada de las básicas de la dieta mediterránea, aunque su cultivo en la India, país de origen, se conoce desde hace más de 3 mil años.

Según encuestas ocupa la cuarta posición en el ranking de preferencia de las verduras, a tal punto que en los dos últimos años su producción mundial ha batido récords, ante el crecimiento exponencial de la demanda.

IMPACTOS DE ASOMBRO

Además de los beneficios de la ingesta del pepino, está demostrado que constituye un poderoso aliado para la piel, ¿quién no ha utilizado alguna vez rodajas de pepino para reducir ojeras y bolsas de los ojos? Y resulta lógico que así sea, comoquiera que contiene una gran cantidad de nutrientes, desde vitaminas del grupo B hasta minerales como el ácido fólico, calcio, hierro o magnesio.

Estudios realizados sobre la cucurbitácea dan cuenta de que es muy buena para el cerebro, toda vez que  contiene flavonol, un antioxidante que favorece la conectividad neuronal. Por otro lado, actúa sobre enzimas inflamatorias como la ciclo-oxigenasa (COX2), en tanto ayuda a combatir el estrés.

En cuanto a su influencia en el sistema digestivo en general, mejora las digestiones, al tiempo de contribuir a regular el PH del estómago y combatir los reflujos. En esa misma cuerda, favorece la pérdida de peso al ser un alimento con pocas calorías y un alto contenido en agua, lo que le otorga efectos diuréticos.

Sin embargo, la lista de beneficios sigue pues, además, protege el corazón y previene la hipertensión. Contiene potasio, mineral que regula la presión arterial. En otro orden, estimula el sistema inmunitario, mientras, el contenido en vitamina C presente en el fruto contribuye a un mejor funcionamiento de las defensas naturales del organismo, y por tanto eleva el sistema inmune del organismo.

Expertos sostienen que la hortaliza posee efectos protectores frente a ciertos tipos de cáncer. Tal presupuesto lo defienden por el hecho de que contiene lignanos —fuente de los fitoestrógenos—que ayudan a prevenir el cáncer de mama y de colon, entre otros.

La cáscara del pepino debe aprovecharse en su totalidad, ya que es muy rica en fibra insoluble, al igual que la parte blanda interior que también aporta algo de fibra soluble, características que la hacen ser responsables de contribuir al correcto tránsito intestinal.

Los usos de esta popular verdura son muy variados a nivel culinario en la preparación de diversos platos como ingredientes principales para ensaladas, gazpachos, sopas, entre otros. También es muy común encontrar este alimento fuera de las cocinas como ingrediente importante en una gran cantidad de productos cosméticos, gracias a las vitaminas y el poder hidratante que tiene.

Las variedades de esta planta rastrera son diversas, y su clasificación se da en función del tamaño, forma y color de la cáscara. A continuación referimos los tres tipos más conocidas en el mundo:

Pepino corto: También conocido como pepino español o pepinillo, este alcanza una longitud máxima de 15 cm y un peso aproximado de 120 gramos. Se caracteriza por tener una piel de color verde con rayas de color amarillo; el uso más común de este tipo es para consumir en fresco y para la elaboración en encurtidos, por eso también se le conoce como pepinillo.

Pepino medio largo: Puede encontrarse en algunos lugares como pepino francés y por lo general poseen piel lisa y otras con ciertas espinas. En comparación con el español, el galo es más largo, llegando a alcanzar los 20 centímetros de largo.

Pepino largo: En algunas regiones del mundo es posible identificarlo en el mercado como pepino tipo holandés y se caracteriza porque es el más largo de todos, hasta a superar los 25 centímetros de longitud, y tiene piel lisa.

En todas sus variantes, el uso más extendido de la hortaliza consiste en ensaladas, y como cualidad adicional tiene la capacidad de combinar muy bien con cualquier ingrediente y además de agregar color, frescura, jugosidad a las ensaladas, también aporta mucha textura siendo muy agradable al masticar.

Ahora bien, si los pepinos que compraste en el supermercado no los vas a consumir de inmediato, debes saber conservarlos para que lo utilices en el momento que decidas en alguna preparación, y aún conserven su frescura con su textura crujiente y jugosidad característica.

Antes de almacenarlos, lávalos muy bien y retira cualquier impureza que pueda tener. Luego, sécalos con una toalla de papel para retirar el exceso de agua, ya que la humedad es un gran enemigo de las frutas y vegetales al acelerar su deterioro.

Es aconsejable guardarlos en la nevera, en el cajón inferior donde se conservan todas las verduras, preferiblemente introducidos en una bolsa que tenga flujo de aire; con el estuche se busca proteger los pepinos del gas etileno que producen frutas y verduras que podrían estar cerca.

Ojo, si sacaste un pepino para una preparación, pero no lo utilizaste en su totalidad puedes guardar la otra mitad cubriendo el extremo cortado con un poco de papel transparente e introduciéndolo en la bolsa con los otros, porque captan con facilidad otros olores.

Mi vecino me enseñó a encurtir esta deliciosa verdura. Luego de bien lavados, lo troceas e introduces en agua hirviente por cinco minutos. Más tarde los extraes y depositas en una solución de agua saturada en sal, y si prefieres con vinagre al gusto. Y a las dos horas más tarde ya puedes degustarlos.

Para algunas personas, sobre todo ancianas, la cáscara le dificulta su ingesta, así que otra forma de aprovechar las propiedades del fruto puede ser en consumirse en forma de agua, jugos o batidos. En los últimos años con la moda de las bebidas détox o jugos verdes, el pepino ha venido ganando terreno dentro de estas bebidas.

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