O’Bourke: Latidos irlandeses en la margen de Cienfuegos
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En coautoría con Carmen Rosa P. Ortiz
Una de las nomenclaturas exóticas que se escuchan en la ciudad de Cienfuegos es la de “O’Bourke”, pero sobre la cual se conoce muy poco, si solo nos quedamos con el nombre de la barriada homónima en la orilla norte de la bahía.
Su historia es bastante rica y su presencia en la Perla del Sur y en otras ciudades cubanas no resulta fortuita. Así lo hace constar Margaret Brehony, presidenta de la Sociedad para los Estudios Irlandeses en América Latina, en el libro de ensayos Irlanda y Cuba, historias entretejidas (2019), bajo el sello de Ediciones Boloña.
De acuerdo con la autora, este (que constituye una deformación del original Burke, junto a las variantes Beurg, Burgh o Bourg), es uno de los apellidos de linajes irlandeses que están asociados (junto a O’Donnell, O’Reilly, O’Callaghan, O’Halloran, entre otros) al proceso de “blanqueamiento” llevado a cabo en los territorios colonizados, durante el siglo XIX en América.
Dicha limpieza étnica tuvo como catarsis la explosión azucarera que vivió Cuba a mediados de aquel siglo, en la cual se incrementó la mano de obra negra esclava proveniente del continente africano en todos los ingenios y plantaciones del territorio. “Entre 1790 y 1810, la población de la isla casi se cuadruplicó, con el mayor aumento atribuible a la cantidad de esclavos introducidos durante este período de veinte años”, expresa la doctora en el volumen. Cambios estadísticos que la metrópoli española no vio con buenos ojos, por tanto, no fue raro que en 1817 se propugnara un informe fiscal que establecía pautas para el fomento de la población blanca en Cuba.
Si por un lado no se confió ciegamente en este proceder, ya que suponía también “una expresión de tendencias separatistas”, para los colonos criollos que defendían la esclavitud, una proporción demográfica blanco-negro iba a dilapidar de alguna manera el temor a una insurrección de cautivos.
Aquellos recién llegados a la colonia —que ya tenían una historia de vejaciones, huyendo de la opresión colonial luego de las guerras napoleónicas, desde 1803 hasta 1815— atravesaron el Atlántico en enormes cantidades, con énfasis hacia América del Norte. “De ahí se puede notar que se movieron entre los sistemas imperiales británico e ibérico en una coyuntura crítica en el desarrollo del capitalismo en la economía atlántica”, afirma la investigadora.
Arribar a la Cuba colonial en un momento en que la esclavitud estaba en su apogeo (1827-1841), le propició a los hibernianos adquirir posiciones elevadas en la jerarquía racial regional, partiendo de la mencionada estrategia para “blanquear” la población negra.
En este sentido, es John O’Bourke y Burke, un médico de Limerick, Irlanda, regente de la familia O’Bourke de Cienfuegos, “uno de los que reflejó algunas de las dramáticas transformaciones políticas y económicas que ocurrieron en la colonia y culminaron en las guerras de independencia”, alega Brehony, por un período de más de tres generaciones.
Llegado desde la vecina ciudad de Trinidad en 1820, contrajo nupcias con Nicolasa Palacios, de origen hispano, aumentando su estirpe con cinco hijos y cinco hijas. Todos ellos, con el tiempo, se unieron a casas comerciantes y de opulencia del territorio.
Sin embargo, algunos herederos de John O’Bourke, resonaron más que otros, sobre todo aquellos que apoyaron a las fuerzas locales en auxilio a la expedición de Narciso López, para liberar Cuba de los desafueros del coloniaje.
Con posterioridad, varios de ellos se unieron a las filas de las tropas que impulsaron la Guerra del 95, quienes —como observa Brehony— trasladaron el sentimiento anticolonialista desde la isla anglosajona hasta la ínsula caribeña.
Hoy, el conocido barrio de O’Bourke llega hasta nosotros como resultado de aquella casta de emigrantes, el cual fue una de las fracciones o lotes en las que se dividieron —luego de la independencia— las amplias fincas que poseía la importante familia.
Tierra anegada al mar, de pescadores, su calificativo es una memoria trascendente del pasado emigrante de Cienfuegos; apellido que perdura también en Marinas y Magdalenas, entre los epitafios de los panteones del Cementerio General de Reina de esta ciudad.
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Soy nieta de Gladys O’Bourke, descendiente de dicha familia y me gustaría investigar más sobre el origen y los descendientes de este apellido
DeArmas es otro de los apellidos asociados con O’BOURKE.
Necesito mas información de mi familia. O’Bourke, Palacios, Cabrera. Me pueden ayudar?
Muchas gracias.
Rosemarie O’Bourke.
¿Y qué datos sobre esos familiares le interesa recuperar?
Yo soy nieto de gladys o’bourke ella era natural de cienfuegos en el municipio de crucez
Soy Eduardo O’Bourke de la Habana y tengo 27 años en 2023…
que interesante sobre mis ancestros. Me llamo Talia Chavez-O’Bourke y Miguel O’Bourke Ramos fue mi bisabuelo el que creo el reparto O’Bourke☺
Gracias por dejar su comentario. Ojalá que algún día pueda el árbol genealógico de los O’Bourke reconstruirse totalmente, o se puedan unir las personas que aun llevan ese apellido aunque no tengan aparente relación.