Leer la Historia y la crisis de octubre del ‘62

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Volvió a sesionar la peña “Leer la Historia”, con el auspicio de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Cienfuegos, donde se reunió un grupo de combatientes y personas interesadas en conocer aspectos puntuales sobre la llamada Crisis de los misiles de 1962, que involucró a tres naciones, poniendo en jaque al mundo de la política internacional.

De primera mano se conocieron allí anécdotas y testimonios de varios combatientes e internacionalistas, quienes se vieron de alguna manera involucrados en la resolución del conflicto desde la trinchera cienfueguera, entre ellos, Alberto Vega Falcón, poeta, narrador y periodista, popularmente conocido como Veguita.

“Teníamos mucha ignorancia sobre lo que estaba ocurriendo en aquel período. Con el tiempo uno se fue dando cuenta de la magnitud del suceso y del gran peligro que corríamos todos. En mi caso fui movilizado en dirección a Arriete, con un batallón de campesinos, iletrados todos, y nos llevaron hasta unos bosques en la finca San Francisco y allí nos reconcentraron. Como oficiales –narró Vega Falcón– teníamos a unos compañeros brasileños que en varias ocasiones nos aclaraban que debíamos tener mucha cautela porque en la zona de Cartagena había muchos contrarrevolucionarios.

“A pesar de la incertidumbre, que la llamaría ‘romanticismo revolucionario’, fue una experiencia inolvidable y que nos da una idea clara de la sólida previsión de nuestros líderes, dígase Fidel Castro o Ernesto Che Guevara”, expresó Veguita.

La mencionada crisis abarcó el período comprendido entre el descubrimiento acá por parte de los Estados Unidos, de los misiles balísticos de alcance medio R-12 y R-14 de la Unión Soviética, hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la URSS, el 28 de octubre de 1962.

“Tenemos que transmitirle a nuestros jóvenes, a nuestros ciudadanos la grandeza de aquellos héroes, que colocaron el deber patriota siempre por delante. No solo Fidel, sino también Juan Almeida Bosque, nuestros líderes locales como Osvaldo Dorticós, Carlos Rafael Rodríguez, Emilio Aragonés”, afirmó casi al término Orlando García Martínez, presidente de la Uneac y gestor principal de la actividad.

En la peña se llevaron a debate los juicios de Fidel Castro y Che Guevara sobre la postura soviética de retirar los misiles sin consultar a la parte cubana, aun cuando fuese esta la decisión más sabia. “Es el ejemplo escalofriante de un pueblo que está dispuesto a inmolarse atómicamente para que sus cenizas sirvan de cimiento a sociedades nuevas y que cuando se hace, sin consultarlo, un pacto por el cual se retiran los cohetes atómicos, no suspira de alivio, no da gracias por la tregua; salta a la palestra para dar su voz propia y única, su posición combatiente (…)”, escribiría en su momento el héroe argentino al respecto.

Otras intervenciones especiales durante el encuentro en los Jardines de la Uneac, resultaron la de los combatientes Luis Ramírez, Clemente Cortés, Armando Cedeño, Juan Fernando Calcine García, este último, teniente coronel retirado de la Contrainteligencia Militar (CIM), ejemplo vivo de internacionalismo acá, con servicios ofrecidos en la URSS, Angola, Mozambique, entre otras naciones.

Como fuentes de los criterios ofrecidos allí, fue clave igualmente la promoción de los textos Peligros y principios, de Tomás Diez Acosta, Aproximaciones al conflicto Cuba–Estados Unidos, volumen compartido por Esteban Morales Domínguez y Elier Ramírez Cañedo, más Rubén G. Jiménez Gómez y el libro titulado, En octubre del ‘62. Cohetes nucleares en el Caribe.

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Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

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