La Amazonía sigue ardiendo y el humo se extiende hasta el sur de Brasil
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Tres estados sureños en Brasil, ya azotados por una intensa ola de calor, han reportado la presencia de una humareda en sus cielos, causada por los incesantes incendios dentro de la selva amazónica brasileña, donde se han registrado al menos 18.115 focos de fuego en lo que va de agosto, un aumento del 92% en comparación al año pasado
La Amazonia sigue ardiendo. Año tras año, los incendios en el ‘pulmón del planeta’ han protagonizado las grandes portadas mundiales, este 2024 no es la excepción, con miles de hectáreas selváticas siendo consumidas por los intensos fuegos dentro del Amazonas brasileño, que además de representar un problema en sí mismo, también representan una amenaza para la salud de las localidades aledañas.
“Para las personas que están cerca de las quemas es terrible, porque tienen que respirar el humo todo el tiempo. Por ejemplo, en Porto Velho, en Rondonia (al noreste), todos los años la ciudad tiene humo. Hay muchos casos de internaciones en hospitales porque las personas se enferman, porque están respirando el humo”, mencionó Cristiane Mazzetti, portavoz de Greenpeace Brasil.
Pero este año, la estela de humo provocada por los incendios, y sus respectivas consecuencias, no se queda en las cercanías amazónicas. Estados sureños como Río Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina han sido testigos de las nubes grises causadas por los grandes incendios en la selva, a pesar de encontrarse a kilómetros de distancia de los focos.
Para julio de este año, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) se reportó la mayor cantidad de fuegos en la selva desde el 2005, año en el que la Amazonia experimentó algunos de los incendios más intensos en su historia, según informó Greenpeace.
La deforestación y el cambio climático, los protagonistas de los incendios
A pesar del empeño del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva por detener la inercia de los incendios forestales, que fue permitida en gran parte por la administración de Jair Bolsonaro, algunas organizaciones de activistas ambientales remarcan que no es suficiente.
Según datos del INPE, el mes de julio reportó un aumento del 33,2% en la deforestación amazónica en respecto al mismo periodo del 2023, registrando aproximadamente 666 km² de bioma deforestado. Para Greenpeace Brasil, la deforestación, el cambio climático, y la quema de flora para la agricultura son los principales responsables de los intensos incendios selváticos, que son más constantes cada año.
“Estas imágenes ponen de manifiesto la necesidad de una mejor regulación del sistema financiero, que debería elevar el listón de sus criterios para evitar que la financiación fluya hacia los agricultores y las empresas que están asociadas a la deforestación y las quemas ilegales y que, por tanto, empeoran tanto la crisis climática como la de la biodiversidad”, sentenció Mazzetti.
La activista brasileña también subrayó que el Gobierno de Brasilia “debe intensificar las medidas de prevención de incendios”, con acciones como intensificar la regulación para la agricultura y “trabajar para aumentar la severidad de las penas para los delincuentes medioambientales”.
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