Inhumadas cenizas de combatientes del 5 de Septiembre en su Cienfuegos natal
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Ofrendas florales a nombre del líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez estuvieron presentes en el traslado e inhumación de los restos de los combatientes del 5 de Septiembre, Raúl Ignacio Chaviano González y Efrén Marciano Margolles Dueñas, en el Panteón de los Caídos por la Defensa, en el cementerio Tomás Acea de esta ciudad de Cienfuegos.
Junto a los familiares de los destacados revolucionarios, cuyas cenizas reposan definitivamente en el camposanto, y protagonistas de la heroica gesta septembrina estuvieron Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central y Jefe de su Departamento Ideológico, y Marydé Fernandez López, primera secretaria del Partido en la provincia, así como Alexandre Corona Quintero, gobernador de Cienfuegos, además de una representación de la dirección de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) en el territorio.
De la valía y méritos tanto de Chaviano como de Margolles, dio fe José Carlos Mora Font, quien por orientación del Moviniento 26 de Julio (M-26-J) sirvió de enlace entre los diferentes grupos que estuvieron en el epicentro de la heroica acción, en los alrededores del parque José Martí.
“Recuerdo, cuenta el hoy veterano militante, que Efrén estaba atrincherado en los altos de la drogería Cosmopolita y con el fusil entregado en Cayo Loco se batía contra medios y efectivos del ejército batistiano terrestre, incluso se enfrentó con valentía a la aviación enemiga.
“En tanto, Raúl Ignacio se posicionó en un punto estratégico, entre el Ayuntamiento y lo que en aquellos tiempos era la sede de la Policía, aunque también incursionó en los portales del Colegio San Lorenzo. Debo aclarar que ambos desde mucho antes pertenecían a células del M-26-J, comprometidas con el alzamiento”, precisó el también integrante de la columna 8 Ciro Redondo al mando del comandante Ernesto Che Guevara.
Poco después de rendir tributo a su finado esposo, frente al nicho que atesora sus restos, Rosa Argelia López Hernández manifestó su agradecimiento por tantas muestras de respeto a su compañero de la vida, Raúl Ignacio.
“Nos había pedido antes de morir que su cuerpo fuera cremado y las cenizas depositadas en su tierra natal. Hasta que la salud lo acompañó, jamás faltó a una sola conmemoración por los respectivos aniversarios del 5 de Septiembre”.
Entre las ofrendas florales también se encontraban a nombre de los familiares, el pueblo de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular y de la dirección de la ACRC. El sencillo pero emotivo homenaje, a cargo de la Unidad de Ceremonias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, constituyó una muestra de respeto de los cienfuegueros y todos los cubanos a los mártires y héroes del levantamiento popular del 5 de Septiembre en el aniversario 65 de la gesta épica.
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