En los entresijos del tiempo

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Zemeckis se equivocó. Viajar al pasado no requiere tener de amigo a un científico loco, ni conducir un DeLorean máquina del tiempo a 88 millas por hora. El proceso es mucho más sencillo que eso; tan solo debes dirigirte a espacios como el Archivo Histórico Provincial Rita Suárez del Villar (AHP), el cual posee el don de transportarte siglos atrás.

Esta institución, que cumplió el 19 de febrero 48 años de creada, tiene la responsabilidad de ser el centro rector de la actividad archivística en Cienfuegos, con el fin de facilitar la conservación, organización y servicio público del patrimonio documental con carácter histórico del territorio.

“No se concibe una investigación sobre temas ocurridos en el siglo XIX o en el XX sin nosotros”, aclara Alejandro García Rodríguez, especialista principal del Grupo de Procesos Técnicos (uno de los cuatro departamentos de trabajo con los cuales cuenta el centro, junto a Servicios Informativos, Conservación y Restauración e Información y Automatización).

Respaldan sus palabras los 33 fondos documentales que posee el Archivo, encargados de albergar escritos de los temas más disimiles acaecidos en Cienfuegos. Protocolos notariales (textos hechos por notarios y escribanos entre 1825 y 1986) es el de mayor cantidad de volúmenes; pero también disponen de Juzgados de primera instancia (lo caracteriza su diversidad; tratan delitos civiles, económicos, divorcios, demandas…), Cartografía y catastro (un censo de las fincas rústicas)y Actas capitulares (el equivalente a las actas de las asambleas municipales del Poder Popular). Estudiarlos en profundidad, a juicio del especialista principal, permitiría revelar aristas desconocidas de épocas pretéritas.

“La historia escrita aún no resulta suficiente –refiere–, al no abarcar todo cuanto contienen esos fondos. Protocolos notariales, por ejemplo, ostenta una gran cantidad de datos, capaces de reconstruir nuestras ideas acerca de esos tiempos. Y Actas capitulares descubre cómo transcurría la vida en aquellos tiempos, de qué se ocupaba el gobierno, cómo funcionaba. Detallan las preocupaciones fundamentales (el alumbrado público, el abasto de agua) de la sociedad colonia y neocolonial. Un potencial enorme se encuentra escondido ahí, a la espera de ser revelados”.

Desde Procesos técnicos se encargan de que los interesados accedan fácilmente a dichos contenidos. Su tarea consiste en ejecutar el procesamiento científico-técnico de los fondos y colecciones que atesoran, según sistemas y normas nacionales e internacionales. Empresa sin la cual serían muy difíciles de utilizar, pues carecerían de un orden; de ahí que pasen por las fases de identificación, descripción, valoración y finalmente la organización.

“Nosotros preparamos los documentos y la información con la que Servicios Informativos desarrolla su trabajo”, resume García Rodríguez.

Los fondos de la institución encierran un enorme potencial para investigaciones, aclara Alejandro García Rodríguez, especialista principal del Grupo de Servicios Técnicos.
“EL BOOM DE LOS ESPAÑOLES”

Emplean el AHP usuarios nacionales y extranjeros, quienes, a su vez, se clasifican en internos y externos. Los internos lo componen el personal de la institución; mientras que los externos se dividen en dos grupos: el primero lo integran las personas naturales y jurídicas que acuden en busca de copias parciales o literales para trámites legales. El segundo lo conforman estudiantes e investigadores ávidos de bibliografía con la cual desarrollar maestrías, doctorados, tareas de curso u otras actividades docentes.

En palabras de Arletys Piloto Ordóñez, especialista principal de Servicios Informativos, los dos últimos años registran un incremento notable en un tipo de público específico, el interesado en obtener la ciudadanía española. “Producto de la Ley de Memoria Democrática –señala–, promulgada por el Gobierno ibérico en 2022, hemos tenido un boom de personas que llegan al Archivo con el interés de obtener papeles que prueben la presencia de antepasados de la nación peninsular en el país.

“A ellas siempre se les informa que, como tal, el centro no cuenta con un registro de entrada de españoles a territorio cubano. En su lugar, trabajamos con una base de datos del fondo de Protocolos notariales, para la cual resulta necesario que traigan referencias exactas: el nombre del notario, la fecha y el número de escritura. De lo contrario, sería buscar una aguja en un pajar.

Si la indagación arroja resultados, el interesado recibe una certificación, probatoria de la estancia en Cienfuegos de ese familiar. “Esta certificación –aclara Piloto Ordóñez–, al ser para trámites de extranjería, luego requiere la firma de la directora del Archivo Nacional”.

De varias formas el Archivo les presta ayuda a los usuarios. En la imagen, Arletys Piloto Ordóñez, especialista principal del Grupo de Servicios Informativos, atiende a un cliente.
ESTADO CONSTRUCTIVO Y NUEVAS TECNOLOGIAS, RETOS PENDIENTES

“El estado constructivo es crítico”, expresa Risbel Suárez González, director del AHP, sobre el inmueble donde está ubicada una de las dos sedes de la entidad (sita en Calle 27 No. 5201, entre 52 y 54). Y añade: “Es de vital importancia llevar a cabo una inversión, porque los sistemas hidráulicos colapsaron. Esto, sumado a otras dificultades estructurales, atenta contra la conservación de los fondos”.

El deterioro de la edificación no constituye el único de los desafíos con los cuales debe lidiar el “Rita Suárez del Villar”. A lo anterior se le suman la falta de espacio para recibir nuevos fondos y el empleo de las nuevas tecnologías, apartado de notable trascendencia en la actualidad, y donde presentan logros, pero también inconformidades.

Acorde con los tiempos que corren, le conceden especial significación al accionar en redes sociales. Anabel Estrada de la Hoz, comunicadora de la institución, precisa: “El Archivo tiene perfiles en Facebook, X (antes Twitter), LinkedIn e Instagram. Tales plataformas dan a conocer cuánto hacemos aquí.

“Las solicitudes recibidas ahí son atendidas en nuestras cuentas de WhatsApp, Messenger y por correo electrónico. Ya se han puesto en contacto, incluso, personas de México, Estados Unidos, España, Alemania y Finlandia”.

Nuestra misión consiste en atesorar, organizar, custodiar y conservar la documentación de valor histórico del territorio, sostiene Risbel Suárez González, director de la entidad.

Sin embargo, la digitalización sigue muy por debajo de lo deseado. “Apenas logramos obtener 5 mil imágenes por año –manifiesta el director–, una ínfima parte de los fondos físicos. El proceso es muy rudimentario; se digitaliza con teléfonos celulares y con un escáner antiquísimo, el cual solo permite cierto tipo de documentos

“Almacenar esas imágenes, hacerle copias en diferentes dispositivos, también resulta complejo. Solo disponemos de un disco duro externos donde guardarlas. Si llega a romperse, perderíamos lo realizado”.

Con varios proyectos que tienen en marcha esperan solucionar las cuestiones mencionadas. “No obstante –opina Risbel Suárez González–, no podemos quedarnos de brazos cruzados, a la espera de que se concreten. Debemos seguir trabajando lo mejor posible, y cumplir así la misión de atesorar, organizar, custodiar y conservar la documentación de valor histórico del territorio, para de esa forma contribuir a mantener la memoria histórica de Cuba”.

Zemeckis se equivocó. En este edificio de nuestra propia ciudad, sin científicos locos ni máquinas del tiempo, podemos ir al pasado. Y regresar al futuro pertrechados de conocimientos.

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