El regreso de Trump y la llegada de una posible era de tinieblas para la humanidad

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 21 segundos

Llegó el “esperado” día en que asume el trono el primer presidente de la “gran nación”, quien antes de tomar posesión del imperio en decadencia, es declarado oficialmente delincuente por la mismísima justicia yanqui. El lunes 20 de enero, al medio día y cubiertos por la cúpula del Capitolio, Donald Trump, juró como el presidente 47 de USA.

Con Melania y sus hijos presentes, junto a otras 600 personas, destacan la presencia de los magnates Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Elon Musk (el gran poder de la comunicación de las redes sociales en sus manos), como símbolo de la enorme y cada vez más rápida concentración de las riquezas y de los monopolios, como uno de los rasgos más característicos del capitalismo y del desarrollo del imperialismo.

Además, como parte del séquito imperial, estuvieron presente líderes de la ultraderecha en ascenso, como el presidente de Argentina, Javier Milei, o la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, entre otros. Todo un festín de políticos de los distintos movimientos cercanos al trumpismo, al que se unieron el ultraderechista español Santiago Abascal, fundador y líder de Vox, y el polaco Mateusz Morawiecki, ex primer ministro y líder en el Parlamento Europeo del grupo Conservadores y Reformistas. Afuera, donde las gélidas temperaturas del día hacían insoportable la toma de posesión del presidente, millones de trumpistas de determinadas capas de la sociedad desde sus hogares, se suman al jolgorio, poniéndose también del lado de la burguesía y el fascismo, contra el resto de los trabajadores.

“La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo”, fue lo primero que aseguro, después de prestar juramento con dos biblias: la suya y la de Lincoln. Era Trump, siendo Trump. Ante los libros sagrados prometió (dicen que con los dedos cruzados como en su primer mandato) proteger la Constitución estadounidense.

También ha jurado cargo J.D. Vance, convertido en el primer vicepresidente de la generación millenial y en el tercero más joven de la historia, después de John C. Breckinridge. El mismo político que aseguraba en 2016 que no era “un chico Trump”, cuando se atrevía a llamar al ahora presidente, “el Hitler estadounidense”. Bueno, con el brazo erguido, en señal inequívocamente hitleriana, saludó Musk.

Por su parte, Donald en su discurso posterior al juramento, delineó las políticas de su administración para los próximos cuatro años. En ellas destacan las doctrinas de  expansionismo imperial; la apuesta por leyes del siglo XVIII en su afán por mostrar una línea dura desde el primer día contra la inmigración; acciones para controlar la inflación y la imposición de aranceles a importaciones.

De sus declaraciones y acciones posteriores, que hicieron que el mismo frío que había fuera del Capitolio se colara también en algunos hogares del planeta, incluido los de Norteamérica, resumo algunas:

-Firmó una serie de medidas en sus primeras horas como presidente, la que anuló la orden presidencial bastante tardía e hipócrita de Joseph Robinette Biden Jr, que excluía a Cuba de la lista infame de países patrocinadores del terrorismo, a solo seis días antes de que el personaje que la aprobó asumiera de nuevo el poder.

-Firmó medidas centradas en la “seguridad fronteriza” y la inmigración. Dice que será su principal prioridad. Trump quiere acabar con el derecho de asilo y de ciudadanía por nacimiento. Además, ha declarado el retorno de millones de extranjeros indocumentados a sus países de origen y la detención inmediata de inmigrantes ilegales. Ya envió el ejército de los Estados Unidos a la frontera con México, argumentando emergencia nacional.

-Aunque parezca de locos, Trump reiteró su promesa de que trabajaría para que EE.UU. recupere el Canal de Panamá; mencionó que cambiaría el nombre de Golfo de México al de Golfo de Estados Unidos (Gulf of America, en inglés) y ha declarado que Canadá debe convertirse en el estado número 51 de los Estados Unidos, además de que comprará Groelandia. La expansión del imperio y la conquista de nuevos territorios ricos en recursos naturales.

-Trump eliminará los programas federales de diversidad de EE.UU. y reconocerá solo “dos sexos”.

-Buscará “tomar medidas enérgicas” contra quienes ofrezcan “santuarios a criminales” y el uso de la ley de enemigos de 1798 para combatir pandillas y grupos criminales. Trump ha declarado terrorista a la banda delincuencial venezolana el Tren de Aragua.

-Impondrá aranceles a las importaciones extranjeras e impuestos a otros países, en una decisión que buscaría, según su programa, enriquecer a “los estadounidenses”. Dice que impulsará las industrias de petróleo, gas y energía y frenará los esfuerzos del expresidente Biden por acelerar la industria de los vehículos eléctricos.

Regresa Trump para otros cuatro años, en el mismo Imperio y con las mismas doctrinas de siglos anteriores.

-La de rehacer el mundo a imagen y semejanza de los EE.UU., pues según él (y muchos políticos allí) es decisión de Dios de encomendar a los yanquis la consecución de esa misión.

-La doctrina que consideraría a América Latina y el Caribe como territorio para expandir los intereses comerciales de los Estados Unidos en la región, adicional a su propósito original, de mantener la hegemonía europea fuera del hemisferio. Ahora le suma otros territorios al norte y a China.

-La que considera una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. los lugares en el mundo donde existe el comunismo, a la que desde hace 20 años han sumado, con doble rasero, el derecho de tratar como terroristas a los países que abrigaban o dan ayuda a grupos terroristas.

Foto: Tomada de la página de Facebook del caricaturista Adán.
Foto: Tomada de la página de Facebook del caricaturista Adán.

 

Donald Trump parece dispuesto, tal nuevo Nerón, a salir a su balcón dentro de cuatro años tocando la lira después de incendiarlo todo, en nombre de “Make América Great Again” (Que Estados Unidos vuelva a ser grande)“.

La edad de las tinieblas podría haber llegado a nuestro planeta este 20 de enero.

Visitas: 52

Andrés Martínez Ravelo

Ingeniero civil. Miembro distinguido de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *