El mejor año de la CPA 26 de Julio: “cada quien recoge lo que siembra”

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Más de 2 mil toneladas de caña por encima de lo planificado entregará la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) 26 de Julio, del municipio cienfueguero de Abreus, a la Empresa Agroindustrial Azucarera 14 de Julio.

“En casi 42 años de fundada la CPA, esta es la mejor zafra de la historia, porque logramos cumplir la tarea a más del 140 por ciento de acumulado. El rendimiento está por encima de las 25 toneladas de caña por hectárea. No es escandaloso, pero a partir de la situación actual y teniendo en cuenta que el resto de las unidades están por debajo de eso, entendemos que es aceptable”, aseguró Arturo Moreira Ramos, presidente de la “26 de Julio”.

A varios factores atribuyó Moreira Ramos el resultado de este año. “El colectivo se ha mantenido unido, con un buen sistema de estimulación y de pago”, dijo. La caña generó ingresos a la CPA por encima de los 8 millones de pesos.

También la eficiencia desempeñó su rol, a pesar de la carencia de piezas de repuesto para la maquinaria de corte. “Ellos han logrado innovar y salir adelante; han recuperado hasta las coronas de transmisión de la combinada”, un proceso que incluyó armar dicho dispositivo a partir de partes utilizables de otros, que ya habían sido desechados.

Un paso más hacia el éxito fue la creación de once colectivos laborales. “El 100 por ciento de la caña que tiene la CPA está en manos de esos colectivos”.

Al calor de las medidas

Aliuska Moreira, jefa de Producción de la CPA, confirma la efectividad de la medida, incluida en un paquete de 93 disposiciones aprobadas por el Gobierno cubano para estimular la producción en este sector.

“En casi dos meses que tienen de creados vemos cómo ha habido un cambio en el pensamiento de los cooperativistas, en la intencionalidad de su trabajo. Se convierten en cuidadores de la calidad”, afirmó.

En uno de los años más difíciles de la agricultura cañera en Cuba, la junta que representa a los 127 socios de esta organización continúa enviando caña a los basculadores de la industria, sin descuidar el futuro. Confirman aquí que será posible plantar de caña las 250 hectáreas previstas para la campaña de frío e incluso, superar esa cantidad.

Soberanía alimentaria

Aunque la CPA mantiene la agricultura cañera como actividad principal, sus asociados expanden las líneas productivas a tono con el contexto cubano, cuando en el país ha comenzado el debate en torno al Proyecto de Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Sobre el tema hay consenso en la “26 de Julio”, pues “siempre defendimos el principio de autoabastecernos de alimentos, tanto a los cooperativistas como a sus familiares, así como a la comunidad”.

La organización contabiliza hoy 359 cabezas de ganado y desarrolla un módulo pecuario que “cuenta con cerdos, patos, gallinas, chivos y carneros.

“Tenemos soberanía alimentaria en el arroz, en el frijol, en las viandas y los cárnicos; a partir del módulo y a partir de este año tenemos derecho a sacrificar toros, por los cumplimientos en la entrega de carne”, precisa la jefa de producción.

“En todos sus días de zafra, el pelotón de la CPA no ha dejado de tener plato fuerte, vianda, ensalada, y sus meriendas”.

Para cerrar el ciclo productivo, la mini industria La Guajira procesa encurtidos de vegetales y dulces de frutas que se venden por toda la provincia.

Beneficios sociales a la vista

Durante años se ha trabajado aquí para que el desarrollo económico-productivo vaya aparejado a beneficios sociales que mejoren la calidad de vida de los pobladores en la comunidad.

Con ese objetivo funciona la Casita Infantil, única experiencia de su tipo en la Isla, donde se protege y educa a los más pequeños mientras los padres trabajan. De igual modo, se han instalado paneles solares en las viviendas y en la mini industria,  y vinculado al mismo Proyecto de Desarrollo Local, se cuenta con triciclos eléctricos para la transportación de los adultos a las áreas de labor y a los más pequeños a las escuelas. Más recientemente, se emprende la terminación de “un parque infantil y de la casa de abuelos”.

Adelanta además el líder de la CPA que, más de 20 años después de que el movimiento cooperativo dejara de construir viviendas, “ahora tenemos ocho casas asignadas. Eso es un elemento importante, porque con estas, generamos beneficio social y al mismo tiempo, estamos sentando bases para estabilizar la fuerza de trabajo”. Detener el éxodo de los campos a la ciudad constituye uno de los grandes desafíos actuales de la agricultura cubana.

Sin embargo, por mucho que se diversifiquen las líneas de acción, para los integrantes de la CPA, el desarrollo cañero continúa siendo prioridad.

Durante las últimas décadas la CPA logró frenar el decrecimiento del cultivo y poco a poco han ido rescatando nuevas áreas. En unas 300 hectáreas, actualmente cubiertas de marabú, identifican ahora el fondo de tierras para el crecimiento. “Hemos cumplido el plan de siembra de caña tres años consecutivos y así queremos seguir avanzando. Nos proponemos llegar hasta las mil hectáreas”, enfatizó hace poco Moreira Ramos.

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