El infortunio de las aves

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La Cooperativa Ornitológica de Cienfuegos nació con las alas cortadas. Su gestión comercial en tres años se reduce a conflictos, carencias e ínfimas utilidades que apenas alcanzan para distribuir entre los socios, sin aportarle beneficio alguno al Estado. No es un negocio rentable y desde la arrancada era predecible el fracaso.

“Si lo vemos en un sentido amplio, hoy sus resultados no admiten la cantidad actual de cooperativistas (60) en relación con el nivel de operaciones, reconoce Andrés Marrero González, administrador. Las utilidades que nos repartimos son pocas, alrededor de 500 pesos (CUP), debido al bajo nivel de ventas.

“Incluso, según disposiciones del sistema tributario, cada cooperativista debe obtener ganancias superiores a los 10 mil CUP como mínimo, pues a partir de esa cifra se realiza el aporte a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (Onat). Nosotros estamos muy lejos de llegar ahí”.

Aunque su propósito fundamental consiste en la comercialización de aves con destino a la exportación, además del expendio de alimentos, jaulas, medicinas y otros insumos, la participación de intermediarios y las responsabilidades contraídas con la Asociación Nacional Ornitológica de Cuba (Anoc), entorpecen la actividad lucrativa.

“Carecemos de condiciones para vender aves; las que compramos —cacatillos, canarios, baberos, ficheris, gorrión húngaro, entre otras— van al exterior a través de la Cooperativa Ornitológica de Cuba Importadora y Exportadora (Cocimpex), radicada en La Habana, explica Juan José Socorro Díaz, presidente de la entidad cienfueguera. Por lo tanto, puedo acopiar mucho, pero si La Habana no compra…

“Tampoco entra suficiente mercancía en cuanto a comida y útiles que posibiliten alcanzar grandes utilidades al término del año, sobre todo porque tanto a cooperativistas como asociados se les vende a precios módicos por orientación nacional, no se establece oferta y demanda. Por ejemplo: les vendo el maíz a 0.70 centavos CUP la libra y en la calle lo consigo a 2.50”.

Visto así, la existencia de la Cooperativa no tiene ni pies ni cabeza si consideramos que su potencial de clientes implica a los propios socios y miembros de la Asociación, quienes deciden en asamblea el costo de los productos a adquirir por ellos mismos. Y por supuesto, en ese círculo vicioso también cabría preguntarse: ¿a quién más le interesa la ornitología?

“Al Gobierno nosotros vamos, dialogamos, pero no tiene poder de decisión para entregar ningún tipo de recurso. Solo nos dice, ve a tal reunión, ve a… En el caso nuestro, la Agricultura constituye el órgano de relación, el delegado ha mostrado disposición, y hasta ahí. No hay un gran apoyo, es relativo”, afirma Marrero González.

“Realmente, aquí carecemos de un vínculo directo, excepto por el maíz, el trigo y la soya que nos dan por asignación nacional, agrega Socorro Díaz. El resto lo buscamos mediante contactos con unidades agropecuarias, en ocasiones fuera de la provincia”.

Si bien las cooperativas no agropecuarias surgen bajo el principio de autonomía económica, en el caso de la Ornitológica de Cienfuegos nunca lo fue. Apareció por una directiva nacional, sin tomar en cuenta la voluntad o no de los futuros socios. De cualquier forma debía existir y alguien tendría que tomar las riendas.

“Yo hubiera preferido seguir como antes, porque ahora son dos entidades para realizar lo mismo que en otro momento efectuó la Asociación, cuando sí vendía, tenía su tienda. Por diversos motivos se transfirió dicho encargo a nosotros, argumentando que las organizaciones no gubernamentales no pueden comercializar”, apunta el presidente.

De este modo, la Asociación Ornitológica de Cienfuegos quedó destinada a potenciar el desarrollo ornitológico, la cría de aves en cautiverio, exposiciones, peñas educativas y competencias, sin pretensión económica alguna, a la espera del éxito de la gestión cooperativista para subsistir. Al final, ni una cosa ni la otra. Hoy varios asociados piden la baja ante el infortunado vuelo del negocio.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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