El bostezo, los atrasos y la calidad del agua en Cienfuegos

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En agosto del 2018 el sistema de abasto de agua a la ciudad de Cienfuegos colapsó; varias de sus fuentes hídricas estuvieron en compleja situación, lo cual generó una estrategia a nivel central para su recuperación. Hubo familias con más de 25 días sin que ni una gota saliera por la llave.

El cambio de 555 metros de tuberías en el primer tramo de la conductora de Paso Bonito, la erradicación de dispositivos conectados ilegalmente a la red hidráulica, además de la sustitución de válvulas y el sellado de salideros, le entregaron al pueblo un mejor panorama al cierre de 2019. Sin embargo, la calidad del agua quedó asentada en el fondo de la presa, en la tinta que garabateó el papel institucional bajo el eslogan futurista.

En noviembre del 2018 la Vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros, Inés María Chapman, chequeó la situación del sector hidráulico en la provincia y allí comprometió a los dirigentes del territorio a rescatar los doce filtros en la planta de Paso Bonito, de la cual se sirve el 63 por ciento de los cienfuegueros; de ellos, solo cuatro funcionaban en ese momento, limitando la capacidad de tratamiento del líquido.

Durante la propia visita, las autoridades provinciales del sector dijeron que para los 200 años de fundada la colonia Fernandina Jagua debían estar en funcionamiento. También tomaron muy en serio la construcción de una toma flotante para captar el agua superficial de la presa, y así entregar un agua con índices inferiores a las 40 unidades de turbiedad, algo que pasa en varias temporadas del año, y que viola lo establecido por la norma cubana.

El tiempo pasó y mayo revolvió con sus lluvias todo cuánto se ha dejado de hacer… “resulta inadmisible que esté llegando el agua de Acueducto tan sucia o cochina luego de que el problema mejoró. ¿Los filtros no sirvieron? Eso da pena y asco en el centro histórico. ¿Y la toma flotante?”, escribe al periódico un lector indignado por la coloración del agua en estas últimas semanas, la cual no solo deja insatisfacciones continuas en la población, sino en los turistas que han visitado la red hotelera del municipio cabecera, como si la economía pudiera darse el lujo de complicarse en este sector.

“Para completar el proceso tecnológico de la potabilizadora Paso Bonito hemos restituido su material filtrante. Al cierre de 2018 habían inhabilitado 8 filtros y ahora los doce están con su zeolita, ello tendrá incidencia en la reducción del manganeso a largo plazo (…) No todos están trabajando, hay seis en mantenimiento aún (…) El proyecto inicial para captar el agua de la superficie de la presa se modificó por uno más viable y ahora se necesitan 120 metros (m) de tuberías de 1000 y 320 m de 900 que no las tenemos porque el país tiene dificultad para adquirir las materias primas en Europa”, explica Yosvany Rubí Bazail, delegado en Cienfuegos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Desde enero existía la carta a instancias centrales con la necesidad de los recursos para comenzar este último proyecto, según explica Rubí Bazail. Sin embargo, hasta la fecha el programa de ejecución solo habita en la tinta que garabateó el papel institucional y nos vuelve a caer la temporada lluviosa encima sin que ninguno de los dos principales atenuantes para mejorar la calidad del agua haya tenido un final feliz.

A ello agregar que aún en la conductora de Paso Bonito ocurre un episodio totalmente surrealista, punzante incluso: al agua tratada en la planta se le agrega un 30 por ciento (300 l/s) de cruda antes de salir rumbo a la ciudad para así garantizar los 900 l/s que demanda Cienfuegos.

El manganeso, mineral que causa la coloración café-negra, no causa problemas de toxicidad; sin embargo, cuando los niveles de concentración de estos elementos se encuentran por arriba del valor límite producen problemas en el uso del agua.

Casi nadie se queja el abasto, ahora la tempestad vive en la acumulación de nubes que impiden un despeje sobre la calidad del preciado líquido, nada nuevo para quien ha vivido en esta ciudad por más de 40 años, pero ahora agravado. Hubo buen ritmo en los arreglos, pero luego llegó el bostezo, los atrasos… y la calidad del agua sigue en el fondo de Paso Bonito, tan igualita.

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Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

Un Comentario en “El bostezo, los atrasos y la calidad del agua en Cienfuegos

  • el 14 mayo, 2019 a las 1:22 pm
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    Por qué los directivos de Recursos Hidráulicos, no hicieron uso de los medios de comunicación para informar de los nuevos problemas que inciden en que hoy el agua llegue cada día más sucia?
    Evidentemente cuando estuvo la Vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros Inés María Chapman, la necesidad de 120 metros (m) de tuberías de 1000 y 320 m de 900, se desconocía.
    El presidente cubano reitera casi a diario la necesidad de que los cuadros tengan sensibilidad, quiero eso decir que existen cuadros en Cuba insensibles?
    A “mover la mata” porque lo que no sirve, se bota, pues tal parece que se le hace competencia a ver quién le hace más daño al pueblo, en lo interno.

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