Día Mundial contra el Cáncer de mama: la lucha que no cesa
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“Hablar de cáncer ya no da miedo. Es una enfermedad que se supera. De aquí se sale y se hace con una sonrisa”. Con tal mensaje varias mujeres batalladoras contra la enfermedad infunden aliento a otras de todo el mundo que viven su misma situación o tienen familiares con cáncer de mama.
Mas, para salir airosas de esa lucha que no cesa, urge intensificar la labor de prevención de los factores de riesgos, aspectos acentuados en Cienfuegos este 19 de octubre, cuando la provincia se suma a la observancia del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una jornada diseñada para crear conciencia sobre el imperativo de algunas prácticas que podrían marcar la brecha entre la vida y la muerte.
De acuerdo con la Dra. Ada Elva Suárez Rodríguez, coordinadora del Programa Integral de Control del Cáncer en el territorio, cada año un gran número de personas fallece debido al cáncer de mama, problema no solo de salud, sino también social que incide, además, sobre los niveles de morbilidad en la población.
“Durante 2016 representó la segunda causa de muerte en Cienfuegos (la tercera en Cuba), con una incidencia de 122 a 130 mujeres como promedio y tasas de 59,2 por 100 mil habitantes. La principal dificultad radica en los factores de riesgo. Por ello aprovechamos la jornada para que las personas conozcan cuáles son esos elementos relacionados con la aparición de dicha patología.
“La intención es modificar estilos de vida, lograr calidad, que la población aprenda a realizar el autoexamen y acuda al médico ante una lesión, pues los diagnósticos tempranos conducen a una sobrevida mayor. Hemos tenido resultados favorables con respecto a la cifra de casos diagnosticados en etapas tempranas, y este año nos proyectamos hacia una mejor calidad de los recursos humanos y los procesos hospitalarios”, expresó la facultativa.
Entre los factores de riesgo mencionó al tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, las dietas no sanas, la menarquía precoz, las que no tienen hijos durante toda su vida, el uso de anticonceptivos por tiempo prolongado y a edades no acordes, junto a la predisposición genética.
Aunque la incidencia por edad se ha comportado por lo general entre los 50 y 60 años, en los últimos tiempos las estadísticas se han movido hacia abajo, al registrarse casos de 34 y 32 años.
Según afirmó Suárez Rodríguez, en el país, gracias al desarrollo de la biotecnología, ahora es posible un tratamiento a la paciente aún más personalizado, en dependencia del resultado de las pruebas.
La especialista también instó a la promoción y prevención en los hombres, porque si bien la incidencia en ese sexo es menor, la enfermedad desencadena en ellos de una manera más acelerada e invasora.
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