Cué Echemendía: revisionista y contemplativo

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Nos queda claro que el perfil fabulatorio de Raúl Cué Echemendía es el abstractivismo. Por mucho tiempo el artista ha venido ventilando un tipo de abstracción que, aunque suele ponderarla materia expresiva de la pintura y el dibujo, insiste en los referentes motivacionales; en este caso, de los espacios arquitectónicos u urbanísticos. De manera que, sus producciones entremezclan las colaciones del color y la mancha con formas tímidamente geometrizantes, tratando de construir relatos direccionados por títulos que suelen indiciar esos referentes o espacios encontrados a través de coordenadas o señales concomitantes, ronzando incluso las marcas poéticas. Esta práctica ha connotado la novedad de las obras cuesianas, reclamando seriaciones que coquetean con una figuración sin obviedades, muy próxima a las instancias del conceptualismo abstractivista.

Revisionista y contemplativo, título de la muestra personal que cuelga en los muros de la Galería de Santa Isabel, transparenta dos sentidos: el primero, extradiegético, toda vez que el artista (recién graduado en la Universidad de las Artes, ISA, 2021) persiste en estacionar cierta conflictividad filo-estética en medio de una expresión vilipendiada por su aparente e histórico desligue de la realidad. Claramente, ofrece una mirada pospandémica al tratamiento que recibe el arte abstracto, tratando de situar variantes creativas que impugnan las profusas y reducidas visiones puristas en torno al género, aportando cierta tonalidad previsora; en especial, por la “narratividad de sus abstractivos,tal como puede apreciarse en Coordenadas, una serie que nos remite a espacios auténticos y todo un proceso que inicia con el hallazgo, prosigue con la evidencia (gracias a la fotografía y la expansión de las cartografías satelitales), luego con el uso del lenguaje y la síntesis visual y, finalmente, a través de la exposición de la obra terminal. Para Cué el revisionismo en el arte no es un trance negativo, sino una posibilidad para la agudeza, en tanto revisa críticamente el relato en torno a la abstracción y lo protege de cualquier embate.

De la serie Buscando en el polvo de Dios.

Al mismo tiempo, el pintor se “abjetiva” (obsérvese como el intitulado signa al autor, no a las obras directamente) como contemplativo, a modo de sarcasmo, pues el término tiene un registro anfibológico, que le permite jugar con varios significantes. Por un lado, como reflexión atenta y demorada de una realidad que se vierte gozosa y sosegada; por el otro, como un estado espiritual en los individuos que se extienden en el silencio mental, como sucede en la contemplación cristiana. No es fortuito que en la serie de dibujos Buscando en el polvo de Dios se instalen ciertas impresiones abstractivas que aluden a esta seducción divina en el camino de la vida. Justo, el cigüeñal para el hombre es la contemplación como anticipo y apresto de su plenitud, lo cual le hace sobrevivir a la espera de la vida futura. Los dibujos, inmersos en la monocromía, nos arrastran a una mar de detalles concebidos a lápiz martol o enigmáticas micro realidades que sugieren el espíritu del universo urbanístico.

No escasean las obras ensayísticas que traslucen la imaginería de Cué y sus dominios sobre el color y la composición, la riqueza de las texturas, la armonía entre los trazos y las manchas, la sugestividad de sus geometrizaciones; tal como se aprecia en otras series: Apuntes geometrizantes y Lugar X, asumidas como oficios de estilo, ensayísticos y académicos, y la cínica Cuando nos la damos de intelectuales y escuchamos reggaetón, donde establece con no menos sarcasmo conexiones culturales y preceptuales entre la creación popular y la llamada alta cultura, al modo de las pinturas: Visita de Nicky Jam al Clyfford Still Museum en Denver, Sean Scully pierde su geometría al conocer la música de Sech o Maluma reinterpreta a Mondrián.

De la serie Apuntes metodológicos.

La muestra, probablemente la más copiosa de su tipo en la historia del arte abstracto en Cienfuegos, es toda una oportunidad para confraternizar con una expresión que aún se renueva y constata a gritos su espíritu de cambio.

Maluma reinterpreta a Mondrián.

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Jorge Luis Urra Maqueira

Crítico de arte. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

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