Constitución de Guáimaro resplandece en la historia

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Otro 10 de abril y la historia resplandece con el aniversario 155 de la firma de la Primera Constitución de la República de Cuba en Armas, acontecimiento que marcó un hito histórico en la lucha por la independencia de Cuba donde representantes de varias regiones del país se reunieron para discutir y establecer las bases de un gobierno provisional para la isla.

Foto: Barbara Cortellan Conesa
Foto: Barbara Cortellan Conesa

Este hecho es recordado como un momento trascendental en la historia de la patria, que inspiró a generaciones futuras a seguir  luchando por la libertad y la justicia social. Allí donde nació la Constitución de Guáimaro eligieron a Carlos Manuel de Céspedes como el Presidente de la República, a Manuel de Quesada como General en Jefe y establecieron la Cámara de Representantes.

Fue en ese escenario donde dieron lectura al artículo 24 de la naciente Constitución que establecía: “Todos los habitantes de la República son enteramente libres”, principio que remarcaba lo propugnado por Céspedes de la abolición de la esclavitud, condición imprescindible para el nacimiento de una nación verdaderamente libre y soberana.

Trasciende también en ese contexto que la bandera de Narciso López, se convirtiera en la enseña nacional, decidieron que la enarbolada por Carlos Manuel de Céspedes, en La Demajagua, estaría junto a ella en el salón de sesiones de la Cámara y fuera considerada parte del tesoro de la República, hoy vigente en las sesiones de nuestras Asambleas del Poder Popular.

La mujer también estuvo representada por Ana Betancourt de Mora quien defendió los derechos de las mujeres y la igualdad en todas las esferas de la vida. Actualmente en ese territorio no palidecen estas ideas y se reafirma la convicción de los guaimareños desde el mismo lugar donde se erigió el monumento dedicado a la insigne patriota camagüeyana y en el cual están escritas las palabras que pronunciara enérgicamente la noche de aquel 14 de abril:

Ciudadanos, la mujer en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora hermosa en que una revolución nueva rompe su yugo y le desata las alas. Aquí todo era esclavo; la cuna, el color y el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de liberar a la mujer.”

Mausoleo erigido a Ana Betancourt de Mora. Sitio donde reposan sus restos en Guáimaro.
Mausoleo erigido a Ana Betancourt de Mora. Sitio donde reposan sus restos en Guáimaro.

Y muy acordes las palabras escritas por José Martí en el periódico Patria, el 10 de abril de 1892, en referencia a la fecha en que fue aprobada la primera Carta Magna:

“(…) Guáimaro libre nunca estuvo más hermosa que en los días que iba a entrar en la gloria y en el sacrificio (…) Era el pueblo señorial como familia en fiesta. Venían el Oriente, el Centro, y las Villas al abrazo de los fundadores. “

Y es así como hoy fulgura a 155 años de aquella firma y a cinco de la aprobación de nuestra Constitución en el año 2019, una ley más justa, democrática e inclusiva, como dijera nuestro Apóstol: “Con todos y para el bien de todos”.

En el contexto actual, la firma de la Constitución de Guáimaro sigue siendo un baluarte por la importancia de preservar y defender los valores democráticos y los derechos humanos en Cuba. Es un llamado a la unidad y solidaridad entre todos los cubanos en la búsqueda de un futuro próspero y equitativo para la nación.

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