Cienfuegos incrementa exportación de Biorat a naciones de Latinoamérica

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Sostenidos incrementos en la exportación de Biorat hacia naciones de América Central y del Sur convierten a este rodenticida en uno de los productos élites de la Empresa de Laboratorios Biofarmacéuticos (Labiofam) en Cienfuegos, al extremo de aportar más del 40 por ciento de sus ingresos anuales.

El controlador biológico, empleado en la eliminación de roedores, es comercializado en el exterior por la entidad sureña desde hace una década. “Aunque vendemos pequeñas cantidades en África, los mayores volúmenes se concentran en los mercados de Nicaragua y Bolivia, a donde llegan todos los años cerca de 50 toneladas (t)”, declaró Ernesto Pérez Castellanos, director adjunto de Labiofam Cienfuegos.

Un certificado sistema de gestión de la calidad sitúa al territorio en ventaja con respecto a otros enclaves similares en Cuba, incluso cuando aún carecen de la logística necesaria para producir las 25 t que demanda el contenedor, las cuales precisan condiciones de temperaturas reguladas entre dos y ocho grados.

“En muchas ocasiones —explicó Pérez Castellanos—, obtenemos esos volúmenes de forma cooperada con la provincia de Matanzas. Ahora mismo exportamos 12,5 t rumbo a Nicaragua, y completamos la cifra faltante a través de esta alianza”.

Utilizado en la Mayor de las Antillas por más de 20 años, el Biorat posee una eficacia demostrada superior al 80 por ciento y, según directivos de Labiofam Cienfuegos, impacta, junto al Vidatox y el anticatarral Asmasán, en alrededor del 60 por ciento de las ventas de la empresa.

“Se elabora a partir del arroz con cáscara y contiene una salmonela específica para ratas y ratones. Por tanto, contrario a algunos químicos, no afecta a las personas, tampoco a los animales domésticos, ni a ninguna otra especie. Además, una vez que los roedores lo comen, estos son capaces de enfermar al resto de la colonia; de ahí su gran poder para controlar las plagas”, comentó Yinia Balbis Cabrera, especialista de la Planta de Bioplaguicidas.

De cara a la creciente exportación del producto, Labiofam Cienfuegos dispone de un laboratorio donde realizan las evaluaciones microbiológicas pertinentes. Para ello usan roedores vivos certificados, los cuales permanecen en cuarentena hasta el momento en que consumen el rodenticida, con el fin de evitar cualquier sesgo en torno a la mortalidad.

El Biorat, de acuerdo con Pérez Castellanos, reporta anualmente ganancias cercanas a los 20 millones de pesos y desde Cienfuegos se suministra a casi la mitad de las provincias cubanas, así como al municipio especial Isla de la Juventud.

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