Cazadora cazada, diálogo con documentalista interesada en Isabel Allende

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Mientras esperaba en una larga fila porque se abrieran las puertas del teatro Solís, en Montevideo, para asistir a la presentación de la novela Mi nombre es Emilia del Valle, a cargo de su propia autora, Isabel Allende, de repente me vi frente a frente con la productora de cine estadounidense River Finaly.

La cineasta recogía opiniones, anécdotas y otros testimonios que el público querría verter sobre la afamada escritora, con vista a enriquecer los materiales fílmicos que viene recopilando sobre la vida y obra de la creadora de La casa de los espíritus.

Cuando me llegó mi turno aproveché para enviarle el mensaje de un cubano a Isabel, al tiempo de pedirle, cámara mediante, que siguiera alimentando el alma de los millones de lectores que la siguen en el mundo de la literatura, pero…

…como no hay oportunidad en que un profesional de la palabra deje rezagado el olfato periodístico, a mi entrevistadora le robé un pedacito de su preciado tiempo para convertirla de buenas a primeras en mi entrevistada; nada, aquello de cazador cazado.

“Llevo más de un año y medio trabajando en este proyecto. Comencé desde su casa y familia en California y luego la seguí por Nueva York, Chicago, Madrid, Chile, Argentina y ahora estamos acá en Uruguay. Cierto es que estoy cubriendo las incidencias de las giras, pero mi objetivo es reflejar toda su fascinante vida”.

Agrega River que la experiencia le ha resultado muy extraordinaria y especial, “porque ella misma lo es. ¡Mira, te cuento, desde mi adolescencia Isabel Allende fue mi heroína! Una la idealiza, y, no sé, pensé que conocerla en persona iba a ser diferente, inalcanzable.

Sin embargo, rememora la cineasta, me encontré con una mujer encantadora, generosa, abierta, linda, en fin, es todo lo que uno espera de un ídolo de su talla, así, de carne y hueso y con los sentimientos a flor de piel.

Por supuesto, como fiel admiradora de la escritora chilena ha leído su extensa creación literaria. “Me fascinan todas sus novelas, pero guardo en mi corazón la lectura de La casa de los espíritus y Paula…aunque le profeso un amor especial a Eva Luna”.

En cuanto a la última entrega editorial de la escritora chilena señala: “Mi nombre es Emilia del Valle resulta una aventura superinteresante. La autora es muy buena contando historias entre Estados Unidos y América Latina, y en lo particular, como he vivido en las dos regiones del planeta me conecto mucho con la vida de ambos mundos”.

¿Cuándo tendremos la oportunidad de disfrutar de este documental?

“Aun no tengo una fecha precisa, eso sí, espero que todo marche como hasta ahora, así que pienso que en un año ya esté listo… y para quienes nos siguen en Instagram podrán ver en primicia cuando se estrene en la premier”.

Y con total desenfado me pidió hacernos una foto para sus amigas cubanas, que, según River,” pueden sentirse felices de haberme encontrado con un compatriota de ellas a más de 7 mil kilómetros de la bella Isla caribeña”, aseguró.

Poco después asistimos a un encuentro memorable. Después de 14 años Isabel Allende volvía a Uruguay, esta vez como parte de las actividades inaugurales de la 47 edición de la Feria Internacional del Libro de Montevideo.

En esta ocasión, ante un teatro abarrotado de admiradores, la autora latinoamericana que más libros ha vendido en el mundo, con más de 77 millones de ejemplares, atrapó a cuántos estábamos presentes con su sentido del humor y las “confesiones” subidas de tono y chispeantes según el tema.

La exconductora de noticiarios de televisión y actual senadora Blanca Rodríguez resultó una excelente entrevistadora. Ella supo, en un acogedor e íntimo escenario ambientado como un living, llevar el diálogo más allá de la presentación de Mi nombre es Emilia del Valle hasta propiciar, además, un total acercamiento de la invitada con el público uruguayo.

Presentación de la última novela de Isabel Allende en el teatro Solís. / Tomada de Internet
Presentación de la última novela de Isabel Allende en el teatro Solís. / Tomada de Internet

En el intercambio se hablé de lo terrenal y lo divino. La autora de “Amor y de sombras” compartió anécdotas muy personales y emitió criterios diversos sobre temas, político, sociales y religiosos.

Y como es natural, por supuesto, en todas las opiniones salió a flote su feminismo que, como muchos críticos sostienen, es una convicción filosófica muy arraigada en la chilena sustentada en la búsqueda de la justicia, igualdad de género y emancipación de la mujer.

Nada, “una noche de profunda conexión y ternura”, tal y como calificaron los medios de comunicación este encuentro, señalado, también, de triunfo literario.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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