Bravo por el Danzón

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Cuando el danzón titulado Las alturas de Simpson fue tocado por primera vez en el Liceo de Matanzas, su creador Miguel Faílde no imaginó lo que con el tiempo significaría, al punto de constituir todo un acontecimiento para Cuba y luego para México, país cercano al nuestro con una proximidad histórica y cultural.

Cuentan que antes de Las alturas de Simpson, Miguel Faílde había compuesto algunos danzones, bailes de cuadro que florecieron acáa partir de las contradanzas traídas por colonos franceses, luego mezcladas con tradiciones africanas y caribeñas.Aquello dio lugara la danza criolla o habanera y más tarde al danzón propiamente dicho.Según quedó esclarecido hace años por la doctora María Teresa Linares, un sobrino de Miguel Faílde nombrado Osvaldo Castillo Faílde había “recopilado gran cantidad de documentos inéditos, crónicas y gacetillas de periódicos, alabando o polemizando el danzón y ha llegado a la conclusión de que, aunque se tocara en fechas anteriores, se reconoce la forma nueva dada por Faílde, el 1º de enero de 1879”.(1)

Vientos, teclados y percusiones armonizaron para añadirle a Cuba un sello más de identidad, y al mundo uno de los bailes de mayor buen gusto en el ámbito de la música popular.

En el caso mexicano, se ha hecho referencia a que “Ignacio Cervantes fue quien dejó en México una honda huella. Después de un exilio en Estados Unidos regresó a Cuba y posteriormente, cerca de 1900 vino a México, donde produjo una buena cantidad de danzas que influyeron en el estilo de compositores mexicanos como Felipe Villanueva, Ernesto Elorduy, Arcadio Zúñiga y Alfredo Carrasco”.  (2) Más adelante se afirma que “Una… corriente notable de folklorismo pianístico… la constituye la producción de contradanzas o, como se dijo generalmente más tarde, de danzas al estilo habanero”.(3)

Anterior a la presencia de Ignacio Cervantes, la Compañía de los Bufos Habaneros se presentó en México en 1882 con varias zarzuelas costumbristas cubanas. El 28 de junio de 1884 en el Teatro Principal de la Ciudad de México, dieron la primera función, donde la Orquesta Habanera interpretó, entre otras, la pieza titulada Danzón siendo muy aplaudidos. “Es en esta oportunidad que se tiene la primera noticia pública de un danzón en México”. (4)

Muchos danzones cubanos llegaron al país azteca a través de los puertos del Caribe y el Golfo de México, durante la segunda mitad del siglo XIX; el primero de origen mexicano fue compuesto para piano por Juventino Rosas (5) en 1883 y se titulaFlores de Romana. En cuanto a las primeras grabaciones datan de 1904 y se trató de los Danzones mexicanos y Danzones Veracruzanos, realizadas por el compositor y director de compañías bufo-cubanas Enrique Guerrero.

A lo largo de todo el siglo XX proliferaron en el país azteca compositores dedicados al danzón, a la par de músicos cubanos que aportaron allá su talento.

Sería interminable la lista de directores de danzoneras, compositores, arreglistas y ejecutantes del género. Entre los de origen cubano destacados en México figuraron Consejo Valiente (Acerina), Mariano Mercerón y Arturo Núñez; y entre los mexicanos sobresalieron Amador Pérez Torres (Dimas), Noé Fajardo, José Gamboa Ceballos, Rafael de Paz, Carlos Campos, Everardo y Juan Córdoba, Agustín Pasos, Severiano Pacheco, José Bojórquez y Macario Luna, entre otros.(6)

El danzón nació y creció en Cuba para naturalizarse en México. En pleno siglo XXI vive en plenitud, y en ambos países se oye el reclamo de su condición como patrimonio binacional. Es hoy un género que une a ambos pueblos con una cultura de raíz común. Llegó desde Cuba con amor, lo mismo que aconteció con la canción trovadoresca.

Cuba revitaliza su danzón a través de sus orquestas, en primer lugar la del joven flautista, compositor y director Ethiel Faílde (7), sobrino nieto del creador del género. Con este propósito se redimensiona junto con otros derivados, como el chachachá y el mambo.

A Cienfuegos le corresponde una importante cuota de esa gloria.Aquí perviven las peñas danzoneras y formamos parte de esta historia musicalgraciasal “Bárbaro del Ritmo”,quien compuso e interpretó mambos que gozan de actualidad, y a la orquesta Aragón, ejecutora por excelencia de chachachás y danzones.

La Perla del Sur tiene como suya la satisfacción de sentir este género cercano, tan inherente a nuestra cubanidad. Como cubanos podemos decir con orgullo: Bravo por el danzón.


(1)Introducción a Cuba: La música popular. María Teresa Linares; Cuadernos Populares. Instituto del Libro. La Habana, 1970

(2) De Cuba con amor… el danzón en México. Simón Jara Gámez, Aurelio Rodríguez, Yeyo, Antonio Zedillo Castillo. Dirección General de Culturas Populares, México, 1994

(3) Ibídem.

(4) Ibídem.

(5) Juventino Rosas. Santa Cruz de Guanajuato, México 25 de enero de 1868–Batabanó, Cuba 9 de julio de 1894

(6) El danzón, de los más populares en música mexicana. Boletín. Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), México. Miércoles, 29 de Mayo de 2013.

(7) Ethiel Fernández Faílde, Matanzas, 1991

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