Arasay Lima, la enseñanza, solidez y tradición de la escuela de piano santaclareña

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La pianística villaclareña tiene una fuerte tradición que va desde los conservatorios que proliferaron en el siglo XX, hasta su consolidación actual dentro del sistema especializado de la enseñanza artística. Ha contado con excelentes exponentes de alto prestigio a nivel nacional. Concertistas como Freyda Anido, Eloísa Machado, Rafael Balmaceda, Amado Touza, Nelson Camacho, están entre los que labraron un camino que continúa en la actualidad. Hoy quisiera dedicar unas líneas a la pianista y pedagoga santaclareña Arasay Lima Tejera.

La joven pianista comienza a estudiar el instrumento desde muy pequeñita en la Escuela Vocacional de Arte Olga Alonso González, de la ciudad de Santa Clara, donde recibió clases de las destacadas profesoras Irene Madarro, Rode Loida Estévez, María Teresa del Sol, (Maritere) y la profesora soviética Svetlana Stashkova, quien dedicó muchos años a la enseñanza del piano en ese centro. Bajo la tutela de Irene Madarro, se presentó al pase de nivel, el cual aprobó y obtuvo su beca de estudios en la Escuela Nacional de Arte, en La Habana. De esta etapa recuerda: “Me dio clases Carmen Luisa Planas, de lo cual me siento bendecida, porque fue una maestra extraordinaria. Ella me acogió en su casa como a una hija. Era un colectivo muy unido, entre los que estaban Miriam Cruz y Rosalía Capote”.

Al graduarse, alternó como pedagoga en la EVA Olga Alonso y se presentó a las pruebas del Instituto Superior de Arte, alcanzando así su licenciatura.  Allí fue alumna de Danae Ulacia y Luisa Margarita Quesada. Además de piano, ha impartido otras asignaturas como Armonía Tradicional 1ro y 2do año, e Historia del Pianismo. De su experiencia como docente, Arasay comentó: “A los 17 años empecé a dar clases de piano; cumplo ya 25 de trabajo como docente, es increíble. Imparto el nivel elemental en la EVA, donde me formé y en el nivel medio, que abrió en Santa Clara hace 16 años. La docencia es muy difícil, conlleva mucho sacrificio y dedicación. Me gusta enseñar y es algo que nunca he abandonado ni abandonaré tampoco, aunque me limita tiempo de vida profesional. ¡He aprendido tanto con los estudiantes!”.

Conjuntamente, Arasay ha logrado una fructífera vida como músico, en la que ha estado vinculada a diferentes agrupaciones tanto de música de cámara, de concierto, como popular. Según me cuenta “Desde que me gradué comencé en diferentes proyectos. Hace ya unos cuantos años estoy en la agrupación Ensemble Cuba Contemporánea, que dirige la Maestra Irina Toledo Rocha. En la Orquesta Sinfónica, a partir de 2018, me tocó ser la sucesora de la destacada pianista Freyda Anido, que es una responsabilidad muy grande. Nunca he dejado de acompañar a diferentes intérpretes y me presento como solista cada vez que tengo la oportunidad. He seguido tocando con los muchachos de la escuela, acompañando graduaciones, haciendo colaboraciones con músicos que vienen a dar conciertos en la provincia y necesitan acompañamiento. Asumí la responsabilidad del Departamento de Música de la Escuela de nivel medio. En un determinado momento en el país, tuvimos una carencia académica, pues no se profundizó dentro de los planes de estudio el trabajo de la música cubana popular. Y si no sabemos tocar bien lo nuestro, es muy difícil mantener la identidad ante las nuevas corrientes. Incluso, la música clásica cubana necesita del dominio de esa riqueza folclórica que le es inherente al músico nuestro. Como jefa del departamento, he tratado de rescatar un poco esto. Quiero que los alumnos se sientan motivados además, por hacer bien la música popular, por aprender a improvisar y a tocar el jazz. En general, creo que la escuela de piano villaclareña tiene resultados por la seriedad y tradición en la formación de buenos profesionales, con una solidez técnica y musical bastante reconocida a nivel nacional”.

Esta tradición de la que habla la maestra Arasay, se debe a todo el empeño de tantas figuras que le han aportado a la enseñanza y la escena, años de tradición. Hoy recae sobre las nuevas generaciones mantener en alto el nivel y el prestigio de profesionales que enorgullezcan a nuestra región.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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