Andrés, un colega inolvidable

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El mes de marzo es de celebraciones para el periodismo cubano. Durante muchos años, al cumplirse un aniversario más de Patria, el periódico fundado por Martí los periodistas cienfuegueros, como los de todo el país, nos reunimos para celebrar.

Antes del azote de la Covid 19 teníamos la costumbre de concluir con un brindis o un almuerzo (algo reeditado este año). La sobremesa devenía ocasión especial para recordar las experiencias vividas.

En todas aquellas ocasiones, Andrés y yo buscábamos el lugar donde sentarnos a comer y brindar. Era la oportunidad de escucharle hablar sobre su historia en el periodismo y los medios y de su labor como escritor. Era la suerte de oírlo en primera persona y con la modestia que le era propia.

Siempre teníamos de qué hablar. Desde los años 80 del siglo pasado cuando nació el Periódico 5 de Septiembre y quien escribe frecuentaba el despacho de su primer director –Enrique Román-, ocasiones en las que él participaba de la plática; otras veces cuando le entregaba mis primeras colaboraciones y recibía su ayuda y consejos.

Andrés, por su parte, se refería a su llegada a Radio Ciudad del Mar como escritor de Sendero H, el espacio matutino y vespertino con efemérides locales y nacionales. Aquella fue otra oportunidad que tuvimos de trabajar juntos por más de una década: él como escritor y quien escribe como director del programa.

Recuerdo aquel colectivo con cierta dosis de nostalgia. Los locutores Doris Era y Sergio Farray; Samuel Sánchez Gálvez como asesor y el grabador y editor Roberto Ulloa. El lunes de mañana era el día de la grabación y edición. Muchas veces Andrés asistía como un miembro más del equipo de realización y participaba en las reuniones del colectivo del programa.

Además de Sendero H él escribía el programa Huellas. Sin la menor duda, era un apasionado de la historia, en especial de la más reciente.

Pese a toda su historia en el periodismo desde los años del periódico Vanguardia en la antigua provincia de Las Villas, Andrés me pedía ideas en materia de radioperiodismo. Ni más ni menos a quien era ante todo alumno suyo.

Tuve el privilegio de entrevistarlo en dos ocasiones para el Portal de la Radio Cubana en Internet. La primera vez fue el 17 de noviembre del 2010 cuando le comenté que su libro Hombradas, escrito en los años 60 lo recibí como obsequio al responderla pregunta de un programa radial de participación.

Aquella fue una entrevista extensa y eso me satisface porque me ofreció muchos detalles suyos. Una de las primeras preguntas que le hice estaba relacionada con su llegada a la radio luego de transitar en la prensa plana, a lo cual comentó:

“Tuve que acostumbrarme… Al comenzar esta nueva faceta en 1997, a finales, empecé con Sendero H hasta hoy que sigo colaborando, y después se incorporó Huellas, que es el comentario de una de las efemérides del día”.

Enumeró consejos para quienes desean enrolarse en el periodismo histórico, del que fue un maestro. Al respecto señaló: “Pienso que sobre todo ésta es una labor de mucha búsqueda, de trabajo, eso de lograr resumir en seis u ocho líneas una efeméride del día. Es, primero, una labor de búsqueda constante, a veces angustiosa, pues tienes días del año en que apenas encuentras qué ocurrió. Luego adaptar eso al lenguaje de la radio”.

Tanto le apasionó la radio, que escribió una serie dramatizada de corte histórico. En tono feliz me confesó: “…en un aniversario cerrado del 5 de Septiembre hice un serial, incursioné en eso y los actores hicieron las escenificaciones de los capítulos. Cuando se grabó el capítulo final para luego ponerlo en la radio, experimenté una emoción que jamás había sentido en el periodismo… (…) Fue un trabajo periodístico al que se le aplicó la dramaturgia, y eso es una experiencia muy interesante. Es el periodismo visto de una manera más sensible, más emotiva. Es un periodismo vivo. Y con eso me doy cuenta de que el periodismo es inagotable.”

Aquella entrevista resultó una plática que me aportó saberes a seguir incorporando en el andar profesional.

Estos días de marzo invitan a recordar cuánto se ha realizado, además de ser un motivo para tener presentes a quienes ya no están.

La noticia de su muerte me provocó tristeza; eran semanas que cada día sorprendían con el deceso de personas conocidas. Aquello aconteció el domingo 25 de julio del 2021. Complicaciones debidas a la Covid 19 le arrebataron la vida, dos meses después de haber cumplido 80 años. Hasta poco se mantuvo activo y era costumbre verlo en encuentros de la Uneac y la Upec

Pienso que en estos días de marzo – antes o después del 14 – este incansable gladiador del periodismo y de la historia merece que se le recuerde. Más que eso, tener presente todo lo que dio de sí por su profesión y las lecciones que impartió con su quehacer de cada día.

Andrés García Suárez sugería a los nuevos profesionales, que nunca dejaran de estudiar y vincularse mucho con el pueblo. “Cuando se hace un trabajo hay que ir al obrero, a la gente simple, ahí está el secreto de un buen trabajo periodístico, para que el trabajo que hacen y la vida, siempre vayan por un mismo camino”.

Inspirarse en sus consejos puede ser una forma de prolongar su existencia y vencer lo inexorable.

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Un Comentario en “Andrés, un colega inolvidable

  • el 16 marzo, 2023 a las 3:44 pm
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    Recordar a quien honor merece es una virtud. Felicidades

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