Alemania tira de orgullo para vencer a Francia

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El fútbol, como la vida, da muchas vueltas. El 13 de julio de 2014, Alemania se proclamaba campeona del mundo por cuarta vez, luego de derrotar en tiempo extra (1-0) a la Argentina de Lionel Messi. En aquel momento, la respuesta de absolutamente cualquier persona en el planeta ante las preguntas ¿Ganará Messi la Copa del Mundo?, e ¿Imaginas a Alemania quedando eliminada en fase de grupos de un Mundial?, sería la misma: un simple y rotundo “NO”.

Nueve años después, el título más importante a nivel de selecciones en el planeta es la cereza del pastel en el amplio palmarés del rosarino, y la ‘Mannschaft’ lleva no una, sino dos eliminaciones consecutivas en primera ronda de un Mundial; o lo que es lo mismo: atraviesan uno de los peores momentos en su historia.

La regularidad de los teutones en citas mundialistas era tan impresionante que, quitando Francia 1938 -donde quedaron en décima posición, luego de caer en octavos de final-, siempre habían llegado a, como mínimo, estar entre los ocho mejores. Hasta que pasó lo que pasó en Rusia 2018 y Qatar 2022.

El primero de estos fracasos se consideró como un accidente, algo que no volvería a repetirse. En tal sentido, los directivos de la Federación Alemana decidieron mantener en el cargo a Joachim Löw hasta la próxima Eurocopa. El tiempo transcurrido entre evento y evento sirvió para demostrar que lo acontecido en tierras rusas fue el comienzo de algo mucho más grave: 2018 lo cerraron con la mayor cantidad de derrotas en un año (6); en 2019 continuaron los malos resultados y el mal juego; en 2020 sufren la mayor goleada de su historia, al caer por seis goles a cero contra España, por la UEFA Nations League; y en 2021 caen en octavos de la Euro, dejando una pobre imagen ante una muy superior Inglaterra.

Löw terminó su contrato luego de aquel torneo. Para sustituirlo se eligió a Hansi Flick, flamante ganador del sextete con el Bayern unos meses atrás; pero su paso por el combinado nacional resultó un completo fracaso, que tuvo como “cumbre”, la segunda caída en fase de grupos en la historia alemana.

De puro milagro Flick siguió al frente luego de concretada la eliminación en suelo qatarí. Aguantó hasta la humillante goleada que sufrieron el pasado sábado a manos de Japón (1-4), y que lo convirtió en el primer entrenador destituido en la historia de esa selección

Con semejante bagaje arribó Alemania al duelo de este martes disputado en el estadio Signal Iduna Park, casa del Borussia Dortmund. El rival, la todopoderosa Francia, a la que consiguieron derrotar (2-1). Por más que fuera en un amistoso, esta victoria llega cuando más lo necesitaban, de ahí su importancia.

El partido

Luego del minuto de silencio por las tragedias ocurridas recientemente en Marruecos y Libia, arrancó el encuentro. Los jugadores alemanes tenían hambre, necesitaban reivindicarse ante su gente. Y así lo demostraron en los compases iniciales: al minuto cuatro ya cantaban el primer gol. Una gran combinación entre ellos terminó con Benjamin Henrichs ganando línea de fondo dentro del área francesa; el lateral del Leipzig asistió a Thomas Müller, quien desde el manchón penal fusiló a Mike Maignan. Era el tanto número 45 de Müller en la selección, que le permite empatar con Karl-Heinz Rummenigge en el sexto lugar entre los máximos goleadores históricos de la ‘Mannschaft’.

Rudi Völler sonreía en el banquillo. Solo cuatro minutos tardó en marcar Alemania con él a los mandos de manera interina.

Los teutones siguieron dominando. Al 8´, un disparo con rosca de Serge Gnabry se fue muy cerca del palo derecho. Francia, poco a poco, fue entrando en el partido. Llegados a los quince minutos finales de la primea mitad, el duelo se jugaba de poder a poder.

Poco antes, ocurrió lo peor que puede pasar en una fecha FIFA: la lesión de un jugador. La mala suerte la tuvo İlkay Gündoğan, quien se marchó entre lágrimas, luego de recibir un fuerte golpe en la zona lumbar tras una mala caída.

Por Gündoğan entró Pascal Gross. El futbolista del Brighton sufrió, junto al resto de sus compañeros, las oportunidades más claras de los galos antes del paso por vestuarios, las cuales llegaron por medio de Kolo Muani y sobre todo de Aurélien Tchouaméni, cuyo cabezazo se fue rozando el travesaño del arco defendido por Marc-André ter Stegen.

En el complementario, ‘Les Bleus’ siguieron insistiendo, nuevamente por medio de su mejor jugador en este partido, Tchouaméni; pero el disparo del joven pivote fue desviado por ter Stegen.

Alemania también tenía las suyas. El debutante Jean-Clair Todibo se convertía en figura, al bloquear un disparo de Wirtz que llevaba gran peligro. Y poco después de que ter Stegen evitara el empate tras un disparo de Antoine Griezmann, Leroy Sané aparecía para poner el 2-0 al 87´. El partido parecía sentenciado, pero es fútbol y en cuestión de un minuto todo puede cambiar. Díganselo a Sané, que en ese lapso de tiempo pasó de héroe a villano, debido al penal que le hizo a Eduardo Camavinga.

La pena máxima Griezmann la cambió por gol (ya son 44 goles de ‘El Principito’ con su país; es tercero en la tabla histórica de goleo); pero el marcador no se movió más. Luego de los tres minutos de tiempo agregado, el árbitro inglés, Anthony Taylor, señaló el final del partido.

Si esta victoria es pura casualidad o es el comienzo de algo grande para Alemania, solo el tiempo lo dirá. Es cierto que por Francia no jugó ni un solo minuto Kylian Mbappé (a pesar de estar en el banquillo, Didier Deschamps decidió no darle entrada), y el que el partido era un simple amistoso sin nada en juego; mas una nueva derrota alemana hoy solo habría hecho acrecentar las dudas y el mal ambiente que rodea a la selección.

Muchas cosas tienen que cambiar en la ‘Mannschaft’ si quieren hacer un buen papel en los torneos internacionales venideros: Euro 2024, de la cual son sede, y Mundial 2026. Pero de una cosa todos podemos estar seguro, y es que Alemania volverá; tarde o temprano, pero lo hará. No lo duden.

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