Afinan en Juraguá

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La suerte de la empresa de cultivos varios Juraguá, del municipio de Abreus, no solo le preocupa a directivos y técnicos de la Agricultura y de otros organismos en Cienfuegos; también es un asunto que atañe directamente a la población, a los consumidores, porque junto con la de Horquita y la CPA Mártires de Barbados, forman el trío principal de entidades abastecedoras de alimentos a la ciudad capital de la provincia.

Hace años brilló en el entorno agrícola cienfueguero por la producción de plátano de forma estable y con altos rendimientos, pero múltiples factores, objetivos y subjetivos, la llevaron a ser casi improductiva y a situarle siempre un signo de interrogación permanente, porque los resultados eran cada vez peores. La falta de fuerza de trabajo, escasez de recursos esenciales, salinización de los suelos por la disminución del nivel del manto freático, mala utilización del riego instalado y en funcionamiento, pésimos sistemas de pago, afectaciones por el paso de los huracanes e inadecuada aplicación de los métodos de dirección, entre otros factores, hicieron que Juraguá figurara como el reto principal para el sector en el territorio.

Muchos especialistas confían ahora en que gracias a las transformaciones ejecutadas y las medidas que se aplican en cada granja quedarán definitivamente atrás los problemas y la empresa Juraguá volverá a ser el espejo que un día fue, para orgullo de sus trabajadores, técnicos y directivos.

El ingeniero Tomás Jiménez Noya fue director de producción de la entidad de Horquita. Hace unos cinco meses es la máxima autoridad administrativa en la de Juraguá. A él acudimos en busca de criterios autorizados y seguros sobre el presente y el futuro de esas tierras rojas y fértiles.

¿Cómo está hoy la empresa?

“Tenemos 45 caballerías con riego asegurado, las cuales están sembradas de plátano, yuca, hortalizas y malanga. Este último cultivo es primera vez que lo sembramos. Trabajamos también en la limpieza de cinco caballerías de plantaciones de mango, con buldózeres y hombres con machetes en las manos, pues de esa forma facilitaremos la realización de la cosecha que comenzará en junio próximo.

Y el futuro, ¿cómo lo avizoran?

“Ya está concebido el Proyecto de Desarrollo de la Empresa, el que contempla en una primera etapa de 30 caballerías de plátano. El propósito es completar 90 con riego garantizado y el sistema de siembra llamado extradenso (más cepas en la misma área). La producción posibilitará mantener un alto nivel de abastecimiento de esa vianda a la población de Cienfuegos, de manera escalonada”.

¿Cómo asegurarán el riego?

“Ya nos autorizaron a explotar 12 pozos, pues ha mejorado el manto freático y disminuido la salinidad. Están bien definidas las estrategias de explotación de cada regulador instalado para el bombeo”.

Tradicionalmente ha faltado fuerza de trabajo en las granjas.

“Tenemos 721 trabajadores, la mayoría con el salario vinculado a los resultados de la producción. En estos momentos no tenemos déficit de fuerza”.

Hay quienes aseguran que Juraguá se reanima.

“Han disminuido mucho las pérdidas en los cultivos. La mejor muestra de la reanimación es que algunos obreros que se habían ido regresaron ahora”.

¿Cuál es el propósito fundamental?

“Lograr un rendimiento de mil quintales de plátano por caballería de manera estable”.

Por sugerencia del director, recorrimos la Granja No. 1, donde tienen 17 caballerías beneficiadas con el riego y sembradas de plátano, fríjol, yuca y tomate. Guillermo Yanes Alonso, jefe de la unidad, aseguró que “las labores van bien encaminadas y el futuro lo ven con entusiasmo”.

Recordó la notable afectación por el ineficiente abasto de agua, problema que ya está resuelto, por lo que aseguró que el plan de más de 43 000 quintales para el año lo sobrecumplirán. En ese sentido mucho influirá el vivero de posturas con que cuentan en la granja y que garantiza todas las plantas necesarias para la siembra de los diferentes cultivos.

El compromiso de que Juraguá deje de ser la oveja negra de la Agricultura cienfueguera adquiere ribetes morales para el colectivo de trabajadores de la empresa. Así lo aprecian de manera consciente, por lo que el cambio a favor no debe quedarse una vez más a mitad del camino. Y como parte del trío esencial, afinan lo mejor posible para que haya armonía y ritmo en la melodía productiva.

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Ramón Barreras Ferrán

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos.

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