Acelerar, con la inversión extranjera, el comercio nacional

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 46 segundos

La inversión extranjera podría dinamizar la industria nacional en función de incrementar la producción y, por esa vía, aumentar las ofertas con una mayor velocidad

Las decisiones recientes modifican sustancialmente el papel del capital foráneo en el comercio interior y, con ello, el Estado tiene el propósito de influir en los problemas de desabastecimiento y contribuir a mejorar las ofertas en las tiendas de moneda libremente convertible y en pesos cubanos.

Una de las vías en las que necesitamos avanzar con mayor prontitud es el incremento de las ofertas mayoristas, consideró Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro, en el Foro Empresarial de Inversión Extranjera, organizado por el Ministerio de Comercio Interior (Mincin), en el cual participaron representantes de embajadas, empresarios nacionales y extranjeros, así como funcionarios de organismos de la Administración Central del Estado.

El también Ministro de Economía y Planificación reflexionó sobre la importancia de esta estrategia, porque hoy tanto el sector privado como el estatal tienen una demanda de recursos para producir que se está respaldando con importaciones, lo cual representa un espacio para la participación del capital foráneo en el comercio mayorista.

Una fortaleza, acotó, es que el país dispone de una infraestructura que está por encima de los niveles de producción, y con esto no se niega la obsolescencia tecnológica en muchas industrias o fábricas, más bien se afirma la existencia de muchas subutilizadas, precisamente, a causa del déficit de materias primas.

Por esa razón, aclaró, la idea no es invertir en almacenes o fábricas, sino reactivar las que hoy tenemos, porque están presentes la capacidad de producir y la de consumir, lo que se ausenta es el insumo, debido a la necesidad de financiamiento.

He aquí la urgencia de unirnos con la inversión extranjera directa para proveer al país en ese sentido, nos hace falta echar a andar la industria electrónica, por ejemplo, cuyos productos tienen altísima demanda en el mercado, convocó Gil Fernández.

Lo que se busca es poner a disposición de la inversión extranjera la infraestructura nacional en función de incrementar la producción y, por esa vía, aumentar la oferta con una mayor velocidad o dinamismo al que se lograría si vamos, poco a poco, recuperando los ingresos en divisas perdidos en la Isla, que son más de 3 000 millones en un periodo muy corto, refirió.

El objetivo, entonces, es que los inversionistas extranjeros pongan productos en el país, y aprovechen su experiencia, sus facilidades financieras, su tecnología; por parte de Cuba está la infraestructura, y podemos suministrar actores económicos estatales y no estatales.

Sobre el comercio minorista, que está abierto a la participación de la empresa mixta, la aspiración tampoco es comercializar solo productos importados, sino que el inversionista extranjero tenga el interés de prefinanciar la industria nacional, adquirir los productos y comercializarlos, significó el Vice primer ministro.

LAS OPORTUNIDADES DE NEGOCIOS NO SON POCAS

En el transcurso del Foro Empresarial, en el que participó también Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte, varias entidades cubanas presentaron oportunidades de negocios y sus principales características, de acuerdo con los principios y las medidas aprobadas a inicios de agosto y recordadas por Betsy Díaz Velázquez, ministra del Mincin, en la apertura del evento.

Luis Carlos Góngora Domínguez, director de Comercio Exterior del Gobierno de La Habana, dio a conocer varias propuestas que contribuirían a mejorar los servicios a la población capitalina.

Entre ellas destacó la posibilidad de producción y comercialización mayorista y minorista de bienes de consumo e intermedios en la capital, que cuentan con alta demanda, asociados a la actividad de panificación y repostería, producciones artesanales e industriales de caramelos y otras confituras, así como al procesamiento y conservación de los alimentos.

Detalló que las potencialidades del mercado están claras por el creciente número de micro, pequeñas y medianas empresas que se dedican a estas actividades, además de que esos productos y materias primas son de amplio uso doméstico, en la alimentación familiar, lo que justifica también un mercado minorista.

Los productos para comercializar, mencionó, son de uso general, como azúcar, sal, harinas, además de mezclas específicas, harinas sin gluten, envases y embalajes, grasas, aceites, levaduras y colorantes, entre otras materias primas.

Respecto a más posibilidades, Tomás Oviedo, desde la dirección de Negocios del Ministerio de Industrias (Mindus), propuso varias áreas que tienen potencial para la inversión extranjera; por ejemplo, la comercialización de neumáticos, artículos de goma, además de insumos y equipamientos relacionados con estas producciones.

Puntualizó que la propuesta estaría en la modalidad de empresa comercializadora mayorista y la oportunidad se encuentra en la propia alta demanda no satisfecha, con clientes potenciales como el propio Mincin, el Ministerio del Transporte (Mitrans), el sector de la construcción o cualquier otro ramo de la economía poseedor de transporte automotor.

Otra de las oportunidades desde la industria química, agregó, está en la creación de una entidad mayorista que comercialice vidrios planos y artículos de este material, insumos y equipamientos para las respectivas fábricas.

La perspectiva en ese aspecto sería satisfacer las exigencias de ese mercado, adquirir nuevas tecnologías para el desarrollo de esta industria, pero también recuperar y aprovechar al máximo las capacidades ya instaladas.

Las posibilidades en el ramo de la agricultura también son numerosas y, por ello, María del Carmen Fages Plasencia, directiva del grupo empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma), propuso desarrollar una cadena de tiendas mayoristas y minoristas para ofertar variedad de productos e insumos con alcance nacional.

Consideró la selección de no menos de cinco tiendas, cuya ubicación se debe negociar entre las partes, y que tendrán como respaldo almacenes mayoristas.

La funcionaria de Gelma se refirió a la alta demanda en el sector de las materias primas, útiles, herramientas y accesorios, entre otros; y como otra potencialidad agregó la existencia de capacidades logísticas subutilizadas, con una red de establecimientos que se encuentran desabastecidos.

EL AMBIENTE ES CADA VEZ MÁS FAVORABLE PARA LA INVERSIÓN EXTRANJERA

En el encuentro, Ana Teresita González Fraga, viceministra primera de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, explicó los principios generales para la inversión con ese origen dentro del territorio nacional, pues como bien se explicó hace unas jornadas, las medidas amplían el diapasón, no son restrictivas, pero tienen ciertos propósitos por los que hay que velar, y controlar que se cumplan.

Por otro lado, abundó en varias condiciones y garantías con las que se operan como, por ejemplo, la Ventanilla Única, creada para acompañar a los inversionistas y facilitarles todo el proceso.

Destacó que nuestro país dispone de una Cartera de oportunidades de negocios actualizada, la cual se rediseñó con un ambiente visual más interactivo, acceso desde cualquier parte del mundo, con un sistema de búsqueda integrado que contiene alrededor de 678 proyectos en los sectores priorizados de la economía nacional.

El ambiente favorable para la inversión extranjera, insistió González Fraga, se ha incrementado en los últimos tiempos, y las evidencias están en el acuerdo de que algunas inversiones son aprobadas a nivel ministerial. También está la facilitación de los negocios para la producción agroalimentaria y hay una visión más amplia hacia el sector de los servicios profesionales y el sistema financiero.

Se refirió a la posibilidad de constituir negocios vía online, justamente cuando el socio extranjero no puede viajar al país.

Además, hemos valorado un esquema financiero diferenciado para las nuevas modalidades de inversión extranjera; es decir, los negocios van a operar en divisas, por lo que realizarán todos sus cobros y pagos con respaldo total de liquidez en divisas y registrarán su contabilidad en moneda extranjera. También operarán en cuentas reales en divisas, desde las que ordenarán libremente los pagos hacia el exterior.

Esa autorización, esclareció, se mantendrá hasta tanto se cuente con condiciones en la economía para asegurar total convertibilidad de la moneda nacional, cuando esos negocios pasarían a operar en CUP, sin que afecte su funcionamiento.

Subrayó la propuesta de la flexibilización de los requisitos para presentar las propuestas, en el camino a reducir la cantidad de la documentación que hoy se exige para sus aprobaciones.

Ratificó que, a pesar de las dificultades que atraviesa el país, son reconocidos los atractivos de Cuba para el capital foráneo y las numerosas oportunidades de negocios en la mayoría de los sectores de la economía.

Así se abre paso a una nueva vía para acelerar la recuperación del comercio, que es igual a mejorar las ofertas de bienes y servicios a la población de toda la Isla.

Visitas: 1

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *