La magia de Sombrero Azul anda soplando velas

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Vuelve otro aniversario de la primera transmisión del programa radial Sombrero Azul y las letras se entrecruzan a falta de semáforo emocional. Borras la prosa edulcorada y retomas las riendas del pragmatismo como si te quitaras los zapatos de boutique y caminaras descalza por el piso doméstico, tan sencillo y tan sublime. Las teclas andan condicionadas, quieres tejer la mejor manta, pero solo alcanzas a soplar las velas que están al inicio de esta mañana.

Dos décadas y dos años acumula de azul un grupo artístico que ha sido barco de buena travesía en el mar del arte cubano. Ha estado para que la yerba fresca no luzca tan yerba, para que el espantapájaros no luzca tan cazador de libertades y para que los márgenes de la bondad sigan construyéndose en el horizonte colectivo.

Aunque ustedes hacían intervenciones comunitarias, la esencia del programa era la transmisión radial. Las nuevas tecnologías trastocaron eso, ahora tienen un público universal. Los sábados muchos niños, en confinamiento por la Covid-19, le buscan en Facebook para ver sus increíbles historias…, digo ver, no oír.

“Las redes sociales han sido de gran importancia para abrirnos más al público e interactuar con él. Durante una transmisión en vivo las personas nos comenta aspectos del propio capítulo, por ejemplo, cuáles fueron los actores que más le gustaron o qué temas les interesa, eso era imposible cuando solo teníamos la radio (…) A través de estas plataformas online dejamos de ser nacionales para ser del mundo y estamos muy contentos.

“Lleva mucha preparación, hacemos dos o tres ensayos en seco y otro antes de salir al aire, nos ponemos nerviosos, pero la experiencia te hace crecer (…) Estoy orgullosa de lo logrado, cada presentación suma más seguidores, más comentarios y cuando llega la noche, a veces, hay dos mil o tres mil reproducciones en menos de 24 horas y eso es muy gratificante”, dice Maité Hernández Páez, directora y guionista de ese grupo creativo que como familia vuelve a escena para beneficio de niños y adultos.

José Manuel Urquiza, actor que interpreta Sombrero, lo define en pocas palabras: “Magia que se da, magia que se recibe”.

El tiempo que estuvieron en pausa fue un silencio que dolió ¿Cuándo supieron que era el momento de volver a escena?

“Siempre supimos que era momento de volver a escena, de ser escuchado, de ser visto, eso no murió en nosotros, todo lo contrario, se fue incrementando a través del tiempo. Nunca dejamos de ser una familia y cada vez que nos reuníamos hablábamos de lo mismo, de volver como grupo creativo. Las situaciones son difíciles, a veces uno piensa una cosa y sale otra, y pasó el tiempo y un águila por el mar…, y regresamos con el mismo rigor profesional con que trabajamos en la radio por 17 años. Nunca quedaron olvidados los deseos de hacer y de compartir con los niños”, agrega vía WhatsApp Hernández Páez y uno se la imagina sentada en su sillón con los gatos merodeando sus pies descalzos, tan sencillo y tan sublime.

Martí está en la mesa de trabajo, junto al guion del programa ¿Cuán importante es llevarlo a la creación artística?

“Martí es un paradigma muy fuerte. Nadie tuvo que decirnos que era necesario hablar de su obra (…) Nuestro proyecto desde los inicios ha estado muy unido a la figura martiana, cuando empezamos las trasmisiones online apareció un busto antiquísimo y se puso en la mesa donde todos lo puedan ver (…) Tenemos una anécdota de una persona que salió de Cuba a los ocho años y creció en otra cultura, pero no dejó de ser cubano. Hace poco nos escribió para decirnos que lo que más le gusta es que Martí está mirándolo todo. Son expresiones que trascienden más allá de lo que uno pueda decir”, expresó Urquiza,

Actualmente, y casi como regalo al aniversario 22 de la creación del grupo, el programa está en cada una de las emisoras del país, un anhelo que aterriza en momentos difíciles para el público infantil, en tiempos de confinamiento prolongado.

Portada de uno de los tres discos que grabaron con los programas de Sombrero Azul.

“Esa gentileza de la dirección de la Radio Cubana nos sorprendió a todos, es un sueño cumplido (…) Un regalo divino que nos hicieron (…) A lo mejor un día podemos interactuar con diferentes comunidades de Cuba, eso sería muy bueno”, afirma Maité.

La cubanía está en sus textos sin decirlo abruptamente, sin que sea un lema ¿Se necesita vivir en esta Isla para escribir así?

“Soy guajira, nací en Pinar del Rio. Estuve mucho tiempo en el campo con mis abuelos (…) Mi papá me inventaba muchos cuentos y de eso se alimenta Sombrero, de los girasoles, de los pajaritos, del sol que arde al mediodía (…) No creo que tenga que vivir aquí para escribir, esa magia vive en mí.

“El trabajo para las redes sociales lleva mucho rigor profesional y la preparación que nos antecede cuando hacíamos radio nos ha servido enormemente. Hoy vemos el empaste de un equipo que pasó horas encerrado en un estudio de grabación, nos conocemos muy bien, de mirarnos incluso, y eso es esencial para que las emociones fluyan. Soy muy exigente a la hora de dirigir, ellos lo saben y tratan de dar lo mejor de ellos (…) A veces soy un poco dura y eso también lo hago para que ellos se sientan seguros”, refiere Hernández Páez, quien ha dirigido por tanto años los programas de Sombrero Azul, una guerrera que ama los animales y tiñe de colores la infancia de no pocos.

Actualmente el proyecto Sombrero Azul está insertado al Centro Dramático de Cienfuegos, y la mayoría de sus actores, además, colaboran con grupos teatrales de prestigio en la provincia. Durante el último mes varias entrevistas a los integrantes del equipo creativo han sido colgadas a su página institucional de Facebook para visualizar un poco la historia individual de cada uno. También los niños han tenido la palabra y en una variedad de iniciativas ha corrido el sentir de ellos por el proyecto.

“¿Quién sabe a qué escenarios podemos llegar mañana? Siempre con nuevos sueños, retos y proyectos que nos mezclan con la infancia y la gente que ama más allá de las diferencias”, agrega José Manuel Urquiza, voz y alma del espantapájaros de sombrero azul.

“He escrito para el teatro El mundo de los Libros que lleva un gran apoyo escenográfico y que tuve la suerte de que Panait Villalvilla accediera a trabajar en conjunto, eso es de las cosas nuevas (…) Seguiremos haciendo pequeñas cosas hasta que termine la pandemia, estamos unidos por el camino del amor, eso no va a cambiar”, agrega Maité Hernández Páez y uno se imagina que ya los gatos subieron a sus piernas y ella les acaricia como una madre a sus hijos.

Vuelve otro aniversario de la primera transmisión del programa radial Sombrero Azul y las letras se entrecruzan a falta de semáforo emocional. Y solo alcanzas a soplar las velas que están al inicio de esta mañana.

Equipo de Sombrero Azul en la actualidad.

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Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

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