La democracia participativa anda por los barrios de Cienfuegos
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Tan temprano como en los segundos comicios generales en Cuba, en 1981, ya Marcelino Carlos López Correa, se estrenaba en las lides de los diferentes procesos electorales. Luego, nada fortuito resultó su designación, una vez más, de secretario de la Comisión Electoral de la Circunscripción (CEC) número 45, perteneciente a la demarcación del Consejo Popular de Pastorita, en el municipio de Cienfuegos.
Por tres mandatos, Marcelino ha conformado un dueto perfecto, según sus propias palabras, con José García García, presidente de esa misma CEC. “Juntos, precisa, tenemos la responsabilidad de garantizar que las asambleas de nominación cuenten con una buena asistencia, cumplan con los requisitos establecidos y muestren la debida transparencia, según apego a la Ley Electoral de 1992 (Ley No. 72)”.
Ambas autoridades electorales, además de los vocales Pedro Muñoz y Jesús de la Rosa, coinciden en que estas reuniones del barrio constituyen el paso más importante del proceso, toda vez que el pueblo puede proponer libremente a aquel compañero o compañera que reúna méritos personales, capacidad y condiciones para representarlo, de ser electo delegado, ante la Asamblea Municipal del Poder Popular y hasta en el Parlamento cubano.
“Si bien la experiencia de años en este ejercicio nos dota de conocimientos teóricos y prácticos, siempre la capacitación previa por parte de los miembros de la Comisión Electoral Municipal nos actualiza acerca de las características propias del proceso en curso, a tono con la documentación y los procedimientos a seguir en cada etapa, de acuerdo con el número de electores y las asambleas a desarrollar”, explica García García.
Por supuesto, el éxito de las elecciones depende del profesionalismo con que los integrantes de las CEC ejerzan su trabajo, pues es de la base de donde salen quienes van a ejercer el gobierno en las diferentes instancias (municipal, provincial y nacional), siempre con la anuencia de la voluntad popular.
Según el presidente de la CEC número 45, de nada valdría el esfuerzo de él y sus compañeros de no ser por el total apoyo en el barrio de las organizaciones políticas y de masas, en primerísimo lugar el rol de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) a la hora de movilizar a su membresía para asistir a las asambleas.
“¿Quiere que le diga algo?, interviene Marcelino. Con toda la sinceridad que me caracteriza, me ha sorprendido gratamente la respuesta de la población por su concurrencia masiva a las tres asambleas de nominación de las cinco programadas en esta circunscripción. Sin lugar a dudas, ello responde a la labor realizada junto a los CDR al visitar casa por casa para, además de la convocatoria, conocer los problemas puntuales de cada cual y las posibilidades reales de participar en las reuniones”.
Agrega el veterano pastoriceño que la mejor muestra de calidad exhibida en esas citas barriales lo constituyen las propuestas de compañeros que gozan de prestigio, autoridad y méritos suficientes ante los vecinos como para ser elegidos delegados el día de las votaciones en la primera vuelta, reprogramada para el 26 de noviembre, fecha que se enmarca dentro de las actividades de homenaje y recordación a Fidel en el primer aniversario de su desaparición física.
“Si me he mantenido por tanto tiempo en los procesos electorales, ya de secretario o vocal de la CEC, es porque considero que esta deviene expresión genuina de la democracia participativa distintiva de nuestro sistema de gobierno, con una amplia intervención popular. Aquí no existe politiquería alguna, empezando porque no es el Partido quien nomina”, comentó López Correa.
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