Historias en verde olivo

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“¿Onde fica a (dónde está la) doctora Aliev? ¿Onde fica a doctora Aliev?”. A pesar de la concentración mientras auscultaba al paciente de turno, la interpelada, ante tanta insistencia, pensó en una emergencia de gravedad. Luego, no dudó en despojarse del estetoscopio, colgarlo del cuello y tras la debida disculpa abrió la puerta para atender al visitante.

Por suerte, el apremio resultó ser el agradecimiento del lugareño Francisco Pereira Dos Santos por el certero diagnóstico del paludismo y la progresiva mejoría de su pequeño Paolo. Empero, este fue solo uno de los tantos gestos de gratitud que recibió por Aliev Gómez Tejera durante el cumplimiento de su misión en la República de Angola.

“La estancia en esas tierras del continente africano, además de reafirmar el sentimiento internacionalista y enriquecer mi experiencia profesional, me permitió conocer de cerca otra cultura, costumbres e idioma diferentes al mío. Desde el punto de vista clínico, aprendimos a tratar enfermedades desconocidas o desterradas hace tiempo en Cuba”, comenta la camagüeyana por nacimiento y cienfueguera por adopción.

Desde pequeña Aliev sintió inclinación por la Medicina. “En los juegos de roles —recuerda— yo hacía de doctora o enfermera entre mis amiguitas del barrio. Después, mi paso por los ‘camilitos’ sirvió para continuar más tarde estudios universitarios en el Instituto Superior de Medicina Militar Dr. Luis Díaz Soto, en la capital del país”.

Aliev se desempeña como jefe médico de reclutamiento del Comité Militar Provincial (CMP). “Es un cargo de gran responsabilidad, pues del certero dictamen depende la aptitud física y mental del joven para el cumplimiento del Servicio Militar Activo (SMA)”, precisa.

“Tengo la ventaja de que mi esposo también es oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), esa condición facilita una mejor comprensión entre ambos. Si bien los respectivos compromisos con la defensa de la Patria nos ocupa buena parte del tiempo, siempre buscamos la forma de satisfacer nuestros gustos y demás necesidades espirituales. Por ejemplo, en mi caso me encanta pasear y disfrutar de un buen programa dramatizado de televisión. Ah, y prefiero la música ‘suave’, oírla y bailarla con mi pareja de vez en cuando”.

Aunque también labora en el CMP, la primer teniente Dayana Chaviano Brunet ocupa el cargo de oficial de Potencial Humano en ese frente de la Región Militar Cienfuegos.

Primer teniente Dayana Chaviano./Foto: Efraín Cedeño
Primer teniente Dayana Chaviano./Foto: Efraín Cedeño

“De niña mi mamá repetía que por mi carácter y disposición para asumir el mando debía estar en el ejército. Pienso que, aunque ella lo decía en broma, lo cierto fue que esa premonición influyó en mi vocación para decidir mi futuro, primero al ingresar en los ‘camilitos’ y después formarme como ingeniera informática para servir en la Academia de las FAR”, asegura.

“Soy del criterio que no existe distinción de sexo al ocupar cualquier posición al servicio de la defensa. Tanto los subordinados, los iguales y superiores nos ven como un oficial más”, argumenta.

Por ser madre de un pequeño niño, Dayana está obligada a planificar muy bien su tiempo. “Mi labor resulta bastante compleja, tengo bajo mi responsabilidad la dirección y orientación del trabajo sobre el potencial humano de los ocho municipios del territorio. “Está en mi contenido de trabajo —explica—, ayudar a resolver los problemas asociados al registro militar y las inscripciones de los jóvenes en el SMA”.

“Combinar mis deberes en el CMP —detalla—, los quehaceres de la casa y las obligaciones con mi hijo y demás familiares es bien complicado, aunque no imposible de resolver en el día a día. La propia formación militar, la disciplina, sentido del deber y los métodos de organización te ayudan a desenvolverte mejor”.

Ni la vía de ingreso, ni la experiencia acumulada son las mismas; sin embargo, la soldado Maidelín Cruz Hernández tuvo similar motivación que Aliev y Dayana a la hora de dar el paso al frente para decidir su preparación y estar en la primera trinchera de la defensa de la nación.

“Elegí el Servicio Militar Voluntario Femenino y en estos momentos integro el grupo de Seguridad en la RMC. Por supuesto que al principio extrañé mucho las comodidades de la casa, pero muy pronto me acostumbré gracias al apoyo de mis colegas; sin dudas, la solidaridad y el compañerismo te hacen sentirte en familia”.

Una vez cumplida la etapa del SMVF la joven oriunda de Crucesitas, en pleno macizo montañoso de Guamuhaya, opta por la Orden 18 del Ministro de las FAR, pues no quiere perder la oportunidad que le brinda la Institución armada para alegrar a sus padres con el título de médico, y luego decidir quedarse en las filas de las FAR o preservar la salud de sus coterráneos en la serranía cumanayagüense.

Soldado Maidelín Cruz./ Foto: Efraín Cedeño
Soldado Maidelín Cruz./ Foto: Efraín Cedeño

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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