El bolero como parte del patrimonio cultural y musical en Cienfuegos

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Cuando se estudia el Patrimonio Cultural, desde el valor testimonial, vemos cómo forma parte del paisaje cultural pensado y de la producción y la creación artística, precisamente por relacionar al hombre con la sociedad. En los últimos años se ha producido una creciente sensibilización de este patrimonio cultural y en especial del musical ligado a la identidad, cobrando importancia aquellas producciones que se centran en el rescate de creaciones que marcan hitos musicales, como es el caso del bolero. Muestra de ello, es la importante tendencia actual de emplearlos a partir de una acción de innovación musical para hacer trascender lo creado y socializado.  Ejemplo de este fenómeno es tomar boleros antológicos ya establecidos versionándolos e imprimiendo estilos interpretativos diversos.

Por esta razón, adquieren gran importancia los repertorios musicales, que forman parte de la proyección artística y documental que, además, contribuyen a la preservación del patrimonio musical. Es a través de estos repertorios que se puede conocer la evolución de los conceptos artísticos musicales, el surgimiento y empleo de variantes musicales, procesos de innovación tecnológicos, de transculturación, estilos artísticos, músicos, compositores, acompañantes, entre otros.

El bolero como género, surge en Cuba en el siglo XIX y adquiere este nombre por la popularidad que alcanzó en nuestro país el Bolero Español. Durante todo este siglo, coexistió con otros ritmos y géneros como la contradanza, el danzón y la habanera, por solo mencionar algunos. Esto contribuyó a una retroalimentación genérica que lo nutrió con diversas fórmulas rítmicas en su acompañamiento. Muchos estudiosos consideran a Pepe Sánchez como el precursor de tal modalidad genérica de la canción. Su bolero “Tristezas”, con fecha de composición de 1883 se considera el primero que muestra ya las características y rasgos distintivos del bolero cubano.

Entre las características generales de este género se encuentra la Estructura Formal Binaria, dos partes de 8 compases cada una con su consiguiente repetición. Las principales temáticas son el amor, cantos de alabanza a la mujer, así como la exaltación de la naturaleza. Presenta textos directos, sencillos, con una poesía que no requiere de grandes metáforas ni imágenes con sofisticados bagajes culturales para su comprensión. Todo esto pudiera explicar que no haya disminuido su permanencia y popularidad en el transcurso del tiempo.Durante el siglo XX evolucionó y llegó a convertirse en la base para el desarrollo de la canción romántica. Un elemento importante fue también la difusión en la radio, cine y TV, que contribuyó a la expansión del género no solo en Cuba, sino también en otros países de América Latina y Europa.

Específicamente en Cienfuegos, siempre estuvo en función de las necesidades culturales, sociales y artísticas de la sociedad cienfueguera, y tuvo sus décadas más prolíferas del 1930 al 1960. Como características interpretativas en esta etapa, estaba el dominio empírico del arte musical, el uso de la guitarra como instrumento por excelencia y la utilización de las voces primas y segundas. Morfológicamente, mantiene el uso de compases binarios y cuaternarios donde se emplea como instrumento musical principal la guitarra. También ocasionalmente se incorpora el piano como instrumento acompañante, y con ello se logran interpretaciones que, dada su importancia, llegan hasta nuestros días y han transcendido en el territorio.

Actualmente, el bolero se mantiene vivo en muchas agrupaciones y artistas, que, si bien no necesariamente tienen el bolero entre las líneas principales de composición, lo incluyen dentro de su repertorio. Contamos con figuras y agrupaciones importantes donde este género se hace recurrente en su obra como Lázaro García, el Dúo Así Son, Los Naranjos. También agrupaciones de música de concierto como la Orquesta de Cámara “Concierto Sur”, Dúo Concuerda y Orquesta de Flautas Diadema, han adaptado boleros y los han interpretado desde una estética de la música clásica. Figuras jóvenes también lo mantienen vivo y los incluyen en su quehacer musical como Nelson Valdés, Farileidys Calderón, el grupo Collage, Jailer Martín, entre otros. Incluso agrupaciones como Bouquet con una línea musical que se inclina hacia el hard rock ecléctico han versionado y adaptado boleros antológicos al estilo rockero. Cienfuegos continúa luchando por la permanencia de una tradición que, a ritmo de guitarras y voces, relata cubanidad.

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Samantha de Zayas Muñoz

Máster en Ciencias. Musicóloga.

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