Atraer la atención hacia los adultos mayores con políticas públicas de amparo

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Cuando a mediados de este mes, el 15 para ser exactos, se llamaba la atención en el mundo sobre el tema del maltrato a las personas de edad, tema y día seleccionados por la organización Mundial de la Salud, muchos de nosotros, comunicadores al fin, debatíamos sobre las maneras de proporcionar un trato decoroso y encontrar soluciones a este fenómeno en la sociedad cubana.

No basta con ufanarnos de un Sistema de Atención al Adulto Mayor, cuando todavía resta bastante por “atender” a este sector de la población que llega a edades invalidantes, con marcha lenta, pero que llega al final de sus días y que merece, más que una mirada, una mano sobre la cual sostenerse.

No vamos a hablar de los maltratos que sufren en casa, viviendo en familias distendidas, conviviendo muchas veces hasta con cuatro generaciones distintas, y sí en cambio comentar sobre lo que podría hacerse y no se hace, a nivel social. El acceso al transporte resulta una de las barreras con las que tropiezan nuestros viejitos, porque ya aquello de otorgarles prioridad en una cola, pasó de moda, y debemos admitirlo con dolor, pero sí podría diseñarse una política pública en la que se organice una fila para los mayores de 60 en las paradas de los ómnibus, y así la solidaridad sería obligada.

De igual manera podría funcionar este mecanismo en los bancos, las panaderías, farmacias, y en varios establecimientos a los que acude este sector etario, porque para ser honestos, le encargamos demasiados asuntos a nuestros viejitos de casa.

Opino que todavía pueden emplearse herramientas en otorgarles cierta prioridad a los ancianos que desandan nuestras calles, porque en unos añitos la proporción de adultos mayores aumentará y entonces resultará más difícil la movilidad, porque ya el fenómeno de le emigración ha dejado y dejará huellas profundas en las manos que deben tenderse desde la familia.

No basta con legislaciones y códigos que sustenten de manera jurídica a los abuelos, aunque sea imperativo y necesario el amparo, creo, desde mi punto de vista, que se precisa de una mirada en introspección al asunto, que con diseños modificativos de la sociedad, les brinde prioridad. Pensemos en ello para hoy y mañana, y así tendremos la cultura gerontológica necesaria.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

Un Comentario en “Atraer la atención hacia los adultos mayores con políticas públicas de amparo

  • el 20 julio, 2023 a las 8:38 am
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    Hablar de amparo al adulto mayor, sin analizar el monto de las chequeras, es ignorar el mayor desamparo que tienen los ancianos en Cuba, que atenta contra su seguridad alimentaria, debido a los altos precios, una chequera mínima no da para comprar un cartón de huevos, mucho menos da para comprar las 5 libras de carne de cerdo sin contar todo lo demás que, no se ha tenido en cuenta por parte del gobierno la protección que de oficio debe tener el adulto mayor en el orden económico, la ley de seguridad alimentaria, para garantizar una alimentación adecuada según la Constitución, no aplica para nosotros, no ver esta situación en el Congreso de la nación, para darle una solución inmediata, es ignorar las penurias que vivimos despues de haber trabajado una vida entera.
    Se ha puesto alguien ha pensar cómo se puede comprar un par de zapatos y una muda de ropa cuando lo requiera un adulto mayor, si la pensión solo da para mal comer, cuando esto sea analizado y resuelto en el Parlamento podrá desirse que en Cuba el adulto mayor está protegido.

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