Urra Maqueira y el pasado cultural de Cienfuegos

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Jorge Luis Urra Maqueira (1969), quien conforma junto a Massiel Delgado Cabrera un binomio fundamental de la crítica de arte en Cienfuegos desde hace un cuarto de siglo, desarrolla encomiable labor investigativa que ahora mismo se expresa en la ejecución de varios proyectos, los cuales encamina de manera paralela, repartiendo su tiempo entre uno y otro. Algunos de estos trabajos, iniciados todos a la par desde el año 1996, tienen una dimensión realmente monumental.

El miembro de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Uneac, colaborador de nuestro trimestrario cultural Conceptos y de esta página cultural, afirma que a partir de la antes citada fecha “iniciamos algunos estudios propios del arte local y de las artes visuales y audiovisuales, de manera que de entonces a hoy hemos venido estudiando, profundizando, tratando de articular una historia que sea capaz de develarse como lo merece en la cultura artística sureña todo aquello que es capaz de revelar que esta no se construyó a saltos, sino que fue en tanto consecuencia de la participación de creadores nacidos en la Isla o fuera de ella.

“Ellos, aunados por el interés de conformar una ciudad saludable en el orden cultural, invirtieron sus dineros en crear casas fotográficas, talleres de marmolería y de esculturas, herrerías… Algo de lo cual, creo yo, heredamos de alguna manera a través de los tiempos; y la intención era justamente esa: poder aprehender, año por año, a partir de las pocas fuentes existentes, cuáles fueron esos acontecimientos que signaron a la ciudad y la convirtieron en el siglo XIX en una de las tres o cuatro plazas de su tipo más importantes del país en el orden cultural”.

El estudioso cienfueguero considera que “evidentemente, el hecho de que no exista una cátedra de investigación, de que ningún investigador haya podido dedicarse de forma exclusiva a este ejercicio -amén de desarrollar yo otras profesiones, otras actividades en el orden cultural-, ha hecho que se ralentizara un poco el proceso, pero ya estamos terminando los primeros pasos. Hemos concluido el primer tomo, el de las artes visuales, desde la prehistoria hasta el siglo XIX en Cienfuegos. Su publicación será por conducto de la Universidad de Colorado, con traducción al inglés.

“Estamos trabajando ahora desde 1900 hasta 1963 y la creación de la escuela de artes plásticas creada por Mateo Torriente y Samuel Feijóo, lo cual sería un segundo tomo; y además un tercero desde esa fecha hasta la actualidad, que ya en alguna medida está avanzado. Pero entrañan grandes búsquedas, sobre todo ese segundo”, complementa.

Urra Maqueira aprecia que lo más interesante de todo este quehacer indagatorio estriba “en sacar a relucir cuánto aportó Cienfuegos para las artes plásticas, no solo a rango regional sino visto desde el punto de vista general de la cultura. En el material se establecen paréntesis sobre la primera mujer que tomó fotografías en Cuba, cienfueguera como la primera que modeló una escultura. Hablamos de la caricatura germinal aportada a la Isla, en 1833, aquí; donde igual contamos con el artista que introduce la escultura monumental que se crió y formó en el terruño…”.

Al unísono, el entrevistado construye la historia audiovisual de Cienfuegos, “desde 1897, que trajo después de un período de tránsito la filmación en 1909 del primer corto cinematográfico conocido aquí, Los carnavales de Cienfuegos; luego vinieron Cienfuegos progresista y una serie de cortos filmados por Enrique Díaz Quesada, el padre de la cinematografía nacional, quien tuvo una relación muy estrecha con varios empresarios y quien recibió en 1919 una medalla de oro de la ciudad por haber reproducido sus celebraciones a través de su equipo cinematógrafo”.

El especialista afianza además la terminación de un diccionario de las artes visuales en Cienfuegos a través de la historia; así como su Enciclopedia del actor cinematográfico cubano, de cara a la cual ya tiene compilada toda la información e inició el proceso de redacción.

“Esta posee más de 400 páginas e incorpora a los actores que están en Cuba y también fuera, una enorme cantidad de creadores cercana a los seis mil. La orla una dinámica interna en su estructura no convencional para este tipo de materiales”, comparte.

Por último, y por si fuera poco, el ubicuo e incombustible Urra acomete una investigación sobre la diversidad sexual en el arte. Son empeños en los cuales labora de forma incansable, y a partes iguales, durante noches, madrugadas, fines de semana, como todo buen investigador que se precie.

Serán, en cada caso, materiales de utilidad general, y los específicamente relacionados con Cienfuegos engrosarán un patrimonio historiográfico cultural que contribuirá al necesario estudio de las raíces autóctonas y a establecer puentes de aproximación más expeditos con nuestra raíz/herencia culturales.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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