Un verano que deja huella en Cienfuegos
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Bajo el sol ardiente de agosto, jóvenes de toda la provincia se reúnen en el segundo campamento de verano: un espacio donde historia, cultura y trabajo se entrelazan.
Anisley Cordero González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Cienfuegos, destacó a 5 de Septiembre la importancia de estas jornadas, creadas para fortalecer valores y contribuir al desarrollo local. Desde labores productivas hasta intercambios culturales, cada actividad deja una enseñanza.
El campamento, que se desarrolla desde el 11 hasta el 15 de agosto, no solo ofrece diversión, sino crecimiento. Jóvenes comunistas —exceptuando a los pioneros más pequeños— asumen retos que van más allá de lo recreativo. Anisley explicó el impacto económico de estas acciones en la comunidad, demostrando que la juventud es motor de cambio.
La tarde del 11 de agosto quedó grabada en la memoria de todos. La visita a la comunidad Hermanas Giralt fue un ejercicio de solidaridad y aprendizaje. Con apoyo del sector deportivo, los participantes compartieron sonrisas, sueños y esfuerzo, reafirmando que la Revolución se construye desde lo cotidiano.

Entre risas y canciones, los jóvenes demostraron que el futuro está en sus manos. Las actividades productivas enseñan tanto técnicas como el valor del esfuerzo colectivo.
Al caer la noche, una emotiva velada cultural cerró otra jornada de trabajo y esperanza. Este campamento trasciende lo eventual: simboliza que la juventud, guiada por sus líderes, sigue escribiendo la historia. Como dijo el Che: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Hoy, ellos lo demuestran con hechos. En cada mirada y en cada mano unida late el corazón de una generación que no teme al futuro porque lo construye. Entre el polvo del camino y el brillo de sus ideales.
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