Te extermino desde el aire, pero también te lanzo comida a la playa

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Para quienes todavía tienen sueños húmedos con el imperio o piensan que de sus mentes políticas dominantes puede emerger algo bueno para sitio alguno de nuestro mundo, la muestra de cinismo, burla al intelecto de los seres humanos e intento de manipulación mental de estos días (arrojar, desde aviones del ejército yanqui, alimento para los palestinos, frente a las costas de Gaza) es otra prueba más del proceder del lobo que, infructuosamente, a veces se hace pasar por cordero.

Estados Unidos no solo ha vetado todas las resoluciones promovidas en la ONU para un alto al fuego encaminado a parar el exterminio en marcha desde octubre de 2023 por parte de su principal aliado, Israel; no solo ha respaldado política, económica y mediáticamente a la potencia agresora nuclear de Oriente Medio; sino que además le brinda un decisivo respaldo militar, que va desde todas las armas y municiones del ejército hebreo hasta asesoramiento de comandantes de alto nivel.

De acuerdo con informes públicos, solo durante los meses de conflicto (aunque lo ha hecho desde 1948) Washington envió a Tel Aviv centenares de miles de bombas MK84, no guiadas MK82 y de pequeño diámetro GBU-39, municiones de ataque directo conjuntas KMU-57, espoletas para bombas FMU-139, municiones guiadas de precisión, proyectiles de artillería de 155 mm, armamento rompe-búnkeres, drones kamikazes, helicópteros Apache y aviones F35.

A lo anterior se suman numerosos paquetes multimillonarios de ayuda económica aprobados por las instancias de gobierno estadounidenses; así como inteligencia militar y general.

O sea, que la nación que armó hasta los dientes a Israel y le brindó las armas para asesinar (hasta el momento) a cerca de 31 mil habitantes de Gaza, le lanza comida a la playa a quienes aún no han podido exterminar. Comida que, dicho sea de paso, en buena parte cayó en manos de los propios sionistas, quienes incluso se burlaron públicamente de ello.

Es la histórica postura de un país que hizo del engaño y del oportunismo mecanismos de vida; el país del “garrote y la zanahoria”; el país cuyas industrias contribuyeron a armar al ejército hitleriano, causante del principal genocidio del siglo pasado (si no incluimos aquí los bombardeos atómicos a Japón)… y que luego luchó contra los nazis, al final de la II Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética había jugado el papel fundamental en la contienda; el país que ha intentado asfixiar al pueblo cubano durante más de sesenta años, por todas las vías imaginadas u otras inimaginables.

Pobre iluso quien piense que algo bueno podría provenir de sus gobiernos para los pobres de este mundo.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

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