Sobre polos productivos en Cienfuegos, una opinión autorizada

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Sobre el impacto de los polos productivos en lograr las libras per cápita en la provincia, comenta Huver Díaz Otero, subdelegado provincial para la atención al Área Agrícola.

“El programa de la creación de polos productivos, desarrollado de forma gradual, iniciado hace tres años atrás, comenzó con la identificación de áreas con las condiciones necesarias y favorables para obtener volúmenes productivos que permitieran la comercialización. Primero para autoabastecer los territorios, y luego, dirigidas a otros destinos, como el consumo social.

“Unas 7 mil 400 hectáreas resultaron identificadas, de ellas hoy ya se cultivan más de 5 mil en los distintos municipios.

Se buscó un balance de los cultivos en estas áreas. En el balance final de la campaña de primavera hemos tratado de que estén selladas, un término que significa sembradas con variedad de cultivos, con rotación; en estas áreas se crean mejores condiciones de riego y otras alternativas, organizativas, y hasta se mejora la atención a los trabajadores.

¿Cuáles podría mencionar con resultados?

Hidropónico de Cumanayagua.

“Horquita, Juraguá, Seibabo, en Cumanayagua; Los Cocos, en Palmira, entre otros, todos incrementan tierras y mantienen el área en explotación. Sin hablar de números, porque en esencia lo principal resulta la satisfacción de la población, podríamos decir que en la actualidad estamos alcanzando un nivel importante de suministros.

“Los Polos Productivos se complementan con el sector cooperativo y campesino, que también aportan, porque las tierras no solo son estatales, sino que alrededor de estos existen áreas de varias formas productivas, y entonces actúa como coordinador, lo que viabiliza la comercialización en sus nuevas formas.

“Hemos imbricado varias funciones cardinales a la hora de comercializar las producciones sin marginar al resto de los productores. El papel fundamental de los polos es la entrega a la población, suplir las necesidades alimentarias, y tener presencia en las tarimas, no es la única forma por la que apostamos, pero se ha convertido, la creación de los polos productivos en una solución, que permite tener un mejor manejo de productos que antes estaban ausentes.

“Tanto en la cabecera provincial, como en los municipios y territorios donde están enclavados, al formar parte del desarrollo agrícola, y también tecnológico de las zonas.

“Tenemos ejemplos sobrados de cómo mejoraron las condiciones laborales y de vida de los habitantes de asentamientos cernanos a estos polos productivos, su vínculo con las universidades, con los procesos industriales, y en esa consolidación estamos, ante las fortalezas y oportunidades, en medio de difíciles condiciones, con la responsabilidad diaria y permanente de la entrega de productos a la población. Entre ellos el Polo de Los Cocos en Palmira, Seibabo con sus dos bateyes; Horquita es tradicional, Juraguá, todos constituyen fuentes de empleo, y dan unidad de fuerzas de acción entre el estado, propietarios y usufructuarios. No creemos que todo esté resuelto, el proyecto es perfectible y en ello trabajamos”.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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