Por un “estrechón” de manos entre la empresa y su entorno
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Aunque en términos financieros y de gestión económica, una empresa se deba al Grupo Empresarial “X”, o la Organización Superior de Dirección Empresarial “Y”, en su estructura física y social tiene también mucho que ver con esa comunidad que la rodea.
Tal certeza prima hoy en la iniciativa de vincular a las diferentes organizaciones empresariales con el programa de reanimación de barrios vulnerables, que en Cienfuegos como en el país, tiene el reto de subsanar en repartos, zonas y consejos populares; los problemas relativos al estado de redes hidrosanitarias, asfaltado de calles, vivienda, imagen de consultorios, escuelas o establecimientos comerciales, por ejemplo.
Pudiera decirse que la empresa paga el impuesto sobre utilidades, aporta el uno por ciento de la contribución territorial, o genera los bienes y servicios previstos, y cumple así con su misión. Nada erróneo hasta ahí desde una mirada puramente económica. Pero este “apadrinamiento” a la comunidad por las entidades —donde también ellas coexisten— trasciende lo financiero y alcanza la imprescindible dimensión social de la labor desplegada en los barrios actualmente.
Una primera contribución, la fuerza de trabajo, se desgaja del binomio empresa-consejo popular. Así lo confirmaba Reinel Hernández Capote, director provincial de Economía y Planificación en Cienfuegos, al referirse a las proyecciones de mejoría de 42 barrios de la provincia en esta primera etapa del 2022.
“Se ha discutido con todas las entidades y organismos enclavados en cada territorio la necesidad de aportar fuerza de trabajo para trasformar los barrios”, comentó el directivo, tras informar que la provincia cuenta con el financiamiento necesario para tal empeño, al notificársele en la partida de gastos corrientes del presupuesto anual 42 millones de pesos.
Entre las entidades vinculadas hoy a la iniciativa —que debe llegar para quedarse— aparecen fuertes organizaciones del sector empresarial cienfueguero. El director provincial de Economía y Planificación mencionaba así a “la Empresa Agropecuaria Horquita, del municipio de Abreus; la Agroindustrial de Granos, de Aguada de Pasajeros; la embotelladora Ciego Montero, de Palmira, así como las diferentes Constructoras de Obras e Ingeniería (Ecoing)”.
Otras por su propio objeto social, más que a un solo barrio están ligadas al quehacer de casi todos los consejos populares. Se trata de las empresas de Acueducto y la Unión Eléctrica, así como las direcciones de Servicios Comunales. De igual manera, “la entidad provincial de Mantenimiento y Construcción tiene misiones importantes en la barriada de Reina y en la comunidad de La Parra, entre otros sitios”, señaló el directivo.
Concretar el cambio real en cada comunidad resulta todo un reto en el complejo escenario económico que vive hoy el país. Aun así, una fortaleza para lograrlo radica, precisamente en que las empresas acompañen el programa reconstructivo y no lo hagan solo desde la formalidad del “apadrinamiento”, sino desde el compromiso de ayudar a revertir los complejos problemas existentes, siempre con la participación de los vecinos del lugar.
Se trata de una relación ganar-ganar: el barrio ve renacer su infraestructura; y la entidad mejora esos mismos viales por donde rueda su parque automotor, las redes hidrosanitarias que también la abastecen; y la bodega, farmacia o escuela que —una vez remozadas—ofrecerán mejor servicio a los vecinos, tal vez muchos de ellos parte del personal calificado responsable de “hacer caminar” la empresa día a día.
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