Pide tres deseos, pero piensa en los cambios (Genie y Arrival)

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¿Qué deseó el Fausto de Goethe? Las riquezas que le otorgó el emperador alemán; los favores de Helena de Troya…

¿Y Aladino? El poder del oro y la mano de la princesa Bradulbudur.

Pero ambos tuvieron sendos ayudantes: Mefistófeles y el genio de la lámpara.

La última obra del célebre Richard Curtis (guionista de MrBean, Cuatro bodas y un funeral…) se titula Genie.

Una comedia de Navidad, estrenada a fines del 2023, que retoma el tópico del genio, la lámpara y los deseos.

El filme está lleno de deseos. Pequeños y grandes. Necesarios unos, peligrosos otros.

Los deseos y las cosas

Casi todas las comedias ligeras dan publicidad a productos de confort que forman parte del tono agradable que reviste el género.

Se celebran todo tipo de comidas (pizzas, Oreos, asados, caviares), bebidas (tintos, claros, espumosos cervezas, colas), juguetes, mansiones con piscinas, cruceros, parques de diversiones, joyas, lencería y etc.

Se puede hacer un catálogo exhaustivo de la cultura material primermundista, y usarlo en tus historias, como lo realizó Rubén Darío respecto al lujo europeo decimonónico.

‘Genie’ no es la excepción a esta práctica. De hecho, los primeros servicios de la genio Flora (graciosamente interpretada por Melissa McCarthy), fueron probar la calidad de Spotify y la pizza familiar con pepperoni y queso extra; adquirir regalos de Navidad en Bloomingdale’s y un auto deportivo.

Sin embargo, todos estos deseos de Bernard están supeditados a uno esencial: recuperar el cariño de su esposa e hija.

Los deseos y los sentimientos. La familia como lo más preciado

El conflicto se inicia cuando Bernard (Paapa Essiedu), agobiado por el exceso de trabajo, llega tarde al cumpleaños de su hija. Incluso, en las prisas, pierde el regalo por el camino: un feo oso de felpa comprado a la carrera, pese a que la niña deseaba en realidad una casa de muñecas. La consecuencia: la esposa le pide un tiempo y, llevándose a la hija, se va a vivir con la abuela.

¿Ya se adivina qué es lo que pide, lo que más desea el protagonista? Obtiene la respuesta clásica de la genio: no se puede, mediante la magia de los deseos, transformar los sentimientos ajenos.

Deseos vs la gente avariciosa y envidiosa

Tanto la genio como Bernard no ven con buenos ojos a los avariciosos. Por ello, uno de sus deseos consiste en que la fortuna personal de su jefe sea donada a una organización benéfica para alimentar y abrigar a personas desfavorecidas. Los dos personajes se divierten con la cara de estupefacción del malvado “bienhechor”.

Pero fuera de esta broma, el filme transmite el cálido mensaje navideño: lo que más vale es la familia, la hermandad, la reconciliación.

Un mensaje semejante, pero a escala global, ofrece la cinta ‘Arrival’ (Netflix, 2016), basada en el famoso cuento del escritor estadounidense Ted Chiang.

Doce naves alienígenas se suspenden a escasos metros sobre diversos países del planeta. El insólito acontecimiento provoca disturbios en Caracas, movilización de los ejércitos chino y ruso; y una creciente curiosidad de los militares estadounidenses, cuyo jefe insiste en que la protagonista (profesora políglota) les pregunte a los recién llegados ¿qué quieren? ¿a qué han venido?

Todos los países comparten la información en pro de una comunicación eficaz para entender a los extraños. Hasta que China decide atacar.

Sin embargo los extraterrestres traen un regalo, un regalo que está por encima de las ambiciones y los intereses localistas; por encima de la tiranía y los militarismos. Se trata de un cambio de actitud, de un modo diferente de entender y ver las relaciones sociales y temporales.

Esta metáfora del Humanismo, donde el militarismo obseso (representado por el general Shang) cede en su afán guerrerista a favor de la causa comunitaria terrícola, retoma la utopía de que un lenguaje común y conmovedor, entendido por todos, acabaría con la avaricia y la envidia de unos pocos.

Lo que en ‘Genie’ se manifiesta como una broma contra el ambicioso soberbio, en ‘Arrival’ se sugiere como un regreso a la armonía: “abandona el belicismo a favor de la democracia internacional porque sé lo que te ocurrió, lo que te ocurre y lo que te ocurrirá”. El lenguaje heptápode introduce en las comunicaciones internacionales la dulzura de un secreto revelado por teléfono, que tuvo la amable consecuencia de restaurar la armonía universal.

Aunque pertenecen a géneros distintos (comedia y drama), ambos largometrajes aluden a una ética de todos los tiempos: aunque los agentes exteriores (genios, extraterrestres) pueden favorecerte y hasta fungir como árbitros, eres tú quien debe cambiar.

En definitiva, el acto más hermoso de Bernard fue liberar a la genio, su servidora, de la esclavitud.

 

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Ernesto Peña

Narrador y crítico. Premio Alejo Carpentier de Novela.

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