Nigeria: secuestradores piden una alta suma por la liberación de 280 alumnos y maestros

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Cinco días después de que un grupo armado secuestrara a al menos 280 alumnos y maestros en una escuela pública de Kuriga, ciudad al norte de Nigeria, los familiares recibieron este miércoles 13 de marzo una llamada exigiendo el pago de un rescate, bajo amenaza de matar a los menores en caso contrario. El Gobierno reaccionó diciendo que las fuerzas de seguridad “están trabajando día y noche” para salvar a los niños y adultos secuestrados, y que no se pagaría “ni un centavo” a los criminales.

Fue Jubril Aminu, líder comunitario de Kuriga, quien recibió la llamada de los secuestradores el martes 12 de marzo, desde un número oculto.

“Pidieron un total de 1.000 millones de Nairas (620.432 dólares) como rescate por todos los alumnos y trabajadores de la escuela”, dijo Aminu a la agencia de prensa Reuters. “Dieron un ultimátum de 20 días, efectivos a partir del día del secuestro. Amenazaron con matar a todos los niños y al personal si no se pagaba el rescate”.

El pasado jueves por la mañana, a la hora del inicio de las clases, un grupo armado atacó la escuela a tiros antes de llevarse secuestrados a los alumnos y maestros al bosque, reportaron los residentes de Kuriga y las autoridades locales.

Un niño sostiene un letrero en el que se lee “No estamos durmiendo ni de día ni de noche por la inseguridad. Los bandidos nos están atacando”, en una protesta por el secuestro de cientos en una escuela en el Estado de Kaduna, Nigeria, el 8 de marzo de 2024. REUTERS – Stringer

El rescate consiste en “una cantidad enorme de dinero”, dijo Abdullahi Umar a la agencia de noticias EFE. El también líder comunitario de Kuriga subrayó que los padres de los niños y adolescentes secuestrados y los vecinos de la zona han intentado recaudar fondos desde que recibieron la llamada.

“Pero no hemos reunido mucho. Pedimos al Gobierno y a personas bien intencionadas que nos ayuden. Dicen que el pago de rescates es ilegal, pero no podemos dejar morir a nuestros niños”, declaró Umar.

En Nigeria, en donde los secuestros se han convertido en una lucrativa fuente de financiamiento para los grupos armados, la legislatura anterior aprobó leyes para castigar con tiempo de cárcel a quienes paguen rescates a bandas criminales.

La cantidad exigida por los secuestradores equivale a aproximadamente 2.000 dólares por rehén: más que el ingreso anual per capita en Nigeria, según datos del Fondo Monetario Internacional.

Idris Ibrahim, oficial del consejo municipal de Kuriga, confirmó la petición de rescate y la cantidad demandada. Afirmó que las autoridades están tomando “las medidas adecuadas” para la liberación de los estudiantes, además de trabajar para identificar el número desde el que los secuestradores realizaron la llamada.

Por su parte, el ministro de Información, Mohammed Idris, dio una rueda de prensa el miércoles para resaltar la posición del presidente Bola Tinubu, electo en 2023 bajo la promesa de luchar contra la creciente inseguridad en el país.

“Ha ordenado que las agencias de seguridad trabajen día y noche para asegurar que esos niños y todos los que han sido secuestrados vuelvan a estar a salvo, y que en el proceso se aseguren de no pagar ni un centavo del rescate”, declaró.

Familias desesperadas

“Por favor quédense y ayúdennos. Por favor no se vayan”, gritó una mujer al convoy del gobernador de Kaduna (Estado en el que se encuentra la ciudad de Kuriga) cuando las autoridades se retiraron después de asegurar que los alumnos serían rescatados, el día del secuestro.

Es el primer secuestro en masa que sufre el país desde 2021, cuando este tipo de crímenes en las escuelas eran tan frecuentes que provocaron una ola de cierres de centros educativos en el noroeste del país, explicó James Barnett, investigador especializado en África Occidental en el Instituto Hudson, a la agencia de noticias AP.

Camiones del ejército de Nigeria frente a la escuela en la que los niños fueron secuestrados en Nigeria, el 7 de marzo de 2024. © AP

Para Nnamdi Obasi, consejero del International Crisis Group, la desesperación de las familias, de las comunidades e incluso de los Estados afectados hace que pagar rescates haya transformado los secuestros en masa en “la actividad criminal más lucrativa del noroeste” nigeriano.

Los “bandidos”, como se les llama comúnmente a los miembros de estas bandas criminales en el país, se han dedicado a aumentar su poder e influencia en las zonas rurales, donde se siente la ausencia del Estado y las comunidades son más vulnerables a los ataques.

Pese a las actividades de búsqueda por parte de las fuerzas del orden, los familiares aún no han recibido ningún dato sobre el paradero de los niños, adolescentes y adultos secuestrados.

“Poca fe” en las autoridades

“Continuaremos rezando por la ayuda divina para resolver esta tragedia, mientras el Gobierno se hace cargo de los secuestradores”, dijo Muhammad Kabir, familiar de uno de los rehenes, a la agencia de prensa AFP.

Las familias entrevistadas por AFP señalaron que tienen “poca fe” en las autoridades y que sienten que no tendrán más remedio que pagar el rescate, aunque eso implique vaciarse de sus ahorros.

Joshua Madami, líder juvenil de Kuriga, narró que el día del secuestro, la escuela estaba “completamente rodeada” por los bandidos. Sin embargo, según los residentes de la ciudad, la policía solo llegó a la escuela varias horas después del lo ocurrido. Familiares y analistas temen que ese lapso de tiempo haya permitido a los secuestradores llevarse a los menores y adultos aún más lejos en el bosque.

Los llamados “bandidos” son grupos criminales distintos a los islamistas extremistas, quienes por su lado han secuestrado a más 200 personas en Nigeria en las últimas semanas.

Para Shehu Sani, exdiputado para el estado de Kaduna y activista por los derechos humanos, los “bandidos” atacan a alumnos en las escuelas porque “saben que evocará la simpatía pública, y habrá más presión para que sus demandas lleguen hasta el Gobierno central”.

“Muchos padres de familia en las zonas rurales de Nigeria ahora tienen miedo de dejar ir a sus niños a la escuela. Esto es un serio problema para la educación en el norte de Nigeria”, afirmó en su cuenta de X.

Con Reuters, AP, AFP y EFE

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