Martí en Irene

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Una sencilla y humilde mujer abreuense cuenta cómo se hizo profesora y martiana

Para Irene Hernández Valero, una mujer abreuense que cuenta en su haber el realizarse como educadora, llevar a su vida cotidiana el pensamiento de José Martí, y ponerlo en práctica, le nació desde niña.

“De pequeña —cuenta— soñé con ser profesora de Literatura y Español, recuerdo a Nené Traviesa, de las lecturas de mi madre alfabetizadora, sacada de La Edad de Oro, la que luego llevaba a mis muñecas en un pasillo de la casa colonial de amplios ventanales donde me crié; allí, en ese espacio no faltaba una pequeña pizarra de juguete, desde donde daba clases a mis muñecas. Así comenzó a crecer José Martí dentro de mi”.

Tal y como cuenta Irene, la vocación por el magisterio entró por la casa. Luego, en la escuela, como su segundo hogar, junto a maestros y profesores, formaron a esta Irene, la licenciada en Literatura y Español, quien frente a la pizarra real ha enseñado por varias generaciones, e inculcado a sus alumnos el estudio de la vida y obra de José Martí.

“Mis maestras de sexto grado, Marisela León y Teresita Castillo, estudiantes de práctica de la Escuela Formadora de Maestros, también contribuyeron a mi formación, por la labor que desarrollaron aquí en Abreus; y cómo olvidar al profesor Pino, también inspirador de mi vocación por el magisterio. Con posterioridad, ya graduada, fundé el Club Martiano en el centro mixto de la localidad”.

¿Cuál es su libro preferido del Maestro, el primero que leyó?

“Cartas a María Mantilla, sin dudas el que más me acercó a Martí, en ese texto maravilloso, todos los consejos que allí le da a la niña, son útiles hasta los días de hoy, es un libro necesario que debían leer todos los padres y también niños y jóvenes”.

Irene resulta iniciadora de los Club Martianos en su natal Abreus, municipio que ostenta la distinción Honrar honra, entregada por la Sociedad Cultural José Martí, a tenor del trabajo esmerado de sus instituciones culturales y educacionales.

Desde febrero de 2022, Hernández Valero forma parte activa del colectivo docente y cultural de la Casa de Cultura Rafael Lay del territorio, en la que se desempeña como profesora instructora de Literatura, oportunidad que le ha permitido llevar a los diferentes grupos etarios de la sociedad, el pensamiento martiano.

Para ella, Martí es otro ser humano común que camina a su lado, pues sus frases son aliento para cualquier momento de la vida, incluso en los más convulsos.

Al final de nuestra conversación Irene nos dice emocionada:

“Todos los cubanos deberían sentirse martianos, en honor a ese formador de valores que puso a prueba sus conceptos de patriota y cubano cabal; en lo fundamental en los tiempos actuales en los que ‘Hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes’, José Julián Martí Pérez seguirá siendo un hombre de todos los tiempos”, sentenció esta profesora con casi 40 años de ejercicio profesional, querida y admirada por los alumnos en su Abreus natal.

*El autor es comunicador institucional del Gobierno en Abreus.

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