María Conchita Alonso: Una actriz cienfueguera que no quedará para la historia del cine (Parte V, Final)
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El día 1 de diciembre de 2017 María Conchita Alonso sufre un gran golpe con la muerte de su madre, María Conchita Bustillo, quien a los 89 años es víctima de un paro respiratorio. Los cercanos a la actriz aseguran que la artista no quiso dar entrevistas ni hacer comentarios debido al impacto. Los vínculos entre ambas eran muy profundos. Cinco meses después, con 60 años cumplidos, se somete a un novedoso método facial para lucir más lozana y bella, a base de hilos tensores de colágeno. Lo inédito es en que las zonas tratadas, en su caso, la cara y el cuello, se levantan sin cirugía.
Encarna el rol de Cornelia Torres en la cinta Fuera de menú (2018), de Francisco Lupini Basagoiti, relato sobre el heredero de un establecimiento de comida rápida mexicana en un abandonado pueblo de Nuevo México, que tiene entre sus empleados a una auténtica y enérgica chef, y reanuda sus cometidos en la sexta temporada de El señor de los cielos (2018) de Telemundo, descifrando el rol de Nora Requena, la fiscal neoyorquina que procura extraditar a Aurelio Casillas. Igualmente, encarna a Bea en el drama de horror Good Boy, de la serie Into the Dark (2018-2019), sobre una periodista independiente que adopta a un peligroso faldero como apoyo emocional. Sin ser una obra de arte, la serie logra entretener a los públicos.
Al siguiente año participa en dos producciones de entrecortado éxito: I’d Like to Be Alone Now (2019), una comedia de Jon Dabach que narra los derroteros de Kyle luego que ha perdido a su esposa e hijo y los esfuerzos de su familia por ayudarle a recuperarse, en la que interpreta a Matti, y la serie FraXtur (2019-2021), creada por Christopher Ray y Zack Wars, que poco contribuye a su carrera, estelarizada por Brittany Curran, Chasty Bellesteros y Ciara Hanna. En esta nueva experiencia asume a Hallet en los episodios 6, 7 y 8. Asimismo, emerge en ¡He matado a mi marido! (2019), texto fílmico de timbre almodovariano que versa sobre la vida de Remedios, una burguesa madura e inestable de Miami, cuya existencia se transforma cuando descubre que su marido le es infiel y decide asesinarlo durante un festejo. La historia entremezcla la comicidad con la tragedia y descansa en los histrionismos de María Conchita y Assumpta Serna.
En esta fase también asoma en una miniserie de mediocre éxito: The I-Land (2019), donde asume a la madre de Chase, resuelta en siete episodios, sobre diez individuos que amanecen en una isla perfecta sin recordar quiénes son y cómo arribaron a este lugar, los que acaban por descubrir que la realidad no es lo que creen. Sobre ella ha dicho Pere Solá Gimferrer, del Diario La Vanguardia, que “Es tan mala que podrían emitirla en el infierno” y Brian Lloyd, crítico de Entertainment.ie, que “Es tan mala que no puede ser real”.
A partir de 2020 se incorpora a varios filmes que aún discurren en su fase de postproducción, preproducción o tan solo han sido anunciados. Para 2021 se espera el estreno de Sallywood, de Xaque Gruber, un relato centrado en Zack, apocado escritor que trata de hacer carrera en Hollywood, donde emerge con el rol deVenetia Boyd; Take Me to Tarzana, de Maceo Greenberg, comedia en la que interpreta a la sagaz Juanita, quien lucha contra los efugios corporativos; The Portrait’s Secret, de Janet Álvarez González, basado en hechos reales, con subtramas sobre la violación de los derechos humanos y de abuso económico dentro de los espacios religiosos y las entidades gubernamentales; Broken Soul (Almas rotas), de Max Bartoli, drama inspirado en eventos históricos, sobre dos latinos y un norteamericano detenidos por un cartel de droga en 2009, en el que personifica a Susana Herrera, y Arachnaconda, de Stephen Niver, historia de ciencia ficción sobre una rara e imprevista criatura.
Varios han sido los reconocimientos, nominaciones o premios obtenidos por la artista a lo anchuroso de su carrera. Por sus contribuciones a la industria del entretenimiento y la comunidad hispana, en marzo de 1990 recibe el premio a la Mujer Hispana del Año que concede la Mexican-American Opportunity Foundation. En el 2006 es elegida para animar el Óscar alternativo y al año siguiente recibe un premio por su itinerario en el cine durante el IX Festival Internacional de Cine de Santo Domingo.
En 2020 piensa en retirarse, pues asume que lo ha probado todo en el audiovisual y la música. La artista cree que el fin de sus días podría ser abrir un barcito en Europa. No obstante, reaparece en el filme Spody Gets His Gunz, filmado en 2017 bajo las órdenes de Pedro Brenner, comedia que acontece en los ambientes de la mafia, en la que sobreviene el caos cuando un servidor de pizzas cruza los predios de unos gánsteres, junto a A. Michel Baldwin y Augie Duke, cuyo lanzamiento se pospuso para 2022.
Los sentires sobre su condición artística son muy volubles. Aunque le reconocen que abre el camino a los latinos en Hollywood, la creen mejor como cantante que actriz, una artista de escaso rigor intelectual, a la que impugnan su servilismo a la industria estadounidense, donde suele representar mujeres “fáciles”, así como su errática posición política. “María Conchita Alonso no quedará para la historia del cine de Hollywood” — ha dicho el crítico e investigador norteamericano Andrew Sarris.
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