Manteca, en la visión del Centro Dramático de Cienfuegos

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Manteca es uno de los títulos que conforman la creación literaria del  desaparecido dramaturgo habanero, Alberto Pedro y el segundo acercamiento que, desde las puestas en escena, tiene el colectivo Centro Dramático de Cienfuegos con el autor, después de haber llevado a la tablas, anteriormente, otra de sus obras: Mar Nuestro, ambas dirigidas por Generoso González. Las  piezas teatrales tiene en común el reflejo de circunstancias específicas, expresión de situaciones coyunturales que ponen al individuo en disyuntivas en las que su lógica de vida, capacidad de razonar o sus valores juegan un importante papel.

Las representaciones exhiben una correcta construcción y una clara estructura dramática. Para la agrupación teatral cienfueguera es una suerte disponer de estos textos teniendo en cuenta sus características singulares y las potencialidades de su línea estética. Ello  permite a los actores desarrollar el arte escénico desde la defensa de la dramaturgia nacional. La citada obra sobresale por la contundencia de su tema, la profundidad de sus mensajes, las  libertades que brinda de acción y soluciones escénicas, el buen manejo de las caracterizaciones y el reducido número de personajes.

Manteca, se registra como uno de los últimos estrenos de la agrupación y donde se desempeñan los actores más longevos en la unidad artística. Solo tres personajes se mueven en la trama, Dulce, Pucho y Celestino. Estos  hermanos habaneros se dedican a criar un puerco en apartamento de un edificio familiar, en un  contexto de la crisis de un producto alimenticio como la manteca.

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