Manifestaciones contra la reforma laboral de Milei, considerada un retroceso en derechos
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Movimientos sociales en Argentina marchan contra la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei. Acusan a las autoridades de recortar derechos laborales, debilitar la negociación colectiva y profundizar la desigualdad social. La decisión de salir a la calle fue tomada pese a que el Ejecutivo introdujo modificaciones en el documento original y excluyó la eliminación de la cuota solidaria sindical. Muchos políticos también han apoyado las protestas
Los principales sindicatos de Argentina marchan este jueves para repudiar la propuesta de reforma laboral que el presidente Javier Milei envió al Congreso, y que ha generado un clima de tensión ante el riesgo de que las fuerzas de seguridad repriman a los manifestantes.
“La Confederación General del Trabajo (CGT) de la República Argentina advierte al Gobierno nacional que el derecho a manifestarse libremente es una garantía constitucional y democrática que debe ser respetada y resguardada por las autoridades públicas”, advirtió la central sindical más grande del país sudamericano, horas antes de la movilización.
La semana pasada, Milei presentó una histórica reforma laboral que propone drásticos cambios con respecto al pago de indemnizaciones, el periodo de vacaciones, el derecho a huelga y el vínculo entre trabajadores y empleadores.
La oposición asegura que el proyecto solo beneficia a los empresarios y afecta derechos básicos conquistados por los trabajadores durante el último siglo, además de que precariza todavía más las condiciones de empleo.
El Gobierno, por el contrario, afirma que se trata de “modernizar” una ley que data de los años 70, con el propósito de incentivar la creación de empleos y mejorar las condiciones laborales en medio de un proceso de transformación tecnológica.
Unidad
La CGT se alió de inmediato a la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), otra agrupación que aglutina a múltiples gremios, para repudiar la iniciativa. La primera medida de fuerza es la marcha de este jueves, que prevén será multitudinaria, y que se llevará a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, mientras el Senado debate formalmente el proyecto.
Sin embargo, los organizadores alertaron que diversos funcionarios han cuestionado la movilización y han hablado en contra de la clase trabajadora, lo que “lejos de contribuir a un clima de respeto y convivencia democrática, constituye una provocación innecesaria”.
Una de las que ha provocado mayor controversia es la senadora Patricia Bullrich, quien a principios de diciembre dejó el cargo de ministra de Seguridad que ocupó durante los primeros dos años de Gobierno de Milei.
“Esta ley está del lado del que labura, les guste o no”, afirmó la exministra, quien además preside la comisión del Senado que tratará de dictaminar la iniciativa.
Los sindicatos recordaron que la protesta social no es un delito. “Es una herramienta legítima de expresión colectiva frente a políticas que afectan derechos fundamentales, el empleo, la producción y la justicia social que el movimiento obrero ejercera en el marco de la ley”, señalaron.
Por ello, exigieron al Gobierno que garantice la integridad física y la libertad de quienes participen de la movilización, “y que se abstenga de promover discursos estigmatizantes o intimidatorios que solo profundizan la confrontación y ponen en riesgo la paz social”.
La principal incógnita de la protesta es si los gremios convocarán o no a un próximo paro nacional durante los discursos que los dirigentes emitirán esta tarde en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno.
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