Libro digital en Cuba: entre la novedad y la tradición

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Cuando a las redacciones periodísticas llegó la computadora, y la máquina de escribir revistió frente a esta el rol de la tradición, la novedad técnica causó el lógico recelo que provoca lo nuevo.

Así ocurrió con los softwares de edición de sonido en las emisoras de radio. Estos se posicionaron frente a las antiguas mezcladoras de cintas magnetofónicas como auténtico fruto de la inventiva. Y así ha pasado con el libro digital, colocado ante el texto de papel como un ente tanto más moderno, expedito, pero retador.

Sin embargo, ni la computadora negó a la máquina de escribir (conozco colegas que ocasionalmente emplean esta última), ni los softwares de sonido lo hicieron con las antiguas mezcladoras de cinta, ni mucho menos sucederá con el libro digital vs el de papel.

En todos los casos, más que extremos antagónicos constituyen alternativas, válidas, a la mano de quien opte por una u otra, sin desconocer que coexisten gracias a la evolución de la tecnología, positivamente arrasadora y veloz en las últimas décadas.

Aun así, carecería de objetividad este texto si no menciona que, al libro electrónico, además del halo de futuro que lo envuelve, lo rodea una interesante y fecunda polémica. A propósito, 5 de Septiembre conversó con Yaremis Pérez Dueñas, al frente del proyecto Cuba Digital y directora de la editorial Cubaliteraria, voz autorizada sobre el tema, quien abundara:

“Enfocada en la promoción de textos en este formato, aprovechando las potencialidades que brinda este universo digital, y el acercamiento de más lectores a varios tipos de dispositivos.

“Independientemente de los problemas existentes en el país para la producción en papel, siempre recomendamos la lectura electrónica, porque cada vez son más los jóvenes que están accediendo a este formato. Nos enfocamos actualmente como editorial en publicar literatura contemporánea (…), y por supuesto seguimos haciendo énfasis en el proyecto Cuba Digital, aglutinador de todas las instituciones que vinculan literatura y tecnología. Hicimos recientemente el lanzamiento de la Tienda Virtual del Instituto Cubano de Libro: librocubano.enzona.net, con la intención de que el comercio electrónico de libros cubanos se establezca como algo natural”, añade sobre el tema la entrevistada.

El impulso al libro digital en Cuba pareciera deberse solo al contexto económico, sin embargo, buena parte del contexto editorial mundial se mueve en el ámbito electrónico…

“Para muchos puede parecer algo del momento, pero Cubaliteraria lleva 23 años de creada, promocionando literatura cubana en Internet. Si algo nos ha dejado la pandemia, es ese acercamiento o esa vinculación al Universo digital, y es lo que estamos aprovechando, aunque luego mejore la situación económica, y existan más publicaciones en papel, acompañaremos también esas publicaciones con versiones electrónicas, para que el lector consuma la literatura en cualquier formato. Hablamos también de audiolibros”.

En el propósito de sensibilizar a lectores, escritores y promotores sobre la necesidad del libro digital, ¿cuáles son los principales obstáculos que usted ha percibido?

“En primer lugar, el temor al plagio. Los escritores fundamentalmente siempre piensan que les van a plagiar su obra, que el libro circulará por el mundo de manera indiscriminada. También otro argumento en contra del formato electrónico es que no se puede tocar. Me refiero el acto de oler, de manosear el libro de papel. Eso separa un poco el acercamiento al e-book o libro digital. Sin embargo, la literatura existe, el libro existe, independientemente de cualquier formato. Pensemos, por ejemplo, en la antigüedad, cuando las personas contaban cuentos, que no existía el papel, y era también una manera de leer.

“Otro de los obstáculos son las limitaciones que se presentan con la propia tecnología. Nos resulta complicado a veces hacer un libro que se abra en todos los formatos, pues todos los dispositivos no son iguales, y Cuba no tiene acceso a buena parte de los programas o aplicaciones para reproducir los ejemplares, a causa del propio bloqueo norteamericano. Tampoco podemos vender hacia el exterior, no tenemos acceso a grandes plataformas como Amazon, igualmente debido al Bloqueo”, agregó la directora de Cubaliteraria.

Aun así, continúa el empeño por impulsar el libro electrónico…

“Yo creo que estamos creando una conciencia, de hecho, una de las ventajas de la recién concluida edición 32 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, es que todas las salas de presentación se abrieron a publicaciones digitales, eso pasó por primera vez este año 2024. Antes solo se exhibían en la Sala que Cubaliteraria tenía, pero esta vez se expandió. Ello acerca más al lector y normaliza todos estos procesos en una presentación, donde puede hablarse de libro impreso y digital simultáneamente. Creo que hacia ahí vamos”.

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