Inflación en 2023: ¿los frijoles se robaron el show?

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Ni siquiera aquel año 2020, cuando la plaga del trip hizo de las suyas a diestra y siniestra, y afectó las cosechas de buena parte de los productores cienfuegueros y cubanos, el frijol se posicionó con tanta fuerza en la opinión pública como en 2023, cuando su costo lo situó en el centro de la polémica sobre los precios.

Parecería un tanto redundante hablar del valor de cualquier producto hoy, tras varios años de una inflación que hace del comportamiento de los precios una especie de temporal, donde la lluvia no “amaina”.

Pero el caso específico del frijol amerita un análisis, porque en solo un año su costo se duplicó, y un poco más, casi al punto de desembolsar el triple para adquirir esa misma libra que en 2022 registraba en Cienfuegos precios máximos de 190 pesos, según refleja la edición de diciembre de ese año del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Mientras, los números del IPC del último mes de 2023 permiten apreciar el salto abrupto en la tarifa del grano, cuando en esta centro-sureña provincia los precios máximos de los frijoles colorados señalan unos 500 pesos por libra, que pesan bastante, muchísimo, en la economía familiar.

Entonces resulta fácil comprender que sea precisamente el cotizado alimento — según refleja la Oficina Nacional de Estadísticas e Información— quien encabece este recién finalizado diciembre la lista de bienes con mayor crecimiento de su importe, en un rango superior al 15 por ciento con respecto al mes anterior.

El asunto constituye un ejemplo cabal del comportamiento de la inflación en el año que concluyó, cuando el sector agropecuario registró los mayores crecimientos, con un índice de precios al consumidor por encima del 70 por ciento. Lo explicó así el vice primer ministro cubano y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, en la última sesión ordinaria del Parlamento Cubano, cuando expuso la estimación de que en 2023 la inflación minorista cerraría, “en el entorno de un 30 por ciento (…) aunque se trata de un crecimiento promedio de los precios en el país, estos aumentan de manera diferente según los mercados. En el estatal, por ejemplo, el crecimiento está por debajo de esa cifra (6,3 por ciento); en el no estatal, de un 62; mientras en el agropecuario, la inflación cierra al 72 por ciento”.

A propósito de los productos agrícolas, otros renglones como el tomate registraron un aumento del precio, en aproximadamente un 13 por ciento entre noviembre y diciembre últimos, hecho que ratifica lo estratégico de producir alimentos, única vía —junto a la contratación acertada— para llevar a la baja las tarifas.

De vuelta a los frijoles, evidentemente los descensos productivos de los últimos tres años (la cosecha del 2022 logró en Cienfuegos 699,2 toneladas, muy por debajo de los valores históricos hasta 2019, según datos del Anuario Estadístico Provincial), provocados por la crisis económica que afecta severamente la agricultura, y que impactan en ese panorama de precios, al no conseguir la tendencia a la baja, que han sido lamentablemente estrepitosos en ese, un componente indisoluble, una especie de ABC…, un puntal alimenticio en la mesa tradicional cubana.

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